Lo esperamos, lo soñamos, hasta que finalmente llegó: el verano no se dejó esperar demasiado y ya está aquí para animarnos con sus primeros rayitos de sol, sus altas temperaturas y algunos (ansiados) días de vacaciones. Pero, ¿cómo se traduce todo esto en la decoración y en la paleta de colores que definen a nuestras viviendas?
El paso de una temporada a otra es la excusa perfecta para aplicar pequeños cambios y nuevas tendencias. Dile adiós a los tonos oscuros y fríos del invierno para darle la bienvenida a la luz de los verdes y la calidez de los beiges mediterráneos. Así de claro lo ve la arquitecta y diseñadora de interiores Marta Ureña González, fundadora del Estudio Dagaal (@dagaal__). En esta ocasión conversamos con la experta para aprender todo sobre los colores tendencias de este verano 2025 y cómo podemos integrarlos en la decoración de nuestros hogares.
"Existe cierto prejuicio en torno al uso del color: se teme que sature o que reste elegancia. Pero el color, cuando se trabaja con intención y coherencia, es un canal poderosísimo de expresión emocional y narrativa espacial", nos cuenta Marta.

Los contrastes suaves entre el verde, el mostaza y el terracota siguen ganando terreno.
DaGaal Arquitectura y Diseño
Una paleta sofisticada y alegre a la vez
- ¿Qué colores ves ganando protagonismo este verano en interiorismo? ¿Notas alguna novedad respecto a temporadas anteriores?
"Este verano, observamos una clara apuesta por tonos con carácter y profundidad como el mocha mousse, el azul índigo, el verde oliva o los amarillos empolvados
Se mantienen las bases neutras y terrosas, pero aparece una voluntad de sofisticación serena que aporta matices más elegantes al conjunto. El mocha mousse, en concreto, trasciende la categoría de tendencia: lo percibo como un nuevo neutro contemporáneo, cálido, versátil y atemporal.
En cuanto a la evolución respecto a temporadas anteriores, noto una transición interesante: nos alejamos de los espacios excesivamente pulidos y minimalistas para dar paso a interiores más auténticos, más habitables. Hoy buscamos hogares que respiren verdad, con materiales nobles, texturas honestas y combinaciones cromáticas que hablen de la vida real y no solo del diseño perfecto".

Inspiración mediterránea a todo color. Proyecto de Farré & Costa.
Laura Tomas
Combinaciones que nunca fallan
- ¿Qué combinaciones te parecen especialmente frescas o interesantes para aplicar en casa durante los meses de calor?
"Hay una combinación que me enamora y que transmite ese espíritu eterno del verano: azules y amarillos inspirados en el Mediterráneo, muy al estilo de la Dolce Vita. Son colores que no solo conviven bien juntos, sino que generan una energía alegre, luminosa y vivaz. Aplicados en textiles, cerámicas o pequeños detalles decorativos, convierten cualquier rincón en una postal de verano.

Proyecto de Alessandro Venneri. Mesa de comedor de NV Gallery, sillas Tulip, Vintage. Lámpara colgante, Vintage. Jarrón Kink de MUUTO (RS Barcelona SHOP).
Elton Rocha
- ¿Existe un elemento que nunca falla?
"Sí, hay un elemento que nunca falla: unas flores frescas de temporada presidiendo una gran mesa. Esa mezcla entre lo natural, lo espontáneo y lo bien escogido siempre eleva el espacio".

Arquitectura de Héctor Torres, colaboración de Juliane Haider y estilismo de Mariona Rubio y Santa Living.
Montse Garriga
El acompañante perfecto: la textura
- ¿Qué papel juegan los materiales y las texturas a la hora de potenciar el efecto de los colores veraniegos?
"Juegan un papel esencial. El color no existe sin materia, y la forma en la que percibimos un tono cambia radicalmente dependiendo del soporte que lo acompaña. Un azul sobre lino natural no se siente igual que sobre una superficie lacada. Las texturas aportan dimensión, vibración y temperatura al color.
En verano, apostamos por materiales frescos, como el lino, la madera sin tratar o las fibras vegetales como el yute. Estos matifican el color, lo hacen más amable, más orgánico. Por ejemplo, un tono mostaza sobre una cerámica brillante es enérgico; sobre lino, se vuelve acogedor. Esta interacción entre color y textura es lo que convierte un espacio en algo memorable y sensorialmente rico".
"Creo que ha llegado el momento de liberarnos de lo políticamente correcto en el interiorismo y reivindicar el color como herramienta de identidad, emoción y diferenciación", Marta Ureña

Proyecto de Arthur Casas. Mesa Apache con sobre de mármol y aparador, ambos diseñados por el arquitecto. Sillas Zeca de Jorge Zalszupin para Etel.
Fran Parente
Estancia por estancia
- ¿En qué estancias o elementos te gusta aplicar el cambio de color con la llegada del verano?
"Creo en una arquitectura que se adapta al ritmo de quien la habita, y el color es una de las herramientas más potentes para actualizar un espacio sin grandes intervenciones. Si partimos de una base neutra, introducir toques de color estacional es muy sencillo y efectivo.
En el salón, el textil del sofá o unos cojines nuevos pueden marcar la diferencia. En cocina y comedor, pequeños gestos como una vajilla colorida o manteles de lino aportan frescura. Y en el dormitorio, cambiar la ropa de cama transforma por completo la atmósfera.
Siempre recomiendo a mis clientes apostar por una paleta base atemporal y neutra, que puedan complementar con piezas que evolucionen con las estaciones o incluso con su estado de ánimo. Esa es, para mí, la verdadera sostenibilidad emocional del diseño interior".

Diseño adaptado a los niños: ondulaciones, colores amables y juegos.
DaGaal Arquitectura y Diseño
Por último, la experta hace énfasis en la importancia de elegir una paleta de colores adecuada a las necesidades del espacio: "Cada proyecto debe tener en cuenta quién lo va a habitar, cómo se va a vivir y qué se quiere sentir. No es lo mismo diseñar una vivienda que un espacio comercial. En vivienda buscamos armonía, refugio; en retail o clínicas, a menudo buscamos impacto, diferenciación o incluso estímulo emocional", afirma la arquitecta.
"Por ejemplo, en una reciente clínica odontológica en Granada cuyo público principal son niños, rompimos con el blanco aséptico y creamos un espacio lleno de color, texturas y formas sensoriales. El objetivo era transformar la experiencia del "miedo al dentista" en una visita amable, incluso divertida. El color aquí no era solo decoración: era terapia, comunicación y diseño emocional", concluye Marta.