Los eventos de las últimas décadas nos han hecho replantearnos la forma en que habitamos nuestro hogar y los productos que usamos para adornarlo. Muebles, accesorios, textiles y lámparas, todos ellos conforman una casa adaptada a nuestras necesidades y a nuestros gustos personales. Sin embargo, no podemos negar que a veces es fácil caer en compras impulsivas, gastos innecesarios o elecciones inadecuadas. El ritmo de vida frenético que llevamos actualmente nos hace muy difícil la tarea de parar.
Sin una pausa, es casi imposible pensar y diseñar nuestra casa con dedicación y cuidado. Nos atiborramos de objetos y luego caemos en arrepentimientos. Asimismo, cuando tenemos una "urgencia" deco, puede que caigamos en el error de acudir a muebles que nada tienen que ver con el estilo de nuestras casas. No hay nada más peligroso que elegir desde la emergencia, pensando solo en la utilidad de las cosas a corto plazo. Es entonces cuando podemos olvidar lo esencial del mobiliario y los accesorios: deben dar vida al hogar, ser duraderos, resistir en el tiempo por su calidad y ser escogidos desde la autenticidad.
Aunque el panorama puede parecer agreste, existen algunas marcas y pensadores que están haciendo lo posible por llevar el estilo de vida slow a nuestras casas. Conversamos con Alicia Martínez Calvo, interiorista y fundadora de Slowdeco, marca de mobiliario y accesorios para el hogar que hace honores a su nombre. Quién mejor que una experta en este estilo de vida para compartirnos su visión sobre la filosofía slow y cómo podemos implementarla en nuestros hogares.

Un salón muy zen revestido en pino de alerce.
José Hevia | Proyecto de Miriam Barrio
Reflexión y calma: valores que definen a la filosofía slow
- ¿Cómo definirías la filosofía slow aplicada al mundo de la decoración?
"Para mí, la decoración slow ya no es solo un estilo estético. Es una manera de entender el hogar como un refugio, como un espacio que habla de nosotros y en el que todo tiene un porqué. Apostar por lo slow es elegir con calma, pensar antes de comprar, valorar los materiales, las texturas, y sobre todo, la procedencia de lo que llevamos a casa. La madera maciza, los tejidos naturales, las piezas artesanas o vintage, todo eso forma parte del universo slow.
Apoyar a los pequeños talleres, a los diseñadores locales, a quienes fabrican con mimo y conciencia. Es una forma de decir no al consumo rápido y sí a lo duradero, a lo bien hecho, a lo que se queda con nosotros mucho tiempo y mejora con los años".

Hornacina con arco en la pared. Se ha utilizado madera de roble para suelo, sillas, estantes y aparador.
Biderbost Photo | Proyecto de Sofía Molina
- ¿Por qué la gente debería implementar este tipo de decoración?
"Porque es una manera mucho más consciente y respetuosa de habitar nuestros espacios. Hoy en día estamos rodeados de un consumo rápido que, al final, no nos lleva a ningún sitio.
A mí, por ejemplo, me encanta ir a mercadillos y encontrar una pieza de cerámica hecha a mano o una ilustración especial. Me parece una forma preciosa de apoyar lo próximo, lo que está cerca de mí, y de llenar mi casa de objetos que tienen historia y autenticidad.
Nosotros, por ejemplo, apostamos por muebles modulares que se adaptan a ti y a cómo va cambiando tu vida. Que si hoy necesitas un mueble para la tele, genial, pero que si en unos años te mudas o cambias el salón, ese mismo mueble lo puedes convertir en mesitas de noche o en una estantería. Así, todo tiene una segunda vida, y no hace falta volver a empezar de cero cada vez que cambias algo".

Carpintería en los talleres de Slowdeco.
Sergio Bartual | @kinostudios_
- ¿Qué diferencia al estilo slow de otras tendencias actuales en interiorismo?
"Lo que realmente diferencia al estilo slow es que no es una tendencia pasajera, de esas que van y vienen con las temporadas. Es un estilo de vida. Mientras que muchas tendencias se centran en lo estético (en colores de moda, materiales del momento o estilos que se viralizan), el slow va más allá. Pone el foco en lo que hay detrás: en los procesos, en la elección consciente, en el respeto por los materiales, por las personas que los crean, y por el entorno".

Materiales naturales utilizados en Slowdeco.
Sergio Bartual | @kinostudios_
Materiales pensados para una decoración slow
- ¿Qué papel juegan los materiales naturales y artesanales en productos de decoración slow?
"Los materiales naturales y artesanales son clave en la decoración slow. No se trata solo de que sean bonitos, sino de todo lo que hay detrás: procesos respetuosos, manos que trabajan con cuidado, y piezas que duran. Elegir madera, lino, cerámica o piedra es apostar por lo auténtico, por lo que conecta con lo esencial y no pasa de moda".

Butacas Kangaroo, de Pierre Jeanneret, editadas por Cassina; mesa de centro de travertino, diseño de Niels Maier, y apliques Anton Mini, de Volker Haug Studio.
Eugeni Pons | Estilismo: Susana Ocaña | Proyecto: Niels Maier
Cómo llevar la decoración slow a nuestras casas
- ¿Cómo puede influir un hogar más sereno y consciente en nuestro bienestar diario?
"Muchísimo. Al final, lo que nos rodea tiene un impacto directo en cómo nos sentimos. Y creo que eso se hizo muy evidente durante el confinamiento, cuando tuvimos que parar de golpe y pasar mucho tiempo en casa. Ahí empezamos a ver si la casa estaba bien organizada, si teníamos un rincón para desconectar, si nos sentíamos a gusto en cada espacio, etc.
No se trata de tener la casa perfecta, sino de que esté alineada con nuestras necesidades, que fluya con nuestro ritmo de vida. A veces es algo tan sencillo como tener un buen sistema de almacenaje para evitar el caos visual, o contar con un rincón tranquilo donde poder hacer yoga o leer".

Showroom de Slowdeco en Valencia.
Sergio Bartual | @kinostudios_
- ¿Qué consejos darías para quienes quieren iniciarse en este estilo sin caer en modas pasajeras?
"Lo primero que diría es que no hay prisa. Así que yo empezaría poco a poco, con pequeños cambios. Por ejemplo, incorporar una ilustración de un artista local, una pieza de cerámica hecha a mano o un bol bonito para la fruta que te alegre la vista cada día.
Ver qué necesitas de verdad en tu día a día, qué te sobra, qué te falta. Pensar bien antes de incorporar un mueble nuevo: ¿te va a ayudar a mantener el orden?, ¿es funcional?, ¿te gusta de verdad? Las casas, como las personas, cambian, evolucionan, y hay que habitarlas para saber qué os va bien a los dos. Lo importante es no dejarse llevar por lo que está de moda, sino por lo que encaja contigo".