Núria Selva, arquitecta: "Los muebles de formas curvas no son una tendencia efímera, contribuyen a nuestro equilibrio emocional"

A pesar de que la tecnología y la modernidad nos invitan a llevar una vida acelerada y siempre en movimiento, la noción de "casa" experimenta una inclinación hacia crear una especie de nido donde reine la calma y la relajación. Y tiene sentido, ya que lo que buscamos en nuestros hogares es sentirnos a salvo, seguros y, sobre todo, poder pasar momentos agradables en paz. Descansar, compartir y crear son algunas de las actividades que nos podemos permitir en una casa decorada en pro de la serenidad. Este es uno de los principales motivos que sostienen una tendencia que no hace más que crecer: la moda del mobiliario de líneas curvas. 

Para saber qué opinan los expertos, conversamos con una arquitecta que conoce muy bien del tema: la experta Núria Selva, fundadora del estudio NSV  (@nsv) y gran conocedora de las tendencias que mueven el mundo del interiorismo y la arquitectura. Descubre más detalles en esta entrevista que nos permite entender el afán por el mobiliario de líneas suaves desde la mirada de una profesional. 

Proyecto de Núria Selva y estilismo de Mar Gausachs.

Una tendencia que no decae

• ¿Por qué crees que los muebles de líneas curvas siguen tan presentes en proyectos actuales?

"Las formas curvas responden a una necesidad cada vez más evidente: crear espacios emocionalmente acogedores. En NSV, observamos que nuestros clientes buscan entornos que les abracen, que transmitan calma y armonía. Las curvas, al evocar la naturaleza y lo orgánico, conectan con esa búsqueda de bienestar sensorial y visual.

Según la neuroarquitectura, nuestro cerebro reacciona de manera positiva ante las formas redondeadas, percibiéndolas como más seguras, fluidas y reconfortantes. Por eso, estas piezas no solo decoran, sino que contribuyen a nuestro equilibrio emocional". 

Proyecto de The Room Studio. Sofás, de Habitat, mesas en hormigón y madera de la colección Pluto, de Studiopepe para Tacchini; lámpara MO320, de Mads Odgård para Carl Hansen & Søn; cojines y cerámica, de Bolia, y cortinas de lino, de Güell Lamadrid.

• ¿Qué aportan este tipo de piezas a nivel visual, espacial o emocional?

"A nivel visual, generan fluidez y movimiento. A nivel espacial, suavizan transiciones y favorecen la circulación. Y emocionalmente, despiertan una sensación de serenidad y cercanía. Las curvas estimulan positivamente nuestros sentidos, convirtiendo el espacio en una experiencia envolvente.

En NSV diseñamos desde una perspectiva de interiorismo sensorial y emocional, donde cada elección busca activar emociones agradables, reducir el estrés y potenciar el bienestar". 

Proyecto del estudio JanskyDunder. Sofá Cheers, de Kler y lounge chair Hiroi Lounge de Capelini.

Estancias donde explorar con líneas suaves

• ¿Dónde funcionan especialmente bien? ¿Y en qué casos conviene evitarlas?

"Funcionan especialmente bien en zonas de descanso (salones, dormitorios, espacios de lectura) donde buscamos calidez y relajación.

En cambio, en espacios muy reducidos o de tránsito intenso, es importante equilibrar su presencia para no comprometer la funcionalidad o la percepción del orden. Lo fundamental es entender el ritmo vital del usuario y adaptar el diseño a sus necesidades reales".

Proyecto de Núria Selva | Estilismo de Mar Gausachs.

Todo es cuestión de equilibrio

• ¿Cómo equilibras muebles redondeados con otros elementos más rectos o estructurados en un mismo espacio?

"La clave está en el diálogo entre formas. Combinamos curvas con líneas rectas para lograr tensión estética y equilibrio visual. Un sofá curvo puede acompañarse de una mesa de centro lineal o de una luminaria escultórica.

Lo importante es que haya coherencia en los materiales, las proporciones y la paleta cromática, de modo que cada elemento contribuya al conjunto. Esta mezcla también refleja una armonía entre lo racional y lo emocional, algo que consideramos esencial en nuestros proyectos".

Mesa de centro de roble diseño del estudio. Cojines, de PT Decoración; escultura, de Itziar Guzmán, y alfombra, de Kaymanta.

Los muebles curvilíneos prometen 

• ¿Crees que las curvas son solo una moda pasajera o responden a una necesidad más profunda de habitar lo orgánico y lo suave?

"Sin duda, responden a algo más profundo. La curva no es una tendencia efímera, sino una manifestación de cómo queremos vivir: con más conexión, más sensibilidad y más belleza. En NSV creemos que lo orgánico y lo suave han venido para quedarse, porque son el reflejo de un nuevo paradigma del habitar, más consciente y emocional.

Ahora bien, no se trata de convertir todo el espacio en un entorno exclusivamente curvo. La curva, por sí sola y sin sentido, puede perder impacto o generar desequilibrio. Lo interesante es saber integrarla de forma intencionada, como contrapunto o acento dentro de una composición más amplia.

Encontrar el equilibrio entre lo recto y lo sinuoso nos permite crear espacios con ritmo, profundidad y coherencia. Y desde la neuroarquitectura y el interiorismo emocional, sabemos que esa armonía entre formas también influye directamente en cómo nos sentimos al habitar un espacio".