Durante años, la consigna en reformas ha sido abrir espacios: eliminar tabiques, conectar estancias y crear grandes zonas comunes. Sin embargo, hoy el diseño interior empieza a matizar esa idea. Abrir no siempre significa mejorar, y la verdadera clave está en lograr flexibilidad sin renunciar a la identidad de cada área. El estudio catalán BONBA Studio lo tiene claro: “Hoy en día no se trata solo de ‘abrir’ espacios, sino de hacerlos más inteligentes y flexibles”.
Porque para el estudio, no tirar tabiques puede ser una decisión estratégica que aporte funcionalidad, confort y versatilidad. "Bien planteada, puede ofrecer muchas ventajas" aseguran. ¿Cómo conseguirlo? El equipo nos comparte algunas de las soluciones que emplean en sus proyectos y que resumen bien hacia dónde va el diseño contemporáneo.
1. Mobiliario como elemento divisor
Uno de los recursos más efectivos es utilizar muebles a medida que separan sin cerrar del todo. “Un armario, estantería o banco puede dividir estancias, aportar almacenaje y dejar pasar la luz”, explican desde BONBA. Esta estrategia maximiza la funcionalidad a la vez que transforma los elementos estructurales en parte del lenguaje arquitectónico. “En un proyecto utilizamos un mueble de 12 metros de largo que conecta diferentes estancias, creando una atmósfera espaciosa y fluida”.

Un mueble para crear conexiones es posible, Bonba Studio lo aplicó en este proyecto.
Bonba Studio
Las estanterías abiertas, por ejemplo, permiten marcar una transición entre comedor y salón sin bloquear la visión ni la luz natural. Un banco corrido con respaldo puede delimitar la zona de estar en un loft sin necesidad de levantar una pared. Y un armario bajo puede servir como separador en una vivienda tipo estudio, organizando el espacio sin restar amplitud.
2. Estructuras modulares y ligeras
Las divisiones móviles o ligeras se están consolidando como una de las grandes apuestas en viviendas urbanas, donde cada metro cuenta. “En el proyecto de un piso en Barcelona, se emplearon módulos ligeros que albergan espacios como baños o cocinas. Estos ‘cubos’ permiten una distribución flexible y adaptable, manteniendo la sensación de amplitud en el hogar”.
Estos volúmenes actúan como pequeñas cápsulas funcionales: ofrecen privacidad cuando se necesita, pero no comprometen la apertura visual ni la circulación. También permiten reorganizar el espacio con facilidad si cambian las necesidades del usuario. El éxito de este tipo de propuestas está, en buena parte, en la proporción, la ligereza y el uso de materiales bien elegidos.
3. Un solo volumen, muchas funciones
Otra alternativa eficaz es apostar por la integración de funciones dentro de un mismo cuerpo arquitectónico. “Creamos espacios multifuncionales mediante la integración de diferentes áreas en un solo volumen”, indican desde el estudio. “En una reforma de vivienda en Barcelona, se diseñó un único mueble que atraviesa las estancias principales, alojando cocina, almacenaje y baño”.

Hasta la iluminación de un pequeño volumen resulta útil.
Merce Gost
Además de optimizar el espacio, este enfoque contribuye a la coherencia estética del proyecto. Paneles de madera, puertas correderas de vidrio o biombos permiten abrir o cerrar espacios según se necesite. “Aportan flexibilidad sin compromiso permanente”, señalan.
4. Materiales cálidos y naturales
A la hora de diseñar estos espacios abiertos pero diferenciados, la elección de materiales es clave. BONBA apuesta por una paleta amable: “La elección de materiales como la madera natural, el mármol y el roble lacado aporta calidez y confort a los espacios. Estos materiales no solo mejoran la estética, sino que también contribuyen al bienestar de los habitantes”.
La madera, por ejemplo, permite unificar zonas abiertas sin perder la sensación de hogar. El mármol, con su veta natural, puede usarse como nexo visual entre zonas húmedas como cocina y baño. Y el uso de acabados mate o lacados suaves añade una atmósfera sofisticada y acogedora.

La. madera siempre es una buena opción como material para dividir. Nos encanta la forma en que Bonba Studio lo aplicó en este piso de la calle Muntaner, en Barcelona.
5. Diseño biofílico y conexión con la naturaleza
“El diseño biofílico también está presente en nuestras divisiones interiores”, cuentan desde BONBA. “Integramos elementos naturales en nuestros proyectos, como la incorporación de vegetación y el uso de materiales que evocan la naturaleza. Este enfoque busca crear ambientes que fomenten la relajación y el bienestar”.
Un jardín vertical, una estantería con plantas colgantes o incluso una celosía con maceteros integrados pueden funcionar como separadores visuales al tiempo que aportan frescura, humedad y vitalidad al entorno. Esta tendencia, que ha ganado fuerza tras la pandemia, responde a una necesidad de reconectar con lo natural también en el espacio doméstico.

Las celosías son otra forma de dividir sin tener que recurrir a tirar tabiques.
Iñaki Izeta
6. Espacios híbridos y adaptables
Finalmente, BONBA destaca la importancia de pensar los espacios en clave de polivalencia. “Nos gusta mucho crear espacios que promueven la flexibilidad en el uso de los espacios, permitiendo que una misma área sirva para múltiples funciones según las necesidades del usuario”, explican. “Esta adaptabilidad es esencial en el diseño contemporáneo, donde las actividades y estilos de vida son cada vez más dinámicos”.
Una cocina que se convierte en oficina, un salón con zona de deporte, un dormitorio con área de lectura o de teletrabajo... Hoy las casas se adaptan a sus habitantes, no al revés. Por eso, en lugar de eliminar paredes, muchos estudios de arquitectura apuestan por transformarlas.
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