Durante décadas, Madrid se ha contado y distinguido por barrios como si fueran cartas marcadas: el lujo en Salamanca, la modernidad en Chamberí, la vida moderna de Malasaña, y así sucesivamente. Pero toda ciudad guarda rincones con potencial latente (y Madrid mucho más)... Arganzuela podría estar atravesando justo esa fase: empieza a sonar en muchas conversaciones, con un tono diferente.

"Arganzuela está viviendo un cambio muy interesante", afirma José Ramón García, arquitecto de interiores y fundador del estudio Dimensi-on. "Tiene todo: zonas verdes, cultura, ubicación… y cada vez más personas están apostando por quedarse ahí, invirtiendo en vivienda de calidad”. Y esa palabra, calidad, aparece varias veces en la conversación. No como una etiqueta, sino como una actitud ante la arquitectura. Porque lo que define a esta nueva ola de reformas en la zona no es el capricho ni el exceso, sino el gusto por lo bien hecho.

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Viviendas con historia, reformas con propósito

José Ramón sabe bien que no todos los barrios juegan con las mismas cartas. "En zonas como Salamanca o Retiro, encontramos viviendas amplias, con techos altos, molduras, suelos de madera y estructuras que permiten hacer algo realmente especial", explica. "En cambio, en barrios más funcionales como Tetuán o Carabanchel, las viviendas tienen otra lógica: más compartimentadas, con menos luz y menos margen de maniobra".

En ese contexto, la labor del estudio Dimensi-on se adapta con precisión a las condiciones de cada inmueble. "No tenemos un patrón fijo: adaptamos cada proyecto a lo que el cliente necesita y, sobre todo, a lo que el espacio permite". La clave está en transformar, no solo renovar. En palabras del propio Abad: "Siempre buscamos aportar ese plus, ese valor añadido que convierte una reforma en una experiencia. No se trata de 'hacer una obra', se trata de transformar un espacio en un hogar que esté a la altura de lo que el cliente espera —y muchas veces, por encima".

Este enfoque es el que está atrayendo a una nueva generación de propietarios, más exigente y con una mirada larga. "En zonas como Legazpi o incluso en Tetuán hay viviendas que se están transformando con mucho criterio, alejándose del concepto de reforma básica y apostando por proyectos bien pensados, duraderos y con diseño".

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El alma de Madrid

La idea de transformación no está reñida con la preservación. Todo lo contrario. En una ciudad donde lo 'nuevo' a veces arrasa con lo 'valioso', Abad reivindica el poder de los detalles: "Los portales con encanto, las cerrajerías originales, los suelos hidráulicos, las carpinterías de madera, los patios interiores llenos de vida… muchos de esos elementos se están perdiendo por ir a lo práctico, lo rápido, lo barato".

Desde Dimensi-on lo tienen claro: lo auténtico hay que cuidarlo. Y si es necesario, reinterpretarlo para que dialogue con las necesidades contemporáneas. "Ese equilibrio entre respeto por lo original y comodidad moderna es lo que marca la diferencia entre una reforma más y un proyecto con alma", apunta Abad. "Y nuestros clientes lo valoran, porque saben que ahí está el verdadero lujo: en conservar lo valioso y elevarlo".

Así, el estudio no trabaja solo con planos y materiales, sino con memoria y sensibilidad. Porque cuando se reforma una vivienda con historia, también se está escribiendo el próximo capítulo de esa historia. 

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Proyecto de Dimensi-on en Madrid

Dimensi-on

Un Madrid que cambia de piel sin perder su identidad

Preguntado por los barrios con más personalidad de la ciudad, Abad lo tiene claro: "Chamberí, Justicia y el Barrio de los Jerónimos. Cada uno tiene su propia personalidad. Chamberí es sobrio, elegante, con portales que impresionan. Justicia es más dinámico, con un aire moderno pero sin perder el encanto clásico. Y los Jerónimos es directamente la joya arquitectónica de la ciudad".

Y sin embargo, reconoce que la transformación más interesante no está ocurriendo en los barrios consagrados, sino en los que hasta ahora jugaban en segunda fila. "Ese cambio lo están liderando personas que valoran la calidad de vida y el entorno, más allá del precio por metro cuadrado. Y eso es muy positivo, porque significa que la ciudad evoluciona, pero con gusto".

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En ese contexto, la labor de estudios como Dimensi-on se vuelve crucial. Porque si el Madrid del futuro se está cocinando en estos barrios en transición, alguien tiene que saber cómo reformar sin estropear.

Abad concluye con una idea que resume bien su filosofía: "Para nosotros, lo importante es que cualquier vivienda puede convertirse en algo extraordinario si se trabaja con visión y criterio. No es cuestión de metros, sino de cómo los haces funcionar".