La Torre Eiffel, obra del ingeniero Gustave Eiffel, es uno de los monumentos más famosos del mundo y símbolo indiscutible de la ciudad de París y de Francia. Como Carlos Alcaraz o Rafael Nadal, ganadores de Roland Garros, todo el que visita la ‘Ciudad de la Luz’ se hace una foto con la torre de fondo (eso sí, sin la Copa de los Mosqueteros).

La Torre Eiffel, también conocida como la ‘Dama de Hierro’, tiene una altura de 330 metros (incluyendo las antenas) y, tras poco más de dos años de construcción y no sin mucha polémica, estuvo terminada en marzo de 1889 para la Exposición Universal de ese año. Replicada en Las Vegas, Orlando y hasta el Parque Europa, en Torrejón de Ardoz, descubre algunos datos curiosos sobre ella.

El Puente de Vizcaya (1893) une las dos orillas del río Nervión

El Puente de Vizcaya (1893) une las dos orillas del río Nervión

Elizabeth Hanchett

¿Por qué la Torre Eiffel es de hierro?

El hierro es el material de la Revolución Industrial; momento en el que se pudo producir en grandes cantidades. Solo entonces fue cuando se construyeron edificios emblemáticos con hierro, entre otros el Crystal Palace de Londres (1851) o el Mercado de Les Halles de París (1853-1870), demostrando la capacidad de este material para crear estructuras de gran envergadura. Se puede decir que es cuatro décadas después cuando la arquitectura del hierro alcanza su culmen con la construcción de la Torre Eiffel. En España destacan el Puente Colgante de Valladolid (1864) o el Puente de Vizcaya (1893), en Getxo. A quien le interese el tema, el libro Arquitectura e Ingeniería del Hierro en España (1814-1936), de Pedro Navascués y editado por la Fundación Iberdrola, reúne diversos proyectos realizados en ese período de tiempo.

En el momento de su construcción, la Torre Eiffel levantó mucha polémica. En su construcción se usaron 7,2 toneladas de hierro

En el momento de su construcción, la Torre Eiffel levantó mucha polémica. En su construcción se usaron 7,2 toneladas de hierro

Polina Chistyakova / Pixabay

¿Qué le pasa a la Torre Eiffel en verano?

La Torre Eiffel, que acuden a ver cada año más 7 millones de personas –es, de hecho, el monumento más visitado del mundo– está hecha con más de 7.000 toneladas de hierro: un material que con los cambios de temperatura se dilata y contrae. En verano, la Torre Eiffel puede llegar a crecer unos milímetros en altura, según cifras de la web toureiffel.paris.en, que destaca además que esa expansión también provoca “una ligera inclinación de la torre en dirección contraria al sol”. Como el sol solo incide en uno de sus cuatro lados, esto crea un desequilibrio con los otros tres, que permanecen estables, “provocando la inclinación de la Torre Eiffel”. De esta forma, “el movimiento del sol en un día despejado puede hacer que la parte superior de la Torre se mueva en una curva más o menos circular de aproximadamente 15 centímetros de diámetro”, se puede leer en la web.

Con el calor, el hierro se dilata y la Torre Eiffel se inclina y crece unos milímetros

Con el calor, el hierro se dilata y la Torre Eiffel se inclina y crece unos milímetros

Yann Caradec CC BY SA 2 0

¿Cómo lidian los arquitectos con la dilatación del hierro en la arquitectura urbana?

Debido a que con los cambios de temperatura, el hierro se dilata y puede causar problemas estructurales, los arquitectos tienen muy en cuenta al diseñar cualquier edificio cómo cambia la temperatura del lugar. En consecuencia, dejan el suficiente espacio de dilatación para que el hierro pueda moverse (generalmente, se trata de apenas unos milímetros) y la estructura no se vea afectada. De hecho, Gustave Eiffel tuvo en cuenta el coeficiente de dilatación del hierro al diseñar la Torre Eiffel. En general, el uso de anclajes flexibles y de materiales aislantes que reduzcan los cambios de temperatura en el interior de la estructura ayudan a que los cambios por dilatación sean menores.