La zona de aguas de un baño siempre es objeto de viaje. Una de las disputas que más se ha tratado en los últimos años es de si es mejorel plato de ducha o la bañera. En los cuartos de aseo modernos, la primera opción ha ido ocupando terreno hasta convertirse en la alternativa más recurrente. Por otro lado, la elección de colocar cortinas o mamparas correderas ha sido otro tema que no ha estado exento de polémica. Sin embargo, en los baños más funcionales y con mayor espacio, la segunda opción es la que ha ganado más protagonismo.
Con el paso de los años y la innovación de las firmas en interiorismo, las mamparas se han ido transformando hasta derivar en diferentes tipos de modelos. Aún seguimos viendo las correderas -que son las más tradicionales- pero hay otras que van ganando popularidad porque son más discretas y modernas: las de hoja fija. Así lo recomienda Analía Mengual, interiorista de la marca Idílica, que aboga por incorporar esta idea en los platos de ducha que miden 90 centímetros de ancho y 90 cm de largo. "De esta manera te aseguras de que el agua no salpique afuera" dice la experta.
Cómo incorporar una mampara de hoja fija en el baño, según Analía Mengual
A la hora de escoger una mampara, lo que buscamos es que sea práctica e impermeable. Las que cuentan con puertas correderas son las más recurrentes porque cubren toda la extensión de la ducha y te aseguras de que no saldrá nada de agua. Sin embargo, estéticamente no siempre es una buena alternativa. En baños pequeños, puede ocupar mucho espacio y, en los más grandes, puede quedarse en poca cosa.
Una ducha que mide 90 x 90 cm cuenta con mucha presencia en un baño. Analía Mengual recomienda que para las opciones que tengan esta dimensión es mejor la mampara fija, ya que "te ayuda ahorrar en el coste de añadir una puerta". Si se coloca en un lateral de la ducha, pegada completamente a la pared y cubriendo la zona de la grifería, el agua no se debería salir del plato.
Las medidas del espacio que queda libre entre la mampara fija y la otra pared no se debe dejar al azar. Para esta zona, la interiorista recomienda mantener un tamaño específico. "Recuerda dejar, como mínimo, una distancia de 60 centímetros para que puedas pasar a la ducha cómodamente", dice una de las fundadoras de la firma Idílica.

Una mampara fija suma amplitud visual a un baño.
Eugeni Pons
3 baños con mampara fija vistos en Arquitectura y Diseño

Esta ducha cuenta con un tragaluz.
Eugeni Pons
De estructura metálica
En este baño de estilo brutalista ubicado en Maarkedal (Flandes, Bélgica), proyecto de Dirk Liekens de Architecten Achtergael, se ha apostado por poner una mampara fija de estructura metálica. Su material hace que sea resistente y crea una separación visual entre el plato de ducha y el resto de la estancia. Además, su acabado es un gran acierto porque combina con la estética del espacio.

El suelo es de madera de abeto original de Finlandia.
Martín García
En el centro
En esta casa de Las Palmas de Gran Canaria, obra de Magüi González, se ha colocado la mampara de hoja fija justo en el centro de la ducha. Se ha abandonado la idea de poner este elemento pegado a una pared, ya que la grifería está en una parte intermedia del muro. Para acompañarla, los propietarios han puesto una tarima de madera en el pavimento que aporta mucha naturalidad.

Este baño ha decidido poner una ducha y una bañera.
Eugeni Pons
Por los dos lados
Si una sola lámina fija no se ajusta a las necesidades de tu ducha, pon más de una. Así se ha hecho en este baño de Mallorca, proyecto de Ignacio Pons, Arturo Vila y José Luis Pujol de 3D3 Arquitectos. Se ha apostado por poner dos láminas en el plato, dejando un hueco de unos 60 centímetros entre las dos para que el acceso sea fácil y el agua no salpique en el resto de la estancia.
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