Diseñar un dormitorio pequeño puede parecer un reto, pero también es una oportunidad para aprender a jerarquizar, optimizar el espacio y crear una atmósfera verdaderamente acogedora. La interiorista Ana Hernández, jefa de estudios de Insenia Design School Madrid, defiende un enfoque funcional y emocional, basado en la luz, la circulación fluida y la armonía visual. "Desde la cama debe percibirse calma. Lo ideal es que, al tumbarse, se vea una pared limpia y decorada con elementos decorativos que transmitan serenidad: un cuadro en tonos neutros, una lámpara con luz cálida, una planta de interior baja como una zamioculca o una sansevieria", explica. Evitar elementos que evoquen actividad, ruido o trabajo, como escritorios, estanterías recargadas o tecnología visible, es el primer paso para lograrlo.
Luz y distribución, lo primero
"El primer paso para diseñar un dormitorio pequeño es estudiar cómo entra la luz natural en la estancia a lo largo del día, ya que esto influye directamente en el confort visual y en la calidad del sueño", afirma. Si la habitación está orientada al este, conviene evitar que la cama quede justo frente a la ventana, especialmente en personas con sueño ligero. Una buena ubicación es a uno de los lados, complementada con cortinas opacas o estores dobles que permitan controlar la claridad.

Hay que tener en cuenta los puntos de luz y la orientación.
Ikea
La distribución también juega un papel fundamental. "En dormitorios dobles, hay que mantener al menos 60 cm de paso libre a cada lado de la cama (idealmente 80 si hay muebles enfrentados, como un armario), para asegurar una buena circulación. La cama debe ser protagonista, pero sin dominar", asegura Hernández. En espacios reducidos, recomienda optar por camas con almacenaje inferior: "Sumamos funcionalidad sin restar armonía".
Uno de los errores más comunes, según la experta, es bloquear el paso de luz natural o recargar con muebles desproporcionados. "Un dormitorio bien diseñado no necesita muchas piezas: solo las adecuadas y en el lugar correcto". Muebles ligeros, mesillas estrechas o baldas flotantes liberan espacio y permiten que todo fluya con más libertad.
Todo gira en torno al descanso
Frente a la cama, todo debe invitar al descanso: "Un mueble bajo como una cómoda ligera o un banco tapizado aporta equilibrio visual. Sobre él, un espejo horizontal bien ubicado puede duplicar la luz y ampliar ópticamente la habitación". Otra opción efectiva es una composición de láminas o fotografías de tonos suaves y disposición simétrica. En cambio, nada de televisores, cables a la vista ni rincones desordenados: el dormitorio es el lugar donde empieza y termina cada día.

Colores y textiles suaves y gustosos son la mejor opción para nuestro pequeño dormitorio.
Westwing
"Lo que vemos al acostarnos y al despertar influye en nuestra activación neurológica", recuerda Hernández. "Un entorno visualmente cargado o con colores estridentes puede alterar la producción de melatonina, dificultando el sueño. Por el contrario, superficies despejadas, líneas horizontales, texturas suaves y una iluminación de temperatura cálida (2700-3000 K) ayudan a inducir el descanso”. La importancia de una buena distribución se resume en un último consejo: "Si puedes moverte sin esfuerzo, si lo que ves al entrar te transmite calma y si el espacio fluye sin tensiones visuales, la distribución es correcta".
Textiles y estética, igual de importantes
A la hora de vestir el espacio, apuesta por monocromías suaves. "Uno de los trucos más eficaces es pintar las paredes, puertas, rodapiés y marcos del mismo color, para evitar cortes visuales. También colocar cortinas desde el techo hasta el suelo (aunque la ventana no llegue tan arriba) porque alarga la verticalidad y genera sensación de amplitud". Los cabeceros tapizados en el mismo tono que la pared también funcionan muy bien, igual que los espejos verticales frente a puntos de luz natural o artificial.

El almacenaje es fundamental en los dormitorios pequeños.
Alan Tansey | Proyecto de Fernando Fisbein Architect
Otro consejo clave: "La funcionalidad es innegociable en espacios pequeños, pero no debe ir en detrimento de la estética. Hoy en día, el mercado ofrece soluciones que combinan ambos aspectos: armarios empotrados con frentes lisos lacados, cabeceros con huecos ocultos que parecen decorativos, luminarias de diseño minimalista que incorporan reguladores de intensidad". Cada elemento debe tener una función concreta y un aporte estético real, sin artificios ni acumulación. En definitiva, la decoración de un dormitorio pequeño exige sentido común, armonía y una mirada afinada que entienda el diseño como una experiencia sensorial completa.
Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.arquitecturaydiseno.es, suscríbete a nuestra newsletter.