El baño es, quizá, uno de los espacios más pequeños de nuestras casas. Sin embargo, su papel es crucial: ha dejado de ser solo funcional para convertirse en un refugio de bienestar y estética. Símbolo de limpieza y sencillez, el blanco ha sido durante décadas el color recurrente para esta estancia, pero en la actualidad, las tendencias están evolucionando. Aunque la estética minimalista sigue vigente, cada vez más se valoran tonos y materiales que aportan calidez, textura y carácter, sin perder esa sensación de higiene que se espera de esta estancia. La clave está en entender que la limpieza no solo se transmite con el color, sino también con la elección de materiales y acabados que reflejen cuidado y pulcritud.

¿Está cambiando la tendencia de usar baños completamente blancos? La respuesta es sí. Aunque el blanco sigue siendo el color más popular, cada vez se exploran paletas más variadas. Tonos neutros como el gris claro, el beige o el piedra, combinados con materiales naturales, ofrecen una sensación de limpieza y serenidad que puede ser igual de efectiva. Además, estos colores aportan calidez y un aire contemporáneo, y se alejan del aspecto clínico y frío que a veces puede tener el blanco puro.

Baños acabados mate

El revestimiento con materiales continuos ofrece un gran abanico de colores para el cuarto de baño

Roca

Como explica la interiorista Olga Pajares, “tradicionalmente en los baños se aplicaba el color blanco en las baldosas. Con el tiempo, el material se mantuvo porque es limpio y no poroso, y se ornamentó con colores y flores. Con el tiempo se ha descubierto que la baldosa, que es duradera y limpia, tiene una junta que se mancha, por eso ahora no nos fijamos tanto en el color, sino en el material. Nos decantamos por materiales continuos, que permiten tener todos los colores del universo, o por porcelánico de gran formato. Como hoy se ha evolucionado y se fabrican baldosas muy grandes, se puede revestir un baño con muy pocas piezas de gran formato y de esta manera solo quedan una o dos juntas”.

Hoy, del blanco se ha pasado a una variedad de colores, aunque sentimos teniendo preferencia por los tonos claros, como beiges y tierras claros. Pero según esta experta, aunque nos atrevemos a introducir colorido en diferentes elementos del baño, en los sanitarios seguimos apostando por el blanco. “Yo me atrevo a poner la pica de color, pero en el sanitario y el inodoro, el blanco sigue siendo el color rey”.

baño

Aunque en el lavamanos nos atrevemos a introducir color, en el resto de sanitarios, el color blanco impera

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En cuanto a materiales, la tendencia se inclina hacia superficies que transmiten frescura y pureza, como el mármol en tonos claros, la cerámica mate, la piedra natural o incluso el cemento pulido. Estos materiales, además de ser duraderos y fáciles de mantener, reflejan la luz de manera que el espacio parece más amplio y luminoso, reforzando esa sensación de higiene. “Al ser el baño un espacio íntimo, se busca que no haya mucha suma de materiales diferentes”, apunta Pajares.

Por ejemplo, un baño con paredes en tonos gris piedra, combinadas con accesorios en acero inoxidable o madera clara, puede transmitir una sensación de limpieza moderna y acogedora. “De las griferías de cromo y con acabado brillante, se pasó al mate en tonos como negro y dorado. Aunque ya ha habido un exceso de esta tendencia y yo reconozco que estoy volviendo a poner la vista atrás y me decanto por el cromo brillante”, comparte la interiorista.

Hoy todo invita a repensar el concepto de limpieza en el baño. No se trata solo del color, sino de cómo los materiales, las texturas y la iluminación trabajan en conjunto para crear un espacio que inspire frescura, orden y bienestar.