La AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) apunta que este mes será uno de los junios más calurosos de la historia de España, desde que se tienen datos. Con estas temperaturas tan extremas, ni el ventilador ni el aire acondicionado son suficientes para mitigar esta época tan tórrida. Sin embargo, existe un país que está expuesto a un clima muy cálido y con una gran humedad, que ya ha inventado una solución para que las casas conserven cierta frescura: Singapur.
La pequeña nación del sudeste asiático -que cuenta con más de 5'6 millones de habitantes- ha encontrado la alternativa para que sus edificios no se conviertan en auténticas calderas en verano a través de un efecto parecido a la sudoración. Esta solución trata de revestir las construcciones con una pintura blanca evaporativa, que tiene como objetivo retener gran parte del agua del ambiente y liberar el calor lentamente. De este modo, las viviendas se mantienen más frescas y evita la condensación que provocan las altas temperaturas.
La pintura blanca evaporativa: la solución de Singapur para mantener los edificios frescos en verano

La pintura CPP-30 es una gran opción para las fachadas de algunos edificios de Singapur.
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La Universidad Tecnológica de Nyanyang, ubicada en Singapur, ha sido la propulsora de esta iniciativa. Tal y como explica el portal web de lengua inglesa Science Advances, un equipo de investigadores de este centro educativo buscaba reducir el calor en los edificios de la gran ciudad, con la finalidad de reducir el uso de los aires acondicionados. Esto lo consiguieron creando un tipo de pintura blanca evaporativa, que simula el mismo proceso que sigue la anatomía humana cuando está expuesta a altas temperaturas.
El nombre técnico de esta pintura es la CPP-30. Está compuesta de cemento, silicato de calcio hidratado y sulfato de bario, entre otros. Tiene la capacidad de enfriar de forma pasiva un conjunto de viviendas, reduciendo la condensación del calor casi en su totalidad. Otras de sus particularidades es que es una opción muy sostenible y eficiente energéticamente. Permite que los propietarios y los inquilinos se ahorren dinero de la factura de la luz, ya que utilizan mucho menos el aire acondicionado. Además, el acabado neutro no se desgasta con tanta facilidad como la pintura clásica, razón por lo que el repaso de una fachada se hace con una frecuencia más prolongada.

La pintura evaporativa está hecha principalmente de cemento.
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Este resultado se logra a través de un proceso muy sencillo. La pintura retiene las partículas con altas temperaturas y gran parte de la humedad que se encuentra en el ambiente exterior. Gracias a su estructura vaporosa, estas se van liberando paulatinamente, transformándolas en moléculas con una base más fría que traspasan al interior de los edificios. Al tener una masa tan escueta -que no supera el milímetro- hace que este procedimiento sea rápido y efectivo.
Otras técnicas para mantener los ambientes frescos en verano
Aparte de este recurso tan innovador inventado en Singapur, existen otras técnicas tradicionales para conseguir que los ambientes se conserven frescos durante los meses estivales.

La madera es un material que conserva a buena temperatura los ambientes interiores de una casa.
Joe Fletcher
1. Materiales con aislamiento térmico
La madera es el recurso más conocido para conseguir que una casa se mantenga a buena temperatura, tanto en verano como en invierno. La podemos ver tanto en paneles que revisten las paredes como en los marcos de las ventanas. Sin embargo, existen otros materiales que consiguen el mismo efecto. Algunos de ellos son el corcho, el vidrio y la roca.
2. Céntrate en el techo
El techo puede ser el principal punto de entrada del calor. Para lograr que la parte superior de la casa no sea un foco cálido, apuesta por poner paneles de poliestireno. Estas piezas consiguen que los espacios se mantengan con cierta frescura y que la estructura del mismo sea más robusta.
3. Cubre bien las ventanas
El simple hecho de vestir las ventanas con cortinas o persianas puede suponer el remate final para que el calor no se apodere de tus estancias. Apuesta por textiles de lino, un material exquisito que hace de aislante térmico y que no renuncia a la luz natural. Por otro lado, puedes optar por unas venecianas. Son clásicas y suelen estar hechas de madera, por lo que la naturalidad estará muy presente en casa.
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