A veces, el diseño no está en lo que se ve, sino en lo que se respira. Paula Rosales, arquitecta madrileña y fundadora del estudio More & Co, lleva años defendiendo que la arquitectura no solo construye lugares: también puede sanar a quienes los habitan. En su reciente intervención en el canal de YouTube de Idealista, Rosales lanza una advertencia tan inesperada como reveladora: “Nuestras casas pueden estar hasta cuatro o cinco veces más contaminadas que la calle”.

La afirmación impacta. Y es que la contaminación doméstica, esa gran desconocida, ha sido históricamente ignorada en el diseño de interiores. Rosales, sin embargo, ha hecho de esa preocupación una línea de trabajo. Porque detrás de una bonita lámpara o una cocina a medida puede esconderse una amenaza invisible: el aire que respiramos entre nuestras propias paredes.

La contaminación que no se ve, pero se habita

paula rosales kitchen for life

Las casas pueden convertirse en pequeñas cámaras de gas si no prestamos la debida atención. Rosales lo descubrió mientras trabajaba en Nueva York, una ciudad donde la calidad del aire interior empezaba ya a ser una preocupación arquitectónica. Desde entonces, la salud y la sostenibilidad se entrelazan en todos sus proyectos.

Pasamos entre el 80% y el 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados. Y, sin embargo, nos cuesta ver el interior de nuestra vivienda como un ecosistema. Para la arquitecta, esto es un error. “No somos conscientes”, dice, “de que nuestras casas pueden estar hasta cuatro o cinco veces más contaminadas que la calle”.

Y esa contaminación no es accidental. Es una suma silenciosa de decisiones cotidianas, de productos elegidos sin pensar, de materiales instalados sin saber lo que emiten. El resultado: un aire que respiramos a diario, cargado de elementos nocivos invisibles al ojo y muchas veces también al olfato.

Los enemigos invisibles del bienestar

Cosmética, limpieza y decoración: un cóctel tóxico

La salud del hogar empieza por los pequeños objetos. Una vela perfumada, ese spray de limpieza multiusos, una laca para el pelo... Según Rosales, muchos de estos productos liberan compuestos orgánicos volátiles (COVs), que van acumulándose en el aire interior.

“Una vela inocente que huele bien… todos estos son productos químicos que emiten compuestos orgánicos volátiles”, explica. Aunque huelan a eucalipto o a lavanda, sus emisiones pueden ser dañinas, sobre todo en espacios mal ventilados. Y lo peor es que no se trata de una exposición puntual: convivimos con esos tóxicos de forma casi constante.

Pinturas, barnices y colas que no se van

Pero no solo los productos cotidianos contaminan. También lo hacen muchos de los materiales que conforman nuestra casa: desde las pinturas hasta los muebles. Rosales señala los tableros de aglomerado como un ejemplo paradigmático: “Están hechos de partículas unidas con colas, pegamentos... Todo esto está durante años emitiendo gases”.

El aire interior, en ese sentido, se convierte en un archivo invisible de todas las decisiones materiales que se han tomado en la obra o en la reforma. Y a diferencia del humo de un coche en la calle, estas emisiones no se disipan fácilmente: quedan atrapadas, respirándose una y otra vez.

Vivir en coherencia, según Paula Rosales

Para Rosales, la arquitectura es también una forma de pensar. De hecho, asegura que lo que más le gusta de su profesión es “cómo ha ido configurando la manera en que pienso”. Esa forma de abordar los problemas desde el diseño (lo que hoy se conoce como design thinking) ha guiado no solo su trayectoria profesional, sino también su forma de habitar.

paula rosales salón perro

Su propia casa es reflejo de esa coherencia. Un espacio que ha transformado por completo para vivir con su hija, abierto, funcional y diseñado para respirar mejor. Y también laboratorio de su último proyecto personal: Kitchen for Life, una línea de cocinas pensadas para durar toda la vida sin emitir tóxicos.

Porque quizá la arquitectura del futuro no se medirá en metros cuadrados ni en estilos, sino en su capacidad para cuidar la vida que sucede dentro. Y ahí, Paula Rosales ya va varios pasos por delante.