5 tendencias que han hecho MUCHO DAÑO al mundo de la decoración

Del gotelé a la pintura de tiza pasando por el uso indiscriminado del plástico. Seleccionamos cinco tendencias decorativas que nunca deberían haber ocurrido.

En esta foto convergen dos de las tendencias que nunca debimos practicar (y ninguna tiene forma de botella)

En esta foto convergen dos de las tendencias que nunca debimos practicar (y ninguna tiene forma de botella) Foto: Akhila Katuri

Eduardo Infante
Eduardo Infante

Periodista especializado en decoración, diseño e interiorismo

Algunas de estas tendencias ya eran un disparate en su momento, mientras otras fueron desvirtuándose con el paso de los años hasta resultar en auténticos horrores. Porque todos podríamos haber sobrevivido sin forrar la taza del retrete de pelo, sin recurrir al gotelé o sin mezclar elementos tribales sin ton ni son. Y sin embargo, lo hicimos. ¿Qué nos empujó a ello? ¿Somos conscientes de lo disparatadas que resultan hoy en día?

A continuación, desglosamos cinco corrientes decorativas que no deberían volver. ¿El motivo? No solo que estéticamente son más que cuestionables (aunque eso es cuestión de gustos) sino porque muchas de ellas eran un atentado contra el medio ambiente, el valor del diseño como arte o hasta el respeto a otras culturas. 

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Plantas artificiales

Las plantas artificiales (o todo aquello de plástico contaminante)

Lo cierto es que, por mucho que hoy en día sea completamente lógico demonizar el plástico, este material fue clave en el diseño de mobiliario de los años 50 y 60 y, por ende, de muchos de los muebles de los que disfrutamos hoy. De no ser por él hoy en día no tendríamos iconos como la Plastic Chair de los Eames (que fue clave en la producción de mebles a gran escala), de butacas como la Up de B&B Italia (que basaba su relleno en él) o de muchas de las creaciones de Verner Panton.

Pero si todos estos mitos del diseño han sabido adaptarse en versiones mucho más respetuosas con el medio ambiente... ¿Por qué nos empeñamos en seguir usando plantas de plástico? Es una incógnita y todo un quebradero de cabeza para aquellos que aman las plantas. De hecho, emular un elemento natural con un material que es precisamente malo para la naturaleza no parece muy lógico. De acuerdo, no se pudren ni hay que regarlas pero, si lo que queremos es no tener que mover un dedo por ellas, tenemos alternativas de tela o de papel que, si bien no son tan realistas, son mucho más honestas.

Benito y Manolo aseguraban ser los introductores del gotelé en España. Un dudoso honor.

El bendito gotelé

Aunque sus orígenes no están demasiado claros, la leyenda cuenta que el gotelé es de origen 100% español. De hecho, al parecer la propia casa del dictador Francisco Franco fue la primera de España en recurrir a esta técnica que parecía moderna durante los años 60. Así que de aquí no podía salir nada nuevo. El boom inmobiliario de épocas posteriores hizo que esta pintura con pequeños grumos que parecen gotas (de ahí su nombre) se popularizara en las viviendas españolas y se convirtiera casi en un omnipresente inquilino de cada casa.

Su mayor poder residía en que, gracias a su textura, no se perciben las irregularidades de las paredes, algo muy útil cuando una casa se construía con materiales de baja calidad y poco tiempo. ¿Atrofió el gotele el gusto decorativo de toda una generacion de españoles? No nos atrevemos ni a responder... Pero sí nos atrevemos a decirte cómo se quita y cuánto cuesta deshacerte de él.

Orientalismo

El mix de orientalismos

Una pared con la imagen de unas rocas de río una sobre otra, un Buda dorado sobre una cómoda, falsos kilims en el suelo, máscaras de madera, tapices con una extraña inspiración bereber... Seguro que todo esto te suena. Y te aterra. Porque una de las peores tendencias de la decoración ha sido la de apropiarse de numerosos símbolos y artesanías de otras culturas, especialmente las asiáticas y las africanas, para vaciarlas de contenido y servirlas como un adorno más. Además, mezclarlas sin que tengan relación alguna solo porque nos parece "étnico" bajo la etiqueta de boho-chic tampoco ha ayudado.

Si quieres incorporar piezas de otras culturas, mejor que sean auténticas y que se haga con cierto respeto. Otra opción si quieres acercarte a esta otra cultura es abrazar el estilo japandi, aquí te contamos cómo se hace.

Chalk Paint

Ponerse creativos con el chalk paint

Si algo no es antiguo, no hay necesidad de envejecerlo. Sin embargo, con la pintura a la tiza nos empeñamos en pintar muebles emulando que el paso del tiempo había hecho mella en ellos. Nuevamente, no hacía falta. Pero el chalk paint triunfó, cosechó un enorme éxito y su creadora, la artista Annie Sloan, se hizo de oro vendiendo libros y licencias. ¿Es acaso el chalk paint el gotelé del siglo XXI? Quizás lo peor es que no ha venido solo: junto a él cientos de acabados que emulan tener una pátina natural han proliferado en todo tipo de materiales y muebles haciendo, nuevamente, que lo impostado y lo falso sea la norma. Si no estás de acuerdo con nosotros, aquí tienes una guía para utilizarlo como un profesional.

Baños forrados de pelo: el motivo de muchas pesadillas.

El baño hiperproducido

Allá por los 70 y los 80 se puso realmente de moda decorar el baño de formas que hoy calificaríamos como "atrevidas". Entre los muchos disparates de por aquel entonces estaba el apostar por azulejos de intrincados estampados para todas las paredes (a veces incluso en el techo) o por añadir elementos como la alfombrilla para el retrete (tenía la forma de la base del inodoro) o la funda para la tapa del WC. ¿Acaso era necesario? No, no lo era. ¿Era estético? Ni mucho menos.

Solo de pensar en un retrete forrado de pelo se nos ponen los pelos de punta. Por supuesto, no es que queramos decir que los baños deban ser espacios que carezcan de personalidad y color (para ello tenemos aquí estos ejemplos) pero no debemos llegar nunca a estos extremos.

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