25 claves para aprovechar al máximo el espacio de una casa pequeña (y mantener el estilo y buen gusto)

En interiorismo, la estrechez de un espacio no es una cuestión de más o menos metros, sino de un mejor o peor aprovechamiento.

Con imaginación, lógica y buenas ideas, hasta la casa aparentemente más pequeña te parecerá un prodigio de orden y amplitud.

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Te explicamos los secretos de arquitectos e interioristas para exprimir al máximo la capacidad de un interior.

1. ¿Solución o negocio?

Sea por el alza de los precios, especialmente en las grandes ciudades, o por los cambios sociales que convergen hacia núcleos familiares con menos miembros, cada vez más gente vive en casas de pocos metros. Su demanda ha impulsado el modelo de vivienda mínima o tiny houses.

De un modo u otro, lo cierto es que las propuestas arquitectónicas de miniviviendas están a la orden del día y que corresponde a los equipos de diseño adaptar el proyecto a una gran calidad de vida.

2. Luz y espacio

No por sabido dejaremos de destacar que la luz es una de las herramientas más poderosas para modificar la percepción del espacio. Un apartamento o habitación pequeño lo será menos si hay abundante luz.

Ello no significa que no pueda complementarse con ambientes de luz más tenue; al contrario: la posibilidad de escoger qué iluminación es la conveniente en cada momento es muy positiva.

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3. El poder de la penumbra

La oscuridad es también una herramienta interesante en términos espaciales. Oscurecer el perímetro arquitectónico de una estancia puede ser percibido de forma contraria a la esperada: la desaparición de los límites físicos del entorno es otro modo de ampliar la dimensión de un espacio; en este caso, si el lector me permite la expresión, hasta el infinito ni más ni menos.

4. Buenos reflejos

No descubrimos nada nuevo al proponer espejos como elementos amplificadores del espacio; la clave está en la forma de utilizarlos. El espejo ha de ocupar la totalidad de un paño de pared –de pared a pared y de suelo a techo– para que tenga el efecto que buscas. Puedes colocar un mueble frente a él, pero también ocupando toda la amplitud del paño de pared para que funcione al 100%.

5. Técnicas de camuflaje

Si la colocación de un espejo te resulta demasiado obvia, una estrategia para dotarlo de mayor sofisticación y disfrazar su presencia sin que por ello deje de ser efectiva es emplazar a escasos milímetros de la superficie un elemento de madera o metal perforado. Puede ser mediante microperforación o grandes huecos, y funciona bien tanto si son orgánicos como de geometrías de origen matemático.

6. Distribución móvil

Otro tipo de flexibilidad es la capacidad de modificar la distribución de un espacio mediante un ingenioso diseño de tabiquería móvil. Desde la pionera casa Rietveld (1924) en Utrecht, Holanda, numerosas propuestas de viviendas con tabiquería móvil extraordinariamente ingeniosas han visto la luz. Este tipo de distribución es más cara, pero no prohibitiva.

7. ¿Apostar todo al blanco?

Al igual que la luz aumenta la percepción de amplitud de los espacios, del mismo modo lo hace el color blanco. Para huir de una estética excesivamente aséptica, te recomendamos utilizar el color blanco en paredes, puertas, muebles y techos, pero contrastado con otro material en suelo, bancada de cocina y mesa de comedor, por ejemplo.

8. La trama del pavimento

Maximizar la percepción de espacio a través del subconsciente también es posible. Una de las estrategias más efectivas (utilizada por Le Corbusier en la Ville Savoye) es desvincular el despiece del suelo de la geometría de la vivienda. Lograremos que las divisorias se perciban como elementos dispuestos sobre un tapete mucho mayor.

9. Diferencia de altura

Los pequeños espacios han de pensarse en metros cúbicos, contemplando la altura como una herramienta más. No todas las actividades que hacemos en casa requieren de la máxima altura útil. Si elevamos la cama 1,5 m, todavía podremos utilizarla a la vez que liberaremos más de 10 m2 de espacio de almacenaje bajo ella.

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10. Saca provecho al techo

Una alternativa a elevar piezas es bajar techos; en este caso evitarás las incómodas escaleras. Eso sí, en la mayoría de ocasiones la superficie ganada será exclusivamente de almacenaje; aunque si te paras a pensar, la cantidad de metros que podemos llegar a invertir en armarios es una opción de aprovechamiento también válida.

11. Agrupar zonas técnicas

Algunas piezas no entran en el juego de la flexibilidad porque no admiten cambiar sus usos según la necesidad. Nos referimos a los cuartos húmedos –cocina, baño y lavadero–: su compleja tecnificación lo complica enormemente. Es conveniente agruparlas para reducir el impacto en el espacio de estas instalaciones.

12. Juntas, pero no revueltas

En la mayoría de espacios pequeños encontrarás la cocina y el baño agrupados junto a la pared medianera de la vivienda, permitiendo que la luz incida principalmente sobre el resto de estancias. No es extraño, además, que el baño se ubique tras la cocina de forma que sea la estancia más oscura y privada de la casa.

13. Entrar por la cocina

En un espacio pequeño cada metro cuadrado es oro. Es complicado destinar parte de la superficie a un recibidor o distribuidor, pero no es menos cierto que estos espacios aportan gran valor en términos de usabilidad, ofreciendo pequeñas áreas que se utilizan como preámbulo hacia otras.

Una estrategia tan arriesgada como efectiva es utilizar la propia cocina semi integrada como recibidor; si se logra con éxito, esos tres metros cuadrados frente a la bancada de la cocina darán un valioso servicio a la casa mientras no se esté preparando ninguna comida.

14. Muebles que también separan

Quizá creas que el espesor de un tabique no suponga una inversión de espacio apreciable, pero si piensas que probablemente cada una de las piezas que separa necesita un mueble de apoyo, el impacto comienza a ser apreciable. Por este motivo un mueble separador, diseñado para servir a las dos piezas a las que divide, es una de las formas de aprovechamiento más eficientes que existen.

15. Continuidad espacial

Si tienes opción de hacer que una superficie exterior se entienda como la continuidad del interior, hazlo. Las estrategias son múltiples; quizá la más importante sea lograr que entre interior y exterior no haya ningún desnivel para que la conexión entre ambos sea natural y fluida.

Trata de dar continuidad a los revestimientos de paredes, suelos y techos, y utiliza elementos de mobiliario iguales que en el interior.

16. Útiles transformers

El mobiliario juega un papel fundamental en el máximo aprovechamiento del espacio. En las viviendas pequeñas suelen ocupar todo lo ancho y alto de las estancias, como grandes paquetes que ofrecen distintos servicios a los espacios que acompañan más allá de guardar objetos y utensilios.

En un mueble podemos ocultar camas, escritorios, televisores o sofás que, de forma ágil, aparezcan y desaparezcan en función de la necesidad o del momento del día.

17. Diseño flexible

Cualquier pequeño espacio construido necesita reducir las piezas especializadas a la mínima expresión. Por este motivo acostumbran a convivir zonas como el dormitorio y la sala de estar o la zona de estudio y el comedor. Esta capacidad de tener espacios abiertos y de una sala para transformarse y dar servicio a distintas actividades de forma adecuada es la flexibilidad arquitectónica y se usa en viviendas grandes y pequeñas.

18. Ganar metros al exterior

Ya hemos comentado la importancia de sumar el interior al exterior. Para enfatizar aún más este efecto positivo puedes instalar ventanas proyectables o balconeras plegables; su principal característica es la de poder plegarse una hoja sobre otra hasta prácticamente desaparecer. Otra alternativa son las ventanas Pocket que se esconden en la fachada, igual que las puertas correderas de interior.

19. Vistas al infinito

En ocasiones concretas, todas estas estrategias relacionadas con la posibilidad de tener una conexión con el exterior son inviables. Aún queda la opción de recurrir a las nuevas tecnologías o a la artesanía para incorporar al diseño interior un gran mural o empapelado que introduzca una perspectiva de calidad junto a la sala principal.

20. Mínimo descanso

El dormitorio, entendido como espacio exclusivamente para dormir, puede interpretarse de la forma más radical con el objetivo de reducir su impacto en el espacio. De este modo, una cama de matrimonio incrustada en un hueco de dos por dos metros de superficie y entre 1,2 y 1,5 metros de alto es suficiente para realizar su función.

21. Para platos y manos

En situaciones extremas hacen falta soluciones poco convencionales. Una de ellas es combinar el lavamanos y el fregadero en un único elemento. Quizá no dentro del lavabo, pero tampoco en la bancada de la cocina. Colocar un lavamanos/ fregadero fuera del baño y cerca de la cocina es una manera sorprendente de ahorrar espacio.

22. Ducha a la danesa

Otro elemento que consume metros innecesariamente es el plato de ducha –una bañera ni se contempla en casas pequeñas–. En Dinamarca es común encontrar duchas que no son más que un sumidero en el suelo del baño y un rociador en el techo. Tal vez te parezca extraño, pero es una opción más para ganar superficie útil.

23. El fuego esencial

En la bancada de una cocina reducida, la zona de cocción es la que más espacio consume. Existen dos opciones para paliar esta circunstancia: utilizar cocinas de dos fogones, que ocupan tan solo 30 cm de superficie, o una placa de inducción oculta bajo la encimera, que permite emplear toda la bancada mientras no cocinas.

24. Reducir la aparatosidad

Quizá porque la demanda ya ha llegado o porque los fabricantes han percibido la futura necesidad, el caso es que existen multitud de opciones de electrodomésticos de reducidas dimensiones para espacios pequeños. El máximo ejemplo lo constituyen los lavavajillas sobre encimera o los frigoríficos cajoneros.

25. Espacio de trabajo

Trabajar desde casa es bastante común. Evidentemente, una vivienda pequeña no puede permitirse el lujo de habilitar una estancia específicamente como estudio, pero la buena noticia es que basta una superficie de apoyo mínima –40 cm de profundidad si se trabaja con ordenador– y una silla cómoda para solventar con nota la papeleta. Las mesas de comedor son el recurso más socorrido, pero incluso un buen diseño a medida puede extraer el mejor partido de un pequeño rincón.

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