“El coliving es una fórmula que da respuesta a muchas de las necesidades habitacionales de un estilo de vida contemporáneo. Cada vez son más las personas que, por distintas causas, viven solas en la ciudad, y también son muchas las que optan, al menos durante una temporada de su vida por motivos profesionales o personales, no establecerse de manera permanente en un inmueble concreto o en una ciudad”. Esta declaración que nos cuentan desde Suiters, la línea de colivings urbanos impulsada por Grupo Marjal, no hace sino responder a una realidad social que está condicionando nuestra forma de habitar las ciudades. Y es que según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de personas que viven solas en España no ha dejado de crecer, y actualmente hay 5,4 millones de hogares unipersonales, una cifra que se prevé que aumente 41,9% en los próximos 15 años.
Una fórmula muy extendida
En este contexto, el coliving emerge como una fórmula cada vez más extendida en Europa que comienza a consolidarse también en España. Y esto es precisamente lo que llevó a Grupo Marjal, plataforma empresarial española especializada en la creación, desarrollo y gestión integral de negocios en los sectores residencial, turístico y de flex-living desde hace más de 40 años, a crear Suiters, su línea de colivings urbanos. “Suiters nace para dar respuesta a un modelo de vivienda flexible, sin barreras de entrada ni salida, con todo incluido (amueblamiento, suministros, limpieza, comunidad...) y orientado a personas que buscan algo más que un simple lugar donde dormir. Además, el coliving nos permite crear una experiencia residencial con valor añadido, algo que encaja con nuestra filosofía y la apuesta por diversificar con soluciones adaptadas a los nuevos estilos de vida”. Esta realidad, que ellos mismos constatan, refleja un fenómeno global que trasciende a una oferta tradicional de vivienda basada en la rigidez de contratos y espacios inmóviles.

El diseño ocupa un lugar importante en los espacios de coliving, como demuestra el nuevo abierto por Suiters en Málaga.
David Corrochano
Se trata de un modelo que, en esencia, ofrece mucho más que un lugar donde dormir. “El coliving es una fórmula que da respuesta a muchas de las necesidades habitacionales de un estilo de vida contemporáneo. Plena, porque disponen de todos los servicios de los que dispondrían en la vivienda más completa de la que podrían disponer, junto a una comunidad de usuarios de un perfil similar, con los que compartir experiencias. Y responsable, por el hecho de optimizar al máximo los recursos que disfrutan junto a otros usuarios”.
Espacios adaptables a la vida actual
La clave no reside solo en la oferta de servicios, sino en la adaptabilidad de estos espacios a la vida actual. “Cada inmueble con el que trabajamos tiene una genética especial. Hemos rehabilitado inmuebles de distintas épocas, con lenguajes constructivos y estéticos muy diferentes entre sí. Es fundamental que el usuario pueda impregnarse de la experiencia de vivir en un edificio histórico, o industrial, o cualquiera que sea su naturaleza. El diseño es la herramienta para hacer única la experiencia de esos espacios cubriendo todas las necesidades habitacionales contemporáneas”, explican, con espacios que incluyen mobiliario versátil y sencillo que pueda ser reubicado para adaptarse a todas las necesidades, hasta diferentes intensidades de color para generar múltiples experiencias, pasando por la propia ubicación de los espacios, ya que la mayoría suelen estar en zonas céntricas y que ayudan a tener una experiencia única, como “tener el Retiro a un paso para hacer running en Madrid, estar apenas a unos pasos de las mejores experiencias gastronómicas en Alicante, o estar en pleno centro cultural y de ocio en Málaga”.

Los coliving suelen estar ubicados en zonas céntricas de la ciudad, ofreciendo múltiples posibilidades de ocio y cultura.
David Corrochano
Esta fórmula satisface al residente y devuelve vitalidad al entorno urbano donde estos espacios encuentran acomodo. “Nuestra propuesta se caracteriza por generar un triple impacto a distintas escalas. En primer lugar por ofrecer al usuario espacios confortables, adaptables, en los que pueda sentirse cómodo y desarrollar todas sus actividades. En segundo lugar, por dinamizar una comunidad de usuarios en la que se produzcan interacciones valiosas. En tercer lugar, mejorar el entorno urbano en el que se insertan los establecimientos, que en muchas ocasiones son edificios en desuso en el centro de las ciudades. Conseguimos que vuelvan a ser útiles en el entorno urbano, aportando una estética acorde con el entorno, contribuyendo a que exista una densidad de población equilibrada, y generando valor mediante distintas estrategias e iniciativas con los colectivos, entidades y comercios cercanos”.
Tantas soluciones como perfiles
La consolidación de este modelo también viene marcada por la diversidad de perfiles que encuentran en el coliving una solución adaptada a diferentes momentos vitales. “El perfil más habitual es el de jóvenes profesionales, tanto autónomos como trabajadores por cuenta ajena, especialmente internacionales, que eligen una ciudad concreta por afinidad o por oportunidades laborales y valoran poder instalarse de forma inmediata, sin complicaciones. También estamos viendo una creciente demanda por parte de empresas que desplazan a sus empleados temporalmente por formación, proyectos específicos o procesos de onboarding, o personas recién separadas”.

Las habitaciones son como apartamentos pequeños, teniendo además zonas comunes que no siempre se encuentran en pisos, como gimnasios o terrazas.
David Corrochano
Y esta tendencia no parece que vaya a detenerse. “A medida que el concepto de coliving se siga consolidando y la oferta aumente, veremos cómo los espacios tienden a especializarse en perfiles concretos. Esto permitirá una mayor segmentación y una adaptación más precisa a las necesidades de cada tipo de usuario: desde jóvenes profesionales y nómadas digitales hasta colectivos con dinámicas distintas, como personas mayores o usuarios en etapas de transición vital”. Así, la fórmula del coliving va mucho más allá de un fenómeno pasajero para convertirse en un modelo adaptado a la ciudad del presente y del futuro. No solo ofrece soluciones prácticas para habitarla, sino que contribuye a revitalizarla y darle un sentido de comunidad que la vivienda tradicional no siempre garantiza.
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