Frederikke Aagaard, arquitecta danesa: "En Dinamarca apostamos por reformar edificios antiguos en lugar de crear nuevos"

La arquitectura contemporánea se redefine a través de los materiales, la tecnología y sobre todo los valores. Bajo esta premisa se construye el nuevo Cosentino Trend Report 2025–2026, una publicación que en su segunda edición vuelve a ofrecer una mirada transversal, selectiva y argumentada sobre los escenarios que marcarán el futuro del diseño, la arquitectura y el habitar. El documento reúne voces relevantes, tendencias emergentes y propuestas concretas que abarcan desde el análisis sociológico al enfoque de la sostenibilidad, organizadas en torno a seis grandes ejes: Origen, Interior Total, Eco-Inteligencia, Flex Living, Tacto Natural y Elogio del Silencio.

La arquitecta danesa Frederikke Aagaard aporta una visión muy sostenible y local de la arquitectura.

En el primero de estos capítulos, Origen, se hace una lectura especialmente interesante del contexto nórdico a través de una entrevista con Frederikke Aagaard, arquitecta danesa, directora del estudio Together Architecture y reconocida divulgadora en medios como la televisión pública de Dinamarca. Su intervención pone en valor una sensibilidad local profundamente comprometida con la sostenibilidad, y articula de forma clara una posición arquitectónica centrada en la autenticidad, la reutilización y la escala humana. “Un lema creciente en Dinamarca, ‘preservar o explicar’, enfatiza la necesidad de justificar las demoliciones, alentando a los arquitectos a reutilizar y mejorar los edificios antiguos en lugar de empezar desde cero”. Esta afirmación sintetiza el pensamiento de una generación de arquitectos que ya no ven el diseño como una tabla rasa ni como un escaparate de novedades, sino como una práctica consciente, enraizada y selectiva.

Portada del Cosentino Trend Report 2025 2026.

El modelo danés, explica Aagaard, ha sabido evolucionar incorporando soluciones técnicas y culturales. “En Dinamarca, la vivienda está evolucionando hacia un modelo de co-living para reducir las emisiones de CO₂ y el consumo de espacio, ya que más de la mitad de los adultos vive solo”. Este dato sirve para entender un enfoque de diseño que prioriza la eficiencia, una eficiencia que atraviesa también la materialidad, los acabados y el modo de intervención sobre lo existente. Frente a una arquitectura de gestos neutros o referencias nostálgicas, Aagaard reivindica la claridad: “Como arquitecta, la autenticidad es esencial. El diseño de un edificio debe alinearse con su carácter original y no imitar una época diferente”. La autenticidad, por tanto, no se plantea como un fetiche de estilo, sino como una ética del proyecto, una respuesta coherente al contexto físico y temporal del edificio.

La arquitectura apuesta por una sensibilidad local profundamente comprometida con la sostenibilidad,

En este sentido, el Cosentino Trend Report reconoce un fenómeno creciente en Europa del Norte: una nueva atención al detalle artesanal como herramienta de expresión arquitectónica. Aagaard lo describe con claridad: “Este enfoque fomenta la creatividad, introduciendo ornamentación y detalles, como el trabajo en ladrillo estampado, el mortero de colores o ritmos únicos en el diseño”. En lugar de imponer formas o tipologías, esta estrategia busca el equilibrio entre técnica, tradición e innovación, devolviendo al proyecto arquitectónico su dimensión específica y cultural.

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La selección de Aagaard en el capítulo Origen no es casual. El informe traza una narrativa donde la procedencia se convierte en una clave para entender cómo se habita y cómo se construye. Frente a una globalización que a menudo diluye las diferencias, la experiencia danesa aporta una perspectiva sólida sobre el valor de lo local, no como adorno identitario, sino como argumento operativo.