La alucinante transformación de un antiguo taller del siglo XIX en una vivienda familiar que mantiene su pasado

"Cada ladrillo, cada viga y cada pieza de hierro restaurada cuentan una historia, y gracias al cuidado en la selección de materiales y en la aplicación de técnicas tradicionales, esta historia continúa viva". Así nos cuentan desde Studio Basheva la rehabilitación que han realizado en una antigua forja del siglo XIX en Londres para transformarla en una vivienda contemporánea de dos dormitorios y un marcado estilo industrial. El proyecto no solo respeta el pasado sino que le rinde homenaje a través de la artesanía local y los materiales tradicionales empleados que han devuelto a la vida este espacio sin traicionar a su historia.

Originalmente, el edificio fue concebido como taller de forja, después como subestación eléctrica y, finalmente, durante décadas permaneció abandonado. El reto era mayúsculo: conservar su esencia industrial y artesanal, y transformarlo en un hogar habitable en el que, además, se pusiera el foco en la sostenibilidad. Para ello, el estudio de arquitectura trató de restaurar la mayor parte de elementos originales: desde ladrillos que fueron limpiados y recolocados a mano, hasta vigas y cerchas de madera, así como puertas y ventanas de hierro.

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Rescatar la esencia

"Restaurar un edificio histórico no es solo una cuestión estructural. Es un proceso en el que se rescata su esencia, se respeta su historia y se integran soluciones contemporáneas sin perder la autenticidad del pasado", aseguran desde Studio Basheva. "En el caso de La vieja forja, la recuperación de la artesanía y los materiales tradicionales desempeñó un papel clave en la rehabilitación de este antiguo taller convertido en vivienda".

Ladrillos restaurados

"Desde el inicio, el proyecto apostó por el uso de materiales naturales y tradicionales", explican desde el estudio. "El ladrillo macizo, característico de la construcción original, fue cuidadosamente recuperado, limpiado y reutilizado en la reconstrucción de los muros dañados. Allí donde fue necesario reponer material, se seleccionaron ladrillos elaborados a mano, de composición y textura similares a los originales, para garantizar una continuidad estética y material".

Morteros de cal tradicionales

"Para respetar la transpirabilidad del edificio, se descartó el uso de cementos modernos en favor de morteros de cal, más compatibles con la estructura original y con la capacidad de regular la humedad de manera natural", comentan los arquitectos. Se trata de una de las muchas medidas que forman parte de una estrategia integral de sostenibilidad mantenida en esta rehabilitación.

Elementos de hierro hechos a mano

El hierro forjado, elemento clave en la identidad del edificio, fue otro de los protagonistas en la rehabilitación. "La vieja forja debía su nombre a su pasado como taller de forja, y aunque su uso había cambiado con el tiempo, era fundamental mantener vivo ese legado", aseguran desde el estudio. Así, numerosos detalles en barandillas, herrajes y soportes fueron elaborados a mano por artesanos especializados, "empleando martillo y yunque, como se hacía en el siglo XIX".

Escalera de caracol hierro forjado

La escalera de caracol de hierro forjado, que se convierte en el centro de la vivienda y potencia la atmósfera industrial, fue diseñada a medida para el proyecto.

Ventanas de estilo industrial

También se recuperaron y restauraron las antiguas puertas y ventanas de hierro, respetando su diseño original, pero incorporando vidrios de alto rendimiento térmico para mejorar la eficiencia energética.

Madera recuperada y técnicas artesanales

La madera presente en el edificio también fue restaurada. "La estructura original presentaba cerchas y vigas de gran valor, pero muchas se encontraban en un estado de deterioro avanzado. En lugar de reemplazarlas por soluciones modernas, se optó por restaurarlas utilizando técnicas de carpintería tradicional", comentan desde el estudio. Así, los ensambles originales, realizados sin clavos ni tornillos, fueron reforzados con métodos similares a los empleados en su construcción original. "Para las zonas donde fue necesario añadir nuevas piezas estructurales, se eligió madera de roble recuperada, tratada con aceites naturales y ceras ecológicas que realzaban su envejecimiento sin alterar su textura ni color".