Convertir una vivienda en un auténtico refugio de calma es un objetivo ambicioso, especialmente cuando se parte de una parcela de 4.000 metros cuadrados ubicada en una de las zonas más exclusivas de Marbella. Ese fue el punto de partida para GC Studio, el estudio marbellí dirigido por Lucía Casaus y Alexis González, al enfrentarse a la reforma integral de esta villa situada en Altos Reales. Una casa que, sin recurrir a estridencias, aspira a redefinir el concepto de lujo mediterráneo desde la serenidad, el orden y la conexión natural con el paisaje.

Varios niveles que se adaptan

La intervención se articula en varios niveles que se adaptan con naturalidad a la topografía del terreno, privilegiando las vistas al mar Mediterráneo. Lejos de encerrarse en sí misma, la casa se abre hacia el exterior a través de grandes ventanales correderos, terrazas generosas y espacios de transición que difuminan los límites entre dentro y fuera. Todo en ella ha sido diseñado para potenciar la fluidez, la entrada de luz y la relación con el jardín, que se despliega en diferentes cotas hasta alcanzar la piscina y los rincones de sombra que rodean la casa.

El corazón del proyecto lo conforman sus amplias zonas de estar, concebidas como espacios diáfanos pero claramente jerarquizados. Desde el vestíbulo, presidido por una librería retroiluminada que funciona como pieza escultórica, se accede al salón principal, un gran espacio de doble orientación que integra zonas de descanso, lectura y comedor, unificadas por una paleta cromática de tonos arena, blanco roto y matices piedra. Los sofás curvos, las mesas bajas de travertino y los textiles en lino o algodón refuerzan la sensación de confort contemporáneo, sin caer en lo ostentoso. En un extremo, una zona de televisión se enmarca con iluminación indirecta, estanterías retroiluminadas y revestimientos en piedra natural que aportan textura sin perder sobriedad.

El comedor principal se abre directamente al porche exterior mediante ventanales de suelo a techo. Allí, una gran mesa de madera con sillas trenzadas de cuerda natural y lámparas colgantes de fibras vegetales componen un ambiente relajado y acogedor. Este comedor al aire libre se completa con una cocina exterior totalmente equipada, pensada para largas sobremesas en verano, rodeada de vegetación autóctona y protegida por la arquitectura porticada de la vivienda.

Mandan los materiales nobles

Además de los espacios comunes, la villa alberga una cocina exterior de líneas suaves y estética envolvente, concebida como una prolongación natural de la zona social. Aquí, los materiales nobles vuelven a ser protagonistas: madera clara en los frentes, piedra natural en la encimera y un gran volumen central curvo que integra una barra de desayuno y zona de cocción. Todo se ha dispuesto para favorecer el uso cotidiano sin renunciar a la elegancia. La iluminación colgante, sutil y escultórica, flota sobre la isla principal, reforzando el carácter sereno y contemporáneo del espacio.

El área de descanso se articula en torno a los siete dormitorios de la vivienda, concebidos como estancias privadas en las que el lujo se expresa desde la discreción. La suite principal, situada en la planta superior, incluye un amplio vestidor con mobiliario a medida, una zona de estar privada y acceso directo a una terraza con vistas privilegiadas al jardín y al mar. En el interior, la sobriedad de la madera, la iluminación tenue y los tejidos naturales crean una atmósfera envolvente y silenciosa, ideal para el descanso.

En el mismo nivel se encuentran los baños, que mantienen el mismo enfoque estético: líneas puras, materiales naturales y detalles cuidados. Predominan los lavabos de piedra, las griferías en acabados metálicos cálidos, los espejos retroiluminados y los suelos continuos en tonos arena. En cada rincón, el diseño de GC Studio se siente honesto, sin artificios, y profundamente conectado con la idea de confort duradero.

Una zona de cuidado personal

La planta inferior alberga un spa privado con piscina climatizada interior, zona de hamacas, gimnasio totalmente equipado, una sala de cine con iluminación regulable y un bar de diseño para disfrutar en compañía. Además, en toda la casa, el diseño de iluminación juega un papel crucial. La luz se integra mediante foseados en techos, baldas retroiluminadas o lámparas colgantes escultóricas, que aportan calidez sin resultar invasivas. Este trabajo técnico, casi invisible, ayuda a reforzar la sensación de lujo silencioso que recorre todos los espacios.

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