El dormitorio es la estancia más personal de nuestra casa, aquella en la que nos refugiamos para dejar de lado todas nuestras preocupaciones y descansar. Por eso es importante que esta habitación esté decorada acorde a nuestros gustos y su diseño nos represente. Y como uno de los elementos focales del nuestro santuario es el cabecero, que enmarca la cama y viste la habitación. Además, aísla la cama de la pared y aporta sensación de seguridad, lo que lo convierte en una pieza clave para determinar el estilo y aportar el deseado confort.

A la hora de decantarse por un cabecero, los más populares son los de madera o tapizados. Pero, ¿cuál elegir? Analizamos los pros y contras de cada uno.

Cabecero de madera de grandes dimensiones

Cabecero de madera de grandes dimensiones.

Vicent Leroux

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Ventajas de los cabeceros de madera

En general, los cabeceros de madera son una alternativa más asequible que los tapizados, debido a la naturaleza de su elaboración y a los materiales adicionales requeridos en el propio tapizado. Además, la propia materialidad de la madera es perfecta para aportar calidez al espacio. También se coronan la opción más duradera, resistente, y sencilla de limpiar, ya que solo requiere que se pase un paño algo húmedo humidificado,

Engrosando la lista de pros, está la versatilidad del material, que puede configurarse para todo tipo de dormitorios, desde los más rústicos, en versiones naturales o decapadas a más modernos, usando colores más oscuros, como nogal, cerezo o palisandro e incluso de estilo nórdico, si se usa la madera de pino.

Cabecero tapizado de terciopelo

Cabecero tapizado de terciopelo.

PABLO VEIGA

Pros de los cabeceros tapizados

Son perfectos cuando se busca proporcionar un nivel adicional de comodidad, ofrecido por su acolchado suave al tacto. Destacan también por su versatilidad en diseño, ya que ofrecen una amplia gama de opciones, de colores y tapizados, para personalizaros y ajustarlos al esquema de color y estilo del dormitorio. Desde tonos neutros hasta colores vibrantes y opciones de tela que van desde el lino al terciopelo, permiten expresar el gusto personal.

Además, que sean acolchados permiten apoyar la espalda de manera cómoda, un factor que puede ser especialmente beneficioso para quienes quieren disfrutar de un respaldo más mullido mientras leen en la cama.

Sumándose a estas ventajas, los cabeceros tapizados ofrecen la posibilidad de unificar textiles y elegir la misma tela o una coordinada para otros elementos de la habitación, como cojines, cortinas, butacas o el pie de cama. Y debido a los materiales de su composición, tienden a ser menos pesados que los de madera y mucho más móviles, lo que facilita cambiar la disposición del dormitorio y el ajuste de la distribución del espacio. Asimismo, permiten una actualización del estilo sencilla y en el caso de realizar reformas o cambios en el dormitorio, siempre está la opción de retapizar el cabecero en lugar de reemplazarlo por completo.

Cabecero de madera con mesillas

Cabecero de madera con mesillas.

David Zarzoso

Los contras de los cabeceros de madera

Aunque son una opción atemporal perfecta, los cabeceros de madera son más duros y fríos, ya que si los utilizamos para apoyarnos, requiere que coloquemos varios cojines entre el mueble y nuestro cuerpo. Además, su robustez los hace menos movibles, lo que puede limitar a la hora de cambiar la decoración del dormitorio.

Cabecero textil

Cabecero textil.

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Inconvenientes de los cabeceros tapizados

Uno de los principales problemas de los cabeceros tapizados es su precio y es que suele ser algo más elevado que los de madera. Además, demandan un mantenimiento bastante regular y precisan de limpieza constante tratando las manchas en seco y con más cuidado que con los de madera.

¿Por qué opción decantarse?

En definitiva, la elección entre un cabecero de madera o un diseño tapizado puede depender del estilo personal. El presupuesto disponible también puede tener mucho que decir, ya que los cabeceros de madera suelen ser una opción más asequible, mientras que los tapizados pueden adaptarse mejor a gustos específicos debido a su amplia variedad de diseños y colores.