Descubre cómo celebrar tu boda en estas obras maestras arquitectónicas: ¡Es posible dar el sí rodeados de la mejor arquitectura!

Eames House

Como idea, lo de celebrar tu boda bajo los eucaliptos de la Casa Eames, en Pacific Palisades (California) no está nada mal. Eso sí, debe ser una boda íntima, de entre 8 y 14 invitados como máximo. Por el módico precio de 2.500 €  (con los que contribuirás a su mantenimiento) la Eames Foundation ofrece un paquete que incluye una ceremonia privada (el recinto se cierra al público durante dos horas), así como una visita interior (programada el mismo día u otro) para la pareja de novios.

Ojo al dato: no se permite decoración adicional, así que olvídate de los adornos florales, aunque ¿qué más adornos necesitas para casarte que estar rodeado de muebles icónicos del siglo XX? 

Museo Guggenheim Nueva York

Casarse en un edificio de Frank Lloyd Wright tiene un precio, y si hablamos del Museo Guggenheim de Nueva York, una de sus obras maestras y considerada Patrimonio Mundial, la cifra asciende a la friolera de 24.000 €. Preparen el talonario, porque además, los novios tendrán que correr con todos los gastos e infraestructura para el evento, como mesas, sillas, cubiertos o flores… No sabemos qué pensaría el arquitecto de todo esto, pero imaginamos que no estaría demasiado conforme. Nuestro consejo: no dejes que el espíritu de Frank te quite la ilusión y date el gusto de casarte en uno de los edificios más bellos y polémicos de la arquitectura moderna.

*Hasta marzo de 2023 era posible realizar bodas. Hoy es necesario confirmar con el museo si hay disponibilidad.

Casa Coderch

La historia de Casa Coderch es tan fascinante como la propia casa, construida por el arquitecto José Antonio Coderch en 1972 (y que fue su hogar) en Sant Feliu de Codines, a pocos kilómetros de Barcelona. Tras una cuidada restauración a cargo de su sobrino, la casa está disponible para eventos o rodajes, y, de forma muy excepcional, existe la posibilidad de celebrar allí tu boda. Eso sí, los requisitos son extremadamente exclusivos (y mucho más importantes que el coste económico de la celebración), así que antes de enviar una consulta, debes pensarlo muy mucho.

Parrish Art Museum

¿Te imaginas casarte en una galería flanqueada por dibujos de Jackson Pollock y en un edificio espectacular?

Diseñado por Herzog & de Meuron, este museo de arte contemporáneo en Los Hamptons es un escenario de película como pocos para poder celebrar tu boda a todo tren. Tiene una capacidad de hasta 300 invitados y puedes elegir entre diferentes espacios.

Basílica de Aránzazu

La basílica de Arantzazu, obra de Francisco Javier Saénz de Oíza y Luis Laorga, también ofrece la posibilidad de celebrar el sacramento del matrimonio por el rito católico. Ubicado en Oñate (Guipúzcoa), el santuario es uno de los centros de peregrinación más importantes del País Vasco (durante su construcción, en los cincuenta, no estuvo exento de polémica porque a nadie le gustaba). Si decides pasar por el altar, te ayudarán en todo lo que necesites: sacerdote (si tú no traes alguno), cantor, organista o flores. 

Arcosanti

Si lo que buscas es epatar a tus invitados, te recomendamos reservar la Solar Classroom de Arcosanti, la zona más espectacular de la ciudad ecológica e inacabada del arquitecto Paolo Soleri, con capacidad para 40 personas. Allí podrás casarte bajo el sol de Arizona, en el que quizá sea uno de los lugares más mágicos, raros y originales del mundo de la arquitectura. Eso sí, sus plazas de alojamiento son reducidas, hasta 50 personas (puedes reservarlo via Airbnb).

Casa de Cristal

Esta obra de Philip Johnson es un hito moderno, uno de los muchos edificios emblemáticos del prolífico arquitecto. La estructura minimalista es espaciosa y acogedora, rodeada —como cabría esperar, dado su nombre— de cristal. La casa es un lugar encantador para celebrar bodas, pero hay que tener en cuenta que la reunión debe ser íntima. Sólo se admiten entre 30 y 50 personas por evento, y si te animas a pasar la noche de bodas, puedes hacerlo por una pequeña fortuna: 30.000 €. Una experiencia que sin duda está en la lista de deseos de la mayoría de los amantes de la arquitectura.