Cinco maneras de transformar por completo tu casa con un toque de pintura

La primera premisa para escoger el color adecuado es la cantidad de luz que tenga el espacio. A más luz, más libertad de elección porque cualquier tono funcionará bien. Tus muebles también cuentan a la hora de elegir el color de las paredes: si son oscuros, opta por tonos claros, y si son blancos, puedes permitirte otros más intensos. Recuerda que el blanco refleja hasta el 80% de la luz que recibe. Pero si tienes poca luz, prueba un blanco roto con algo de color, como un tono almendra, que aporta más calidez que el blanco puro. También un gris piedra o un arena, elegantes y suaves. Puedes empezar por pensar qué deseas que ocurra en la estancia y buscar tonos que potencien esas emociones: si quieres "activar" el espacio, busca colores como el rojo ladrillo, muy apreciado en el estilo rústico. Para una sensación resfrescante, el azul o el verde. El rosa transmite bienestar y el amarillo, alegría.

Pintar todo del mismo color

Pintar paredes y techos del mismo color o elegir varios son dos opciones que funcionan decorativamente. Pero si pintas todo igual, las estancias que estén conecta- das parecerán un mismo espacio, lo que dará sensación de amplitud y armonía. Si el tono es intenso y no deseaS sobrecargar los am- bientes, elige colores diferentes en función del uso de las estancias. Los tonos suaves siempre han servido para este recurso de estilo, pero ahora son tendencia.

TIP: LOS INTENSOS COMO EL AZUL OSCURO, EL ULTRAVIOLET, EL GRIS MINERAL, EL ROJO LADRILLO Y EL NEGRO, QUE CREA ESPACIOS SORPRENDENTES.

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Los que no cansan

Para que no te aburran, los tonos neutros son los ideales: como los tostados o los piedra. El blanco nunca pasa de moda: es un color ideal para estancias oscuras que reciban poca luz natural o habitaciones pequeñas que queramos ampliar sin obras. El gris sigue siendo el color estrella. Si optas por uno muy claro tienes la ventaja de que se adapta tanto a ambientes modernos como a otros más clásicos.

TIP: Y UNA TERCERA APUESTA SEGURA, EL ARENA, QUE TIENE LA NEUTRALIDAD JUSTA ENTRE EL GRIS Y EL OCRE Y POR ESO COMBINA CON TODO.

Mezclar tonos en un espacio

Existe una pauta matemática para lograr un equilibrio perfecto. Debe haber un color dominante que ocupe el 60% de la superficie (paredes, suelos y/o grandes piezas) y el otro 40% debe repartirse entre tres o cuatro matices distintos (en paredes, cortinas y detalles decorativos).

TIP: DESTACA UNA PARED CON UN COLOR DIFERENTE Y LA CONVERTIRÁS EN EL CENTRO DE TODAS LAS MIRADAS.

Según el espacio

Para el salón elige un tono cálido para potenciar la sociabilidad o uno más atrevido para conferir carácter al espacio. En la cocina, los rojos y naranjas abrirán el apetito. En el baño, son convenientes tonos que otorguen claridad. Pero puedes elegir uno muy oscuro para dar un aire contemporáneo y audaz. En el dormitorio, los fríos (azules y verdes) o los suaves y cálidos ayudan a descansar.

TIP: LOS TONOS EMPOLVADOS COMO EL ROSA PALO SON ROMÁNTICOS Y MUY RELAJANTES.

Puertas pintadas del mismo color que la pared

¿Y si pintas las puertas?

Si son puertas antiguas, destácalas dándoles un color diferente a la pared o jugando con distintos tonos en la puerta y el marco. Haz lo mismo con las ventanas.