Vivimos en una constante búsqueda centrada en optimizar los espacios y crear ambientes más luminosos y abiertos. En esta necesidad de crear hábitats que sean acogedores y funcionales, las puertas sin marco se han convertido en una opción que conviene tener en cuenta, especialmente cuando el espacio escasea. Su diseño minimalista y funcionalidad ofrecen una solución estética y práctica para quienes desean ampliar visualmente sus habitaciones y aprovechar al máximo cada metro cuadrado. Pero, ¿qué hace que estas puertas sean tan especiales? La interiorista Pia Capdevila nos adelanta todo lo que debemos saber sobre estos elementos y comparte sus consejos para sacar el máximo partido.

Ventajas de las puertas sin marco

Una de las principales ventajas de estos elementos es su capacidad para crear una sensación de continuidad en los espacios. “Al no tener marco, se integran con la pared y hacen que el espacio se vea más grande y limpio”, explica la interiorista. Y generar un efecto visual de amplitud resulta especialmente beneficioso en viviendas con espacios reducidos o en ambientes donde se busca una transición suave entre diferentes áreas, como el salón y la cocina, o el dormitorio y el vestidor.

Puerta sin marco

Las puertas sin marco son ideales en espacios reducidos, ya que no requieren espacio adicional para abrirse.

Cortesía de Pia Capdevila

Otra ventaja importante es su versatilidad en cuanto a diseño y materiales. Pueden fabricarse en diferentes acabados, desde vidrio hasta madera lacada, permitiendo adaptarlas a diversos estilos decorativos. Además, su instalación suele ser sencilla y limpia, ya que muchas opciones son puertas correderas o plegables que no requieren de un espacio adicional para abrirse, optimizando aún más el uso del espacio. Eso sí, Capdevila advierte que necesitan planificación previa: “Hay que planificarlas desde obra, usar sistemas específicos y cuidar mucho la instalación”, apunta.

Por otro lado, las puertas sin marco también aportan un toque contemporáneo y elegante a cualquier hogar. “También aportan orden, no acumulan suciedad y permiten aprovechar mejor el espacio”, añade. Además, su estética minimalista combina perfectamente con muchos estilos. Así lo corrobora la experta: “Funcionan bien en estilos minimalistas, contemporáneos y escandinavos, pero también en otros siempre que se quiera dar protagonismo a otros elementos”.

Elección de materiales

La variedad de colores y acabados disponibles permite personalizar las puertas sin marco según las preferencias y la decoración del hogar. Los tonos neutros, como blanco, gris o beige, son los más populares, ya que aportan luminosidad y se integran fácilmente con diferentes paletas de colores. El blanco, en particular, ayuda a reflejar la luz y a ampliar visualmente los espacios. “Si van del mismo color que la pared, desaparecen visualmente. En madera o contraste, aportan carácter”, apunta Capdevilla. También existen puertas en colores vibrantes o con acabados mate o brillante, que pueden convertirse en el punto focal de una habitación o en un elemento de contraste.

El uso del cristal en las puertas sin marco es otra tendencia en auge. Las puertas de vidrio transparente o con acabado esmerilado permiten que la luz fluya entre ambientes, reforzando la sensación de amplitud y conectando visualmente diferentes áreas de la casa.

Puerta sin marco

En color blanco en las puertas aplía visualmente los espacios.

Cortesía de Pia Capdevila

Cómo integrarlas en diferentes estilos de decoración

La clave para aprovechar al máximo las puertas sin marco es su correcta integración en el estilo decorativo del hogar. “Poniéndolas en zonas de paso, baños o accesos ayudan a unificar espacios y a mantener la estética”, advierte la experta. En ambientes minimalistas o modernos, las puertas en colores neutros y acabados lisos resaltan por su sencillez y elegancia. La opción de puertas correderas en vidrio o en tonos claros ayuda a mantener la sensación de espacio abierto y luminoso.

En decoraciones más cálidas o rústicas, las puertas en madera natural o con acabados envejecidos aportan carácter y armonizan con otros elementos de madera o texturas naturales. Para un estilo industrial, las puertas en tonos oscuros, con acabados metálicos o en vidrio con marcos metálicos, complementan perfectamente el entorno.

Puerta sin marco

“Poniéndolas en zonas de paso, baños o accesos ayudan a unificar espacios y a mantener la estética”, dice Capdevila.

Cortesía de Pia Capdevila

Además, las puertas sin marco pueden instalarse en diferentes tipos de habitaciones: dormitorios, salones, cocinas o incluso en baños, siempre que se elijan los materiales adecuados para resistir la humedad o el uso diario. “Hay que tener en cuenta que los errores más comunes son los de no preverlas en obra, hacer una mala instalación o elegir herrajes de baja calidad”, indica Capdevila.

Consejos para su mantenimiento y uso

Para mantenerlas en perfecto estado, es recomendable limpiar regularmente los acabados con productos adecuados según el material. Las puertas de vidrio, por ejemplo, requieren limpieza con productos específicos para evitar marcas y mantener su transparencia. Las puertas en madera o lacadas deben limpiarse con paños suaves y productos no abrasivos.

En cuanto a su uso, las puertas correderas sin marco son ideales en espacios reducidos, ya que no requieren espacio adicional para abrirse. Además, su sistema de cierre suele ser silencioso y suave, lo que aporta comodidad y funcionalidad al día a día.