¡Nueva vida a tus puertas de interior! 6 ideas simples, muy bonitas y originales para reformarlas

Primer paso: lijar y quitar las imperfecciones

Cambiar el estilo de un elemento de la casa, en este caso de las puertas, no implica perder su esencia. Ante un aspecto viejo y descuidado, lo primero será hacer un pequeño mantenimiento con el que arreglar las imperfecciones de la superficie. ¿Por dónde comenzamos? Nuestra recomendación, aunque aparatosa, es desmontar la puerta y quitarle todos los apliques para poder eliminar los restos del antiguo barniz de la superficie de la puerta y llegar a todos los rincones con mayor facilidad. 

Recomendamos una lijadora automática para facilitar el proceso. En el caso de que la puerta tenga imperfecciones, rellenaremos las mismas con masilla. De este modo quitaremos todos los golpes, consecuencia del uso, devolviendo a la misma un aspecto más rejuvenecido.

Barniza las puertas

Ahora toca lo más divertido: una vez lijada la superficie de la puerta, es hora de barnizar. En estos casos prestaremos especial atención al tono. Es importante que, en caso de que no se hayan retirado la manillas o las bisagras, protejamos las mismas para evitar que se manchen con cinta de carrocero. Hay dos cosas importantes a tener en cuenta.

La primera, recomendamos utilizar una brocha de pelo de camello, al ser más fácil de aplicar y adaptarse mejor a la superficie. La segunda, aplica el barniz en el sentido de la veta de la madera y se deja secar 40 minutos entre cada capa.

El marco también importa

El mismo proceso que seguimos en la puerta lo replicamos en el marco. No deja de ser parte del conjunto de la puerta, y como tal, requiere también de cierta atención. Para darle continuidad al conjunto, pinta el marco del mismo color que de la puerta. Protege durante el proceso la pared con cinta de carrocero para evitar estropearla y haz lo mismo con el suelo.

Cuida el resultado para una mayor durabilidad

El gran motivo del deterioro de las puertas es la falta de cuidado. Son parte de la vivienda y por tanto debemos cuidarla de igual forma. Limpia la puerta y retira el polvo cada vez que limpies la casa. En caso de habernos decantado por la madera, cuídala con productos adaptados que continúen nutriendo y cuidando de la madera. También presta especial atención al vidrio, en caso de que la puerta incorpore ventanas. Un aspecto descuidado deteriorará su imagen.