Las casas entre medianeras siempre se han considerado proyectos menores. Sin embargo, esto ha cambiado y ahora no solo tienen la categoría que merecen, sino que son objetos de deseo por parte de arquitectos y particulares. Esto se debe a que están en el centro urbano, tienen lo bueno de vivir en una casa y, además, en muchas de ellas disfrutar del privilegio de contar con un patio. Esto es lo que ocurre en esta casa de Cadaqués (Girona), en la que el arquitecto Damián Ribas ha reformado una antigua vivienda de pescadores de principios del siglo XX convirtiéndola en un hogar de espacios diáfanosadaptados a las necesidades y al confort de la familia que la habita.

Ubicada frente una de las pequeñas playas de arena y guijarros que recorren la zigzagueante carretera de la bahía de Cadaqués. El objetivo de la reforma consiste en respetar, aprovechar y poner en valor las preexistencias de la arquitectura tradicional, siguiendo los principios de arquitectos de finales de los años sesenta como J. A. Coderch, A. Milá, F. Correa, P. Harnden y L. Bombelli. Una arquitectura mediterránea, consciente, equilibrada, austera y fiel al regionalismo crítico.

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en Arquitectura y Diseño suscríbete a nuestra newsletter.

1 /11
Jordi Miralles

Fachada principal

Su fachada principal revela los tres niveles del cuerpo y deja entrever el terrado del cuarto nivel, ubicado en un segundo plano. Su alzado conserva la imagen de la construcción original, acabada de revoco blanco, con ventanas de proporción vertical, barandillas de hierro, porticones de librillo y carpinterías de madera pintadas de color azul marino. Forma parte del escenario mediterráneo de blancas casas de pescadores entre medianeras y da frente al paseo de Cadaqués pavimentado con el tradicional trencadís de pizarra, presente en todo el pueblo.

3  casa entre medianeras suelo pizarra CASA DR CADAQUES 07
Jordi Miralles

Entrada a la vivienda

Según se entra en la vivienda, se encuentra el recibidor, la cocina y un comedor que dará salida al patio exterior, dividido en dos niveles, cuyo nivel superior es reconvertido en salón de verano entre dos medianeras de piedra de Cadaqués. Además, nace la escalera interior existente, iluminada con luz natural cenital, que conduce a las plantas superiores donde se ubican las zonas de noche y estancias de uso más privativo.

Cocina blanca
Jordi Miralles

Cocina con el techo abovedado

Se respetan y mantienen los techos abovedados y los toscos muros de mampostería encalados de blanco. El contrastado pavimento exterior de pizarra entra a lo largo de la planta baja y continúa hasta el patio y su anexo trasero, enfatizando el recorrido de las zonas de día, invitando a la relación social y dando continuidad a los distintos espacios. Los armarios de lamas verticales de madera de pino pintadas en blanco son un diseño del arquitecto. 

Comedor con acceso al patio
Jordi Miralles

Comedor con acceso al patio

El comedor se abre al patio, donde se respira una paz y un silencio que contrasta con el bullicio de primera línea del mar. El blanco viste paredes y mobiliario, mientras que el negro hace lo propio con el suelo de pizarra y la carpintería. La silla tipo director de madera natural y lona (de Bambu Bambu) y la lámpara de pared de los años sesenta de Joe Colombo encajan a la perfección en esta atmósfera mediterránea sencilla. 

Jordi Miralles

Salón de verano

El salón de verano conecta con el comedor del anexo mediante tres grandes ventanales que se esconden en el muro, generando una fluencia espacial entre el interior y el exterior. Para ello, se han eliminado todas las barreras transversales con el fin de favorecer esta transparencia longitudinal.

Jordi Miralles

Comedor abierto al exterior

El comedor del anexo con salida al salón de verano mantiene esa sencillez decorativa en colores suaves y cálidos y materiales naturales. Destaca la mesa de lamas blancas, diseño de Damián Ribas, la alfombra de fibras naturales de Let's Pause y la lámpara de suspensión amarilla de Miguel Milá, que aporta la nota de color. 

Cocina
Jordi Miralles

Esencia mediterránea

La segunda cocina de la vivienda, situada en el anexo, mantiene la esencia mediterránea, sencilla y cálida, con muebles en azul marino, diseñados por el arquitecto, fregadero porcelánico blanco con grifería negra (de IKEA) y el pavimento de piedra de Cadaqués, que mantiene la unidad. 

Salón de invierno con chimenea
Jordi Miralles

Salón de invierno con chimenea

En planta primera se ubica la suite principal y un salón de invierno, que acoge una chimenea de chapa negra de J.A. Coderch y mobiliario de obra. Aprovechando la planta de la estancia, se ha diseñado una zona de escritorio, perfecta para trabajar en casa o como zona de lectura. 

 

Terrazas con vistas a la bahía
Jordi Miralles

Terraza con vistas a la bahía

En planta segunda se ubican dos suites y en la tercera una habitación de uso flexible con baño y una sala de estar que se abre al terrado y a sus privilegiadas vistas a la bahía. La terraza blanca, con muebles a medida que aprovechan el espacio, se integra en el entorno y ofrece un privilegiado lugar para descansar y relajarse. 

Dormitorio blanco
Jordi Miralles

Dormitorio blanco

Si en la planta de entrada, el suelo tradicional trencadís de pizarra presente en todo el pueblo se usaba para crear sensación de unión, en el resto de plantas se ha mantenido y restaurado el pavimento original de toba manual. En los dormitorios, el blanco y los muebles a medida, diseñados por el arquitecto, son las dos principales señas decorativas. 

Jordi Miralles

Baño con ducha

En los baños, se mantiene la misma línea decorativa mediante colores claros, mobiliario a medida y materiales naturales. Mueble de obra, diseñado por Damián Ribas, lavamanos porcelánico y grifería negra de Bauhaus y sanitario de Q-Concept.