La arquitectura modernista se desarrolló entre finales del siglo XIX y principios del XX, momento en el que se produzco una proliferación de edificios innovadores inspirados en el modernismo europeo y estadounidense. Barcelona está a la cabeza en cuanto a edificios modernistas se refiere a nivel nacional. Pero, aunque Madrid no sea tampoco la segunda ciudad con más edificios de este estilo arquitectónico, hoy nos centramos en los tesoros de la capital, que los tiene y muchos.

¿Qué caracteriza la arquitectura modernista madrileña?

En Madrid, el modernismo o Art Nouveau se desarrolló tomando como fuente de inspiración la naturaleza y la cultura local y se caracteriza por el uso de materiales naturales, como la piedra, el ladrillo, el mármol y la madera. Los arquitectos más representativos de este movimiento, que en la capital fue bastante ecléctico y no tan claro como, por ejemplo, el modernismo catalán, tienen en común un objetivo: diferenciarse de la escuela clasicista anterior a través de espacios de formas curvas con motivos exuberantes y sin temor a la asimetría. Os planteamos un viaje al siglo XX con una ruta pensada para conocer algunos de los edificios más representativos del modernismo madrileño. 

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palacio de longoria
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Palacio de Longoria

En el barrio de Chueca, en la calle de Fernando VI, este palacio, sede actual de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), se erige como uno de los principales representantes del modernismo madrileño. Inaugurado en 1904, fue construido a iniciativa de José González Longoria, con una finalidad no solo residencial sino también comercial, como sede de su negocio bancario. Su libertad expresiva a la hora de diseñar los alzados y perfiles de las fachadas, sus curiosas columnas-palmera en piedra artificial, sus formas formas suaves, vegetales y orgánicas lo convierten en el ejemplo modernista más puro de la capital. El conjunto está coronado con una impresionante cúpula de hierro y vidrio. En el interior sobresale una escalera imperial de perímetro circular inspirada, como el resto de la ornamentación, en la arquitectura modernista francesa.

Edificio del semanario Nuevo Mundo
Luis García, CC / via Wikimedia Commons

Edificio del semanario Nuevo Mundo

En la calle de Larra, cerca de Tribunal, se encuentra otra obra clave del modernismo madrileño, por la habilidad con que resuelve las necesidades de espacio de un edificio industrial (se diseña para el semanario Nuevo Mundo) y el afán de proyectar una imagen exterior digna y representativa de la institución. Se inspira en la Casa Thomas de Barcelona y, al igual que ésta, incorpora un gran arco rebajado para organizar la parte inferior, un balcón corrido en la superior y un torreón. Fue construido por Eduardo Reynals entre 1906 y 1908, y ampliado por Jesús Carrasco-Muño Encina entre 1909 y 1913. 

Hotel Reina Victoria
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Hotel Reina Victoria

En el Barrio de las Letras, en la turística plaza de Santa Ana nos encontramos el Hotel Reina Victoria (1917-23), diseñado por el arquitecto Jesús Carrasco - Muñoz. Fue concebido como un centro comercial para albergar los Almacenes Simeón y poco después de su construcción se transformó en hotel. Su modernismo ecléctico conjuga tradición e innovación, con ornamentos modernistas en la fachada exterior. Su espectacular cúpula está rematada con una luminaria que se acerca al estilo art déco. Actualmente se puede visitar el ático del hotel donde en verano se instala una terraza abierta al público.

Casa de Enrique Pérez Villaamil
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Casa de Enrique Pérez Villaamil

También en el Barrio de las Letras, en la plaza de Matute, podemos encontrar uno de los edificios más destacados del modernismo madrileño, la casa de Enrique Pérez Villaamil, diseñada por el arquitecto Eduardo Reynals Toledo y construida entre 1906 y 1908. De gran calidad arquitectónica cuenta con acabados realizados por Salvador Llongarríu (escultura), Jose García-Nieto López (rejería), la Casa Maumejean (vidrieras) y la Casa Watteler (pintura decorativa). La influencia del arquitecto belga Victor Horta es visible tanto en los miradores laterales como en la escalera interior, con soluciones inspiradas en las casas Solvay y Tassel, de Bruselas. 

Cine Doré
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Cine Doré

El mítico Cine Doré, donde se aloja actualmente la Filmoteca Española, pertenece a la última etapa del modernismo y tiene muchas características de Art Decó. Ubicado en la calle Santa Isabel, en la zona de Antón Martín, fue construido por el empresario Arturo Carballo e inagurado en 1912, aunque su fachada actual es de 1923, proyectada por el arquitecto Críspulo Moro Cabeza. 

Casa Ruiz de Velasco
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Casa Ruiz de Velasco

Nos dirigimos ahora a la calle Mayor, donde se encuentra la Casa Ruiz de Velasco, construida entre 1904 y 1906 por los arquitectos Francisco Andrés Octavio y, especialmente, José López Sallaberry, a partir de un encargo de los hermanos Bonifacio y Pablo Ruiz de Velasco, dos empresarios textiles que instalaron en su planta baja y entresuelo una tienda de tejidos, aunque las plantas superiores fueron destinadas a viviendas de lujo. En su fachada destaca la ornamentación modernista, con formas ondulantes y motivos naturalistas, principalmente flores y tallos entrelazados, que recorren todos los elementos constructivos, desde ménsulas, balaustradas y cornisas hasta balcones y miradores, pasando por pináculos y columnillas. Las rejerías también incorporan este tipo de adornos, así como el modelado escultórico que remata el arco de la entrada, presidido por un caduceo, símbolo de Mercurio, dios del comercio.

Casa Gallardo
Carlos Delgado, CC / Vía Wikimedia commons

Casa Gallardo

En el barrio de Argüelles, Casa Gallardo, representa el modernismo templado que se aclimata en París y en otras ciudades europeas, caracterizado por un fuerte vitalismo y afán vanguardista. Con un estilo muy afrancesado, su fachada en esquina, elevada sobre la embocadura de la calle de Ferraz con la plaza de España, muestra una gran fuerza expresiva y un intenso movimiento de formas. Entre sus elementos ornamentales cabe destacar, por su originalidad, los arcos de herradura​ situados junto a la cúpula central y torres laterales. Fue construido por Federico Arias Rey entre 1911 y 1914. 

 

Iglesia de la Buena Dicha
Luis García, CC / via Wikimedia Commons

Iglesia de la Buena Dicha

Cerca de Gran Vía, en la calle Silva 21, se encuentra esta pequeña iglesia construida entre 1914 y 1917 y realizada por el arquitecto Francisco García Nava (autor también de la Necrópolis del Este, otro complejo modernista). Con una planta muy singular, por ubicarse en un solar muy estrecho, cuenta con una ornamentación en la que se combinan elementos neogóticos, neomudéjares e hispanoárabes, pero no con una intención historicista, sino plenamente modernista.

Cementerio de la Almudena
Luis García, CC / via Wikimedia Commons

Cementerio de la Almudena

Fuera del centro de la ciudad, en el barrio de Ventas, se encuentra el que está considerado uno de los mejores cementerios europeos de su época. Construido casi en su totalidad por Francisco García Nava, entre 1905 y 1927, está plagado de elementos muy originales y propios, detalles decorativos con fuerte simbolismo y rasgos exóticos con influencia de Egipto y Oriente. El recinto se concibe en toda su dimensión e integridad a partir de coordenadas modernistas, desde las construcciones principales (el gran pórtico monumental de la entrada, los edificios administrativos anexos al mismo, los depósitos de cadáveres del antecementerio, la capilla, el panteón de hombres ilustres que no llega a realizarse...) hasta los frentes de los nichos, pasando por las escaleras, los accesos laterales, las marquesinas e incluso las farolas.

Casa de los lagartos
Luis García / Creative Commons via Wikimedia Commons

Casa de los lagartos

Situado en el número 1 de la calle de Mejía Lequerica, en esquina con la calle de Hortaleza, fue proyectado por Benito González del Valle en 1911​ con cinco plantas,​ y una planta estrecha.​ Enmarcado en la arquitectura modernista,​ y con influencias de la Secesión de Viena,​ su construcción finalizó en 1912. La parte inferior de la cornisa de la fachada está rematada por salamandras (los "lagartos").​

Colonia de la Prensa
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Colonia de la Prensa

Diseñada por Felipe Mario López Blanco y construida entre 1911 y 1916, esta zona ejemplifica el modelo de colonias-jardín surgidas en las zonas periféricas de Madrid a principios del siglo XX. En la Colonia de la Prensa, hay multitud de rasgos modernistas, desde la entrada, concebida como una marquesina de autobús hasta las zonas comunes y las propias viviendas. Está ubicada en el distrito de Carabanchel. 

Colonia Madrid Moderno
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Colonia Madrid Moderno

La otra colonia imprescindible en nuestra ruta es la de Madrid Moderno, con chalés adosados de estilo modernista. Fue construida durante el periodo de 1890-1906 en varias fases, de las cuales solo la tercera incorpora diseños art nouveau, que corren a cargo de Valentín Roca Carbonell y se considera un antecedente urbanístico a menor escala, de la Ciudad Lineal. El arquitecto proyectó un prototipo de chalé, que destaca por su mirador de madera, rematado con un chapitel, que, al mismo tiempo, se concibe como un pórtico para la entrada. Los recrecidos de los vanos y los coronamientos de las fachadas, adornados con motivos vegetales, son otros rasgos inequívocamente modernistas. De este estilo se mantienen en pie tres únicos chalés, situados en los números 38 a 42 de la calle de Roma, en el barrio de Las Ventas.