Cada año, se repite la misma escena. Es volver de las vacaciones, poner la llave en el cerrojo, abrir la puerta, y que te entre el bajón. No es solo por el final del verano, es por la imagen que ofrece tu casa después de tantos días cerrada. ¡Con lo bien que estabas en esos hoteles tan maravillosos!
La buena noticia es que conseguir que tu casa no luzca un aspecto tan desmejorado cuando vuelves de vacaciones está en tus manos. Solo tienes que invertir un poco de tiempo y concentrar tu energía en lugares muy concretos, como la cama, la nevera o las lámparas. Tu yo del futuro agradecerá estos consejos. Gracias. De nada.