Sin necesidad de reformas ni grandes cambios en el mobiliario y objetos decorativos, el papel pintado renueva el interiorismo de estas casas como por arte de magia. Ya sea con un mero resultado estético, donde el color y los estampados aportan ese toque que marca la diferencia entre simple y personal, como por su capacidad para diferenciar zonas de la vivienda y crear una estancia nueva en una distribución que no existe. Es fácil rendirse a las virtudes del papel pintado. Y para muestra, diez casos de éxito: