Podría parecer que cuando se procede a amueblar una estancia grande algunos de los problemas habituales dejan de serlo. Es verdad que en ese caso se eliminan muchos inconvenientes de golpe pero, incluso así, su decoración también supone un reto importante. Pongamos por caso que contamos con un recibidor de grandes dimensiones. Aquí la prioridad no será el aprovechamiento del espacio sino que resulte funcional, con una iluminación adecuada y, sobre todo, acogedor, que invite a entrar.

Las alfombras ayudan a crear espacios diferenciados en los recibidores grandes. Como complemento, una gran planta que sintonice con la naturaleza y dé frescor.

Dado que es un lugar de mucho tránsito y que se utiliza a diario es fundamental que sea cómodo, práctico, bonito y bien iluminado. En este sentido, además de la tradicional lámpara de techo es imprescindible contar con otra de luz de ambiente, ya sea de pie o de sobremesa. Si es amarilla aún mejor pues ganará en calidez.

Cuando se dispone de muchos metros cuadrados, menos es más. Un espacio de grandes dimensiones necesita un orden, por eso lo ideal es crear zonas diferenciadas en él. Un lugar para sentarse, un espacio de almacenamiento y una gran planta son algunas de las más habituales.

Si el recibidor hace las veces de distribuidor, los muebles suspendidos se convierten en un gran recurso para vestir la zona del pasillo aligerando visualmente el conjunto.

Los materiales naturales como madera y fibras transmiten calidez y sensación de hogar, justo lo que se busca en un recibidor. Consolas, muebles y bancos son algunas de las opciones más utilizadas en cuanto a mobiliario,, siempre de líneas sencillas evitando piezas demasiado elaboradas para no saturar. Los dos primeros, además, proporcionarán un espacio de almacenamiento muy útil para esta zona de la casa.

La consigna a seguir en un recibidor grande sería apostar por elementos de gran formato y tamaño generoso. De esta manera, se consigue vestir y dar forma a la estancia de una forma coherente y proporcionada con el espacio, sin caer en la tentación de llenar por llenar.

Las lámparas de gran tamaño, ya sean de uno o varios elementos, alumbran, ocupan, decoran y dan estilo.

Independientemente del tipo de alfombra que se elija, bajo ningún concepto debe quedar escasa. Al tratarse de una zona con bastante ajetreo, lo ideal es decantarse por aquellas fabricadas con materiales resistentes como lana, algodón o fibra. La estación del año es un factor que de igual manera va a condicionar esta elección.

Una gran lámpara va a llenar de forma elegante ese espacio vertical tan particular. Los modelos con varios elementos, en color blanco o de vidrio resultan ligeros, alegres, sofisticados y luminosos.

La mezcla de estilos también es un acierto en los recibidores grandes. Un suelo clásico y con historia se complementará muy bien con una lámpara ligera de diseño actual.

De igual manera, el arte siempre es bienvenido en decoración. Un recibidor con un gran cuadro como punto focal resulta muy interesante. Las esculturas también son otras de las manifestaciones artísticas a tener en cuenta.

Por último, un gran espejo apoyado va a ser de gran utilidad tanto decorativamente hablando como para realizar la última comprobación antes de salir de casa. Los espejos grandes, o tamaño XXL, están pensados para lugares como estos, recibidores grandes donde puedan respirar y brillar con todo su esplendor. Envejecidos o formando geometrías, eso ya es cosa tuya.