En el encantador barrio de Gros de San Sebastián, surge un refugio de tranquilidad y diseño excepcional. Con solo 40 metros cuadrados en su interior y una terraza soleada de 20 metros cuadrados, este proyecto del estudio Zebra Lab Arquitectos redefine la experiencia de vivienda turística. Este pequeño tesoro se encuentra a tan solo dos minutos de la playa de la Zurriola, lo que lo convierte en el escape perfecto para los amantes del sol y el mar.

El objetivo principal de esta intervención arquitectónica fue crear un ambiente cálido y relajado que invitara a los huéspedes a descansar y disfrutar de sus vacaciones al máximo. Para lograrlo, se optó por un enfoque minimalista y cohesionado, utilizando un único material de acabado: el micro hormigón en tono natural.

La reforma transformó el espacio, unificando los pequeños compartimentos originales para lograr una sensación de amplitud. Ahora, el apartamento cuenta con un salón, cocina y comedor integrados, un acogedor dormitorio doble, un baño completo y una generosa terraza con vistas panorámicas.



Un solo material como eje conductor

El micro hormigón se convierte en el alma de este espacio, extendiéndose por las paredes, los suelos y los muebles empotrados. Su aplicación manual irregular otorga textura y personalidad al ambiente, mientras que su durabilidad y facilidad de limpieza garantizan un mantenimiento sin preocupaciones.

La luz natural también desempeña un papel crucial en la atmósfera de este refugio. La apertura del espacio hacia el exterior permite que la luz inunde cada rincón, destacando la textura del micro hormigón. Además, fuentes de luz indirecta estratégicamente ubicadas realzan aún más esta experiencia visual.

Como contraste, la madera se introduce en forma de mampara divisoria en el dormitorio y en el mobiliario móvil, como mesas, sillas y butacas, aportando calidez y equilibrio a la paleta de materiales.

El mobiliario se reduce al mínimo esencial, seleccionado en su mayoría de origen nacional, desde la cocina de Santos hasta las piezas de Zara Home y el comedor exterior de Ezpeleta. Las lámparas colgantes de latón de Terria añaden toques de color y elegancia al espacio. Y es que está claro que el tamaño no limita la creatividad ni la comodidad.