Mientras Christine Quinn estaba viviendo como una súpermodelo en el desfile de Balenciaga de Alta Costura de París tras haber renunciado a su papel en Selling Sunset, hemos conocido la primera propiedad a la venta en Florida a través de su nuevo negocio. La agente inmobilaria más conocida del mundo ha anunciado en la página web de su agencia una casa, obviamente muy lujosa, situada en lo alto de un rascacielos de 43 pisos. Un ático de dos plantas con balcones a la costas de Miami y una piscina en la terraza del tejado que está a la venta por 33'9 millones de dólares, o lo que es lo mismo en su conversión al tipo de divisa que se maneja en la plataforma, exactamente 1,558.304 bitcoins.

RealOpen es el nombre del negocio que Christine Quinn ha comenzado junto a su marido Christian Dumontet, después de abandonar este año The Oppenheim Group y por consiguiente el casting del reality de Netflix sobre esta firma de compras de bienes raíces en Los Ángeles, Sunset: La milla de oro. La idea de esta plataforma digital de compra de inmuebles es permitir a los posibles compradores negociar y pagar a los propietarios en criptomonedas una vez hayan tomado la decisión, "tendiendo un puente entre el real state de lujo y la comunidad de criptomoneda que hay en Miami", según la descripción que hacen desde la empresa.

El dúplex está decorado por el diseñador de interiores Charles Allem, un habitual del interiorismo en hoteles de lujo alrededor de todo el mundo y residencias particulares de clientes exclusivos. En total son seis dormitorios, comedor-sala de estar, cocina y ocho baños en los que vivir el lujo de una celebrity del que hablaba la propia Christine Quinn en su libro How to Be a Boss Bitch (tomamos nota de la experta).

Los acabados de la vivienda incluyen detalles como el suelo de mármol en toda la casa y que recubre el baño principal, cuya ducha además cuenta con las mismas vistas espectaculares al mar que las habitaciones; un spa, una piscina en la terraza privada de la última planta y una zona de bar para preparar cócteles y tomarlos en la barra que se encuentra a continuación del salón.

Los exteriores y el entorno que rodean a la propiedad no se quedan atrás. La playa de arena blanca y aguas cristalinas genera las vistas perfectas para disfrutar desde las ventanas y balcones de la vivienda. Un paisaje que ha atraído a vecinos famosos del cine y la música, llenando de restaurantes y tiendas de lujo el vecindario.