Conceptos como autenticidad, excelencia, calidad o exclusividad forman parte indisoluble de todo lo que engloba el lujo. En definitiva, valor añadido. Y es algo que también aplica en las viviendas. ¿Pero cómo se relaciona el lujo cuando hablamos de viviendas ubicadas en edificios históricos, ya sean protegidos o no? Para desentrañar todas la relaciones entre estos conceptos hemos hablado con la arquitecta Carmen Bueno, especialista en reformas de Patrimonio Arquitectónico.

 

Encimera y chimenea de piedra en salón con tonos neutros

Encimera y chimenea de piedra en salón con tonos neutros.

Javier Ramos

 

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Una vivienda exclusiva diferente a las demás

"Lo que hace que una reforma sea lujosa frente a otra es la excelencia de los elementos que podemos encontrar en ella", comenta Carmen Bueno. Como nos cuenta la arquitecta, cuando se interviene o actúa en una vivienda de una determinada época histórica, no basta con realizar una reforma estándar para que sea una vivienda de lujo. "En el momento en el que vivimos, sobre todo con la amplificación de las redes sociales parece que todos los diseñadores creamos proyectos 'parecidos'", comenta. "El lujo, sin embargo, tiene que ver con lo exclusivo, con la calidad y con el diseño que consigue que tengamos una vivienda diferente a las demás, que sea una pieza única y, por ende, tenga un valor añadido", asegura.

¿Cómo se logra esta exclusividad, esta vivienda única y diferente? Para Carmen Bueno la clave está en realizar una intervención que potencie la esencia de la vivienda a través de "un estilo muy neutro y atemporal, que no pase de moda, que permita dejar que la historia del edificio funcione como telón de fondo". "Esta sobriedad de la intervención hace que el estilo resultante sea el de la época en la que se construyó, así la reforma simplemente subraya su carácter histórico", añade la arquitecta.

 

Puertas interiores de cristal estilo clásico

En este piso reformado por Carmen Bueno en el barrio de Chueca, Madrid, se ha potenciado su estilo clásico original con yeserías (entre otros elementos) y se ha combinado con mobiliario de diseño contemporáneo, logrando el equilibrio perfecto.

Montse Garriga | Estilismo: Bea Aparicio

Materiales de alta calidad son sinónimo de lujo

"Por definición,las materias primas que se utilizaban en el pasado eran de mayor calidad que las actuales", comenta Bueno. Así, nos pone el ejemplo de la madera de alta calidad, los radiadores de hierro, el ladrillo macizo o las yeserías. "El lujo viene de la mano con la alta calidad de estos materiales con los que se construyó originalmente una vivienda histórica, si bien la calidad depende también de la época concreta. En cualquier caso, las calidades buenas pueden ayudar a que la vivienda sea más lujosa, siempre y cuando no crucemos la delgada línea que separa el lujo de la ostentación", comenta.

"La actuación tiene, por tanto, que centrarse en la materia prima de calidad. Y no importa que los materiales naturales, al ser porosos, envejezcan, como la madera o la piedra. A una persona bella le va a acompañar la pátina a lo largo de los años. Lo mismo ocurre con los materiales antiguos, que a lo largo del tiempo pueden envejecer o estropearse, pero no es algo necesariamente negativo. Más bien, esa pátina tiene que ver con la autenticidad y es positivo subrayarla", explica.

 

Baño en tonos neutros con ventanas de madera

Mezclar antigua constitución con la nueva es la esencia de las reformas que realiza Carmen Bueno, como en este baño en el que se conserva el estilo rústico de las carpinterías combinándolo con una apuesta sobria y neutral de materiales contemporáneos.

Javier Bravo

Un espacio confortable

Independientemente de los materiales, Bueno hace hincapié en el ambiente que se logra al reformar una casa y que, para estar relacionado con el lujo, tiene que ser inevitablemente confortable. "Cuando intervienes una vivienda se crea una escena, en la que hay que saber mezclar la nueva constitución con la antigua. Encontrar este equilibrio hará que se ambiente sea más confortable", explica la arquitecta. E insiste: "el confort es lujo, y consiste en adaptar toda esa buena calidad y tradición constructiva de los años a las calidades de construcción actuales que permiten". Así, con las nuevas técnicas y materiales constructivos logramos ambientes más eficientes energéticamente o más aislados acústicamente, entre otras muchas cosas que favorecen el confort.

Existen en las viviendas antiguas algunos elementos que, de hecho, potencian ese confort. "Por ejemplo, la altura de los techos que podía llegar a ser de más de cuatro metros y que favorece una sensación de mayor amplitud", explica Bueno. "La luz de una vivienda o el hecho de que antes en los edificios se construían menos pisos por altura, genera un mayor confort y potencia la exclusividad".

 

Dormitorio estilo clásico con cuadro de arte contemporáneo

Lo auténtico, para Carmen Bueno, tiene que ver con la verdad, con la esencia original de las viviendas en las que interviene, que para ella, ha de ser el telón de fondo que de coherencia a todo el concepto de diseño, dejando lugar para piezas de arte y diseño contemporáneo, como en el caso de este dormitorio.

Montse Garriba | Estilismo: Bea Aparicio

Potenciar la historia a través de un plus de autenticidad

La autenticidad, para Carmen Bueno, tiene que ver con la verdad. Este gran tema filosófico y estético también tiene que ver con la concepción del lujo. Y, como concepto, la autenticidad también tiene sus connotaciones culturales, como nos hace ver la arquitecta. "Por ejemplo, en Asia, tienen una concepción diferente y podemos verlo en sus templos que, a lo largo del paso del tiempo, van siendo restaurados, pintados y se van reponiendo elementos, de manera que, en la actualidad, su estado es exactamente el mismo que era en su origen", nos cuenta Bueno.

"En Europa, esa autenticidad se entiende de manera diferente: se conserva más la materia prima original", puntualiza. Llevado al entorno de las viviendas en edificios históricos tiene, de nuevo, que ver con esa conservación de elementos y materiales originales. En conclusión, "el carácter lujoso de una vivienda tiene que ir de la mano con la época histórica en la que se construyó y, es justo eso lo que hace que la vivienda tenga un valor añadido", remata.