Cada año vuelve la misma ilusión. Y excepto a los pocos afortunados a los que la suerte le sonreirá, el 22 de diciembre la inmensa mayoría volveremos a resignarnos a no recibir ese maná de dinero que tan bien nos vendría para tapar agujeros o hacer realidad por fin ese sueño aplazado, como cambiar de aires y adquirir una nueva vivienda o un refugio al que escapar y desconectar.
Pero aunque ese sea nuestro caso, no tenemos por qué renunciar a disfrutar de un nuevo espacio. La arquitectura prefabricada nos ofrece la posibilidad de adquirir casas o cabañas a precios ajustados. Te damos diez ejemplos para que apuestes por un tipo de construcción más rápida y sostenible aunque este año tampoco te toque el gordo de Navidad.