Tras una amable fachada blanca y con aspecto de casa de verano, se esconde la nueva joya gastronómica de Palma de Mallorca, Brutus, una bipolaridad arquitectónica que se convierte en Brutalismo rotundo al cruzar sus puertas. Esta dualidad en el diseño fue idea del estudio de Sandra Tarruella, que quiso hacer referencia a ese movimiento arquitectónico de los años 50, jugando con el hormigón, estructura vista, texturas ásperas y tonos grises.

Ubicado en Plaza Gomila, el centro de uno de los barrios más emblemáticos de Palma, El Terreno, que allá por los 80 fue epicentro del glamour mallorquín, encuentra una nueva vida en forma de restaurante italiano, con terraza central y la planta baja de uno de los bloques donde se encuentra. "Al diseñar el espacio, las características tan arraigadas de este estilo brutalista nos sirvieron de punto de partida, manteniendo gran parte de la estructura de casetones vistos y paredes, pilares y suelo de hormigón", cuentan desde el estudio.

Un espacio dinámico y honesto

Es un local con mucha vida y que da servicio de brunch, comida y cena, por lo que era importante que los distintos ambientes fluyeran y confluyeran, haciendo del restaurante un espacio "dinámico y honesto". De ahí que se concibiera gran parte de la cocina como abierta. "Ubicamos tres grandes barras: bar, preparación y cocinado, en el centro del local, de forma que se ve la preparación de los platos en todo momento". Por su parte, el espacio de comensales se zonifica gracias a dos grandes alfombras de gresite, que permiten colocar mesas redondas y cuadradas, además de mesas con bancos para grupos grandes. "Añadimos un pequeño salón a la entrada a modo de sala de espera mientras te sientan, o incluso para toma un cóctel después de comer", matizan en el estudio.

A propósito del mobiliario, se trata principalmente de madera de Ipé y Teca. Se han diseñado  mesas y bancos a medida, visiblemente contundentes pero que resultan muy cálidos al efecto. El uso del color primario del brutalismo, el gris, se incorporó pintando vigas estructurales, el horno de pizza, las lámparas decorativas y los baños.

En cuanto a la terraza, está conectada al interior del restaurante mediante carpintería acordeón que se recogen en los extremos. Aprovechando el agradecido clima de las islas, se ajardinó con una topografía de macetas a diferentes alturas que se iluminan por la noche, y se eligió el algarrobo como árbol autóctono de aspecto robusto. Brutal sí, pero con su punto tierno.

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Salva López

Madera de Ipé y Teca

El mobiliario se trata principalmente de madera de Ipé y Teca.

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Salva López

Alfombra de gresite

El espacio de comensales se zonifica gracias a dos grandes alfombras de gresite, que permiten colocar distintos tipos de mesas.

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Salva López

Manteniendo el estilo

Las características del estilo Brutalista sirvieron de punto de partida para el proyecto, manteniendo gran parte de la estructura de casetones vistos y paredes, pilares y suelo de hormigón.

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Salva López

A medida

Se han diseñado  mesas y bancos a medida, visiblemente contundentes pero que resultan muy cálidos al efecto.

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Salva López

Brutal al entrar

Tras una amable fachada blanca y con aspecto de casa de verano, se esconde la nueva joya gastronómica de Palma de Mallorca, Brutus, una bipolaridad arquitectónica que se convierte en Brutalismo rotundo al cruzar sus puertas.

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Salva López

Dinámico y honesto

Es un local con mucha vida y que da servicio de brunch, comida y cena, por lo que era importante que los distintos ambientes fluyeran y confluyeran, haciendo del restaurante un espacio “dinámico y honesto”.

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Salva López

Juego de materiales y texturas

En todo el proyecto se jugó con el hormigón, la estructura vista, texturas ásperas y tonos grises.

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Salva López

Concepto de cocina abierta

Concebido con el concepto de cocina abierta, se ubicaron tres grandes barras: bar, preparación y cocinado, en el centro del local, de forma que se ve la preparación de los platos en todo momento.

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Salva López

El color del brutalismo

El uso del color primario del brutalismo, el gris, se incorporó pintando vigas estructurales, el horno de pizza, las lámparas decorativas y los baños.

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Un árbol autóctono

Se eligió el algarrobo como árbol autóctono de aspecto robusto.

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Salva López

Carpintería acordeón

La terraza, está conectada al interior del restaurante mediante carpintería acordeón que se recogen en los extremos. Aprovechando el agradecido clima de las islas, se ajardinó con una topografía de macetas a diferentes alturas que se iluminan por la noche.