13 esculturas muy famosas en España que están más cerca de lo que piensas

El Peine del Viento

En la costa de San Sebastián, Eduardo Chillida y el arquitecto Luis Peña Ganchegui dieron vida a El Peine del Viento. Instalada en 1976, esta obra de arte abstracta interactúa con la fuerza del viento y el rugir del océano, creando una sinfonía visual y sonora que ha cautivado a generaciones de visitantes.

Puppy Bilbao

Frente al imponente Museo Guggenheim de Bilbao, nos recibe Puppy, una creación única de Jeff Koons. Este gigantesco perro cubierto de flores invita a reflexionar sobre la conexión entre la naturaleza, el arte y la arquitectura, creando un contraste visual tan encantador como vibrante.

Glorieta de Bécquer en Sevilla

En el Parque de María Luisa, la Glorieta de Bécquer honra al poeta Gustavo Adolfo Bécquer. La escultura evoca la melancolía romántica que caracteriza sus obras, creando un rincón de inspiración y reflexión en la bulliciosa ciudad.

El Oso y el Madroño

A pesar de su polémico pero efectista cambio de lugar en la mismísima Puerta del Sol, esta escultura sigue siendo un de los emblemas de la ciudad que representa el escudo de armas de Madrid.

Creada por Antonio Navarro Santa Fe en 1967, la obra celebra la identidad y la historia de la ciudad, con el oso simbolizando la fuerza y el madroño representando la hospitalidad.

Dama de Elche

A esta glorieta de Valencia, o la amas o la odias. Manolo Valdés reinventa la historia con su versión contemporánea de La Dama de Elche. Esta reinterpretación de la icónica figura íbera de 20 metros de altura está ubicada en una rotonda de la Avenida de las Cortes Valencianas. Para su creación se utilizaron 22.000 figuras en miniatura de la misma figura en cerámica de ese característico y tan mediterráneo color azul que refleja la luz.

Maman Bilbao

Volvemos a Bilbao, y de nuevo, volvemos también al Guggenheim. Mamá, la araña monumental de Louise Bourgeois, nos sumerge en un mundo de simbolismos sobre la maternidad y la fragilidad. Sus patas extendidas desafían la gravedad, invitando a la contemplación y la introspección.

Colón en Barcelona

En el extremo sur de La Rambla, la Estatua de Cristóbal Colón se alza como un homenaje al descubridor. Erigida en 1888, la estatua señala hacia el mar, recordando la conexión histórica de España con el mundo y la exploración.

El Alma del Ebro

Diseñada por Jaume Plensa, El Alma del Ebro es una obra maestra de ingeniería y poesía. Esta impresionante escultura situada en la plaza Lucas Miret, frente al Palacio de Congresos en Zaragoza, representa a un hombre sentado abrazando sus piernas. A pesar de sus  dimensiones, 12 metros de alto y 7,5 de ancho, parece estar flotando en el aire. La escultura de Plensa pretende hacernos reflexionar sobre  la diversidad y la unidad de la sociedad.

Monumento al Encierro

En la Plaza Consistorial, el Monumento al Encierro celebra la tradición de los Sanfermines. Creada por Rafael Huerta, esta escultura rinde homenaje a los valientes corredores que desafían a los toros en las estrechas calles de Pamplona.

Ángel Caído

Anidada en el Parque del Retiro, la Estatua del Ángel Caído provoca fascinación y misterio. Diseñada por Ricardo Bellver en 1877, esta escultura representa la caída de Lucifer, desafiando convenciones estéticas y provocando reflexiones sobre el bien y el mal. El pedestal es de Francisco Jareño.