Vaya por delante que cada uno en su casa puede hacer lo que quiera, pero ¿qué tal si dejamos volar la imaginación un poco? Hagamos un exorcismo decorativo y saquemos todos esos estereotipos que nos hacen girar la cabeza para encontrar la luz. Que nunca está de más cuando de decoración e interiorismo se trata. Aquí va una lista de manías a desterrar . Es el momento de ponerlas en práctica. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en Arquitectura y Diseño suscríbete a nuestra newsletter . Hacer de la habitación extra un cuarto de invitados No vaya a ser que venga algún día esa prima del pueblo que no pisa la ciudad desde hace ni se sabe. ¡Nada! Tener espacio en una casa es un privilegio , y hay que sacarle partido y no convertirlo en el clásico "dormitorio de cortesía" . Una sala de lectura, un espacio para hacer deporte, un huerto casero, un invernadero, un taller de pintura, una sala de música (nunca es tarde para ser DJ o aprender a tocar un instrumento), un rincón vintage con tocadiscos y vinilos… Y si viene tu prima, a dormir al sofá. Los libros en el salón Y a ser posible en una librería. ¡Error! Los libros son un regalo de la vida que hay que tener en todas partes. Una estantería en el baño , un lugar de lo más socorrido y perfecto para comenzar una buena lectura. Al dormitorio, por los mismo motivos y porque aportan mucha calidez. O incluso en la cocina, hacer una selección de libros de recetas, viajes o decoración, que no requieren una sesudez extrema y pasar hojas es una forma maravillosa de esperar a que pite la olla. Las alfombras son para el invierno Y las bicicletas para el verano, ¿no? Atrás han quedado esos tiempos en los que nuestras madres se llevaban la enorme alfombra del salón a la tintorería toda la época estival para no volver a ponerla hasta que llegaban los primeros fríos, no nos fuéramos a constipar en casa. A ver, las alfombras no tienen poderes sanadores, ¡ojalá! Son preciosos complementos decorativos que incluso definen espacios con colores y texturas. Demos las gracias a nuestras madres por preocuparse tanto por nuestra salud, y empecemos a darle a las alfombras el lugar que se merecen. Pensar en el blanco como solución para todo ¿Que no sabemos de qué color queremos la pared? Pues blanca, que total vamos a llenar de cosas la estancia y así nos hace de lienzo. ¿Que la cocina es pequeña y con poca luz? Pues blanca y ganamos amplitud visual. ¡Señores! Si el arcoíris tiene siete colores y ninguno es el blanco, ¿quiénes somos nosotros para contradecir a la naturaleza? Tampoco se trata de convertir nuestra casa en un tablero de parchís, ¡o sí! Solo intentemos mirar más allá , que nuestro horizonte no sea solo una línea blanca. Alicatar hasta el techo y todas las paredes Ojo que no estamos diciendo no al azulejo, que nos encantan. Estamos diciendo que hay que quitarse de la cabeza eso de ya que voy a reformar el baño pues lo alicato . ¿En serio? Entero? ¿Hasta la pared donde no hay absolutamente nada? ¿Por qué? No dejes que las viejas costumbres te posean, el azulejo por decreto está obsoleto, y los papeles o una pared lisa , son igual de bonitos y además, fáciles de limpiar y cambiar si te aburres. Las lámparas en el techo O no. Los apliques hace mucho que llegaron , igual que las tiras led o las bombillas de ambiente. Ha dejado de ser necesario tapar el lío ese de cables que siempre encontramos en un piso por estrenar, que da una sensación de robot roto… Tienes un montón de paredes, suelo, esquinas y a lo mejor escaleras, aprovecha todo. Creer que un color oscuro en la pared va a reducir el espacio Los colores oscuros se saben vetados en espacios pequeños y los pobres lloran desconsolados. No es justo. Entre otras cosas porque un color bien aplicado y una iluminación correcta , pueden obrar maravillas en cualquier tipo de ambientes, sean grandes o pequeños. Así que piensa en el color que te gustaría de verdad tener, y hazlo. Ya verás qué alegría. Separar con tabiques Y qué tal con estanterías, o una alfombra, o con biombos, una cortina, un piano o una hilera de frondosos y enormes ficus. Abajo las fronteras , viva la globalización. La nevera en la cocina ¿Es necesario que todos los electrodomésticos estén juntos? Si bien es cierto que la mayoría de las veces obedece a una cuestión de comodidad, también es verdad que en casas de concepto abierto, esto se estila poco. Así que si tienes una nevera bonita, deja que forme parte de la decoración junto al resto de mobiliario común, igual que planteamos las islas como elementos visuales que hacen de piezas unificadoras de espacios y se plantean en clave de diseño.