Al acceder a esta casa se siente de inmediato una sensación de hogar muy personal, donde el diseño de Studio Piet Boon, que firma prácticamente todos los elementos del interiorismo, ha dejado espacio para que sus habitantes creen su propio escenario. Precisamente ese era el objetivo del estudio en el proyecto de reforma de esta vivienda ubicada en un hermoso barrio en el corazón de Ámsterdam: "Al crear una base tranquila, el cliente ha podido volcar su propia personalidad creativa en ella, y la casa se siente única. El resultado es un hogar cálido y acogedor que adopta materiales naturales y acabados muy pensados, con un equilibrio entre ligereza y privacidad".

La casa, ubicada en un edificio de cuatro plantas, tiene un diseño reconocible en las viviendas de Ámsterdam. Los techos altos destacan inmediatamente al entrar. El comedor comparte espacio con la cocina, y se ha concebido como un lugar para "estar", no solo para cocinar y comer. Para los suelos se ha elegido un suelo de madera que, junto con los colores tiza suaves y naturales de las paredes y los techos, forma un conjunto armonioso. El resultado es un espacio donde gracias a la combinación de elementos suaves y robustos se garantiza un ambiente equilibrado.