"El elemento natural inspiró en gran medida la génesis del proyecto: la idea era componer un único espacio permeable entre el interior y el exterior, de modo que la estructura emergiera de las colinas como una perla escondida, y la explosión de energía del paisaje pudiera apreciarse desde todos los rincones de la casa". Así resumen desde el estudio italiano Alvisi Kirimoto la reforma de esta fantástica villa, que celebra el paisaje y se funde con sus líneas sinuosas. El conjunto se extiende sobre una superficie de 910 metros cuadrados y consta de dos volúmenes existentes con las características típicas de la arquitectura rural, además de un pequeño cuerpo adicional, alternados con una serie de espacios exteriores.

El proyecto parte del paisaje para definir la nueva entrada y las vistas privilegiadas en la disposición de los nuevos elementos, esto es, un volumen nuevo de madera que amplía la superficie habitable y parece disolverse entre los viñedos, además de las terrazas para las huertas y zonas verdes dedicadas al deporte, y por último la gran piscina infinity con sus impresionantes vistas a todo el valle, acompañada de un elegante deck de madera que alberga la zona para el solárium.

Un diálogo respetuoso

"El corazón del proyecto es esta nueva extensión de madera que amplía la superficie habitable del edificio principal. Transparente y ligero, el volumen se reafirma en el paisaje y al mismo tiempo, dialoga respetuosamente con lo preexistente, fundiéndose en la distancia con el entorno circundante. El uso de materiales naturales como el suelo de tablones de roble, el color claro de las paredes y el techo o los grandes ventanales, hacen que los interiores sean luminosos y minimalistas. La estructura, aislada y cubierta con listones de madera de cedro, tiene un paso regular que va aumentando hacia el exterior, hasta convertirse en una pérgola. Con vistas al jardín y a la piscina panorámica, el porche alberga una zona de barbacoa y horno de pizza, y está equipado con una gran mesa de teca para disfrutar de los días de verano", continúa el estudio para describir el proyecto.

Del antiguo conjunto se conserva el ritmo estructural, el de los vanos y la consistencia de los muros de las antiguas casas rurales, "junto con los añadidos en materiales naturales, que crean una continuidad entre el interior y el exterior". Las generosas superficies acristaladas amplifican la sensación de apertura, manteniendo la privacidad de los ambientes domésticos.

En tres niveles

El edificio principal se distribuye en tres niveles. La planta baja alberga la cocina, el comedor y un gran salón, que se prolonga hacia el exterior gracias al volumen de madera añadido. Para delimitar las estancias, separando la zona de comedor del salón, se encuentra colgada del techo una chimenea de gas de dos caras, realizada íntegramente en hierro. 

En el primer piso se encuentra el dormitorio principal, con el vestidor y el baño en estrecha conexión con el exterior gracias al sistema de entrada original. En el sótano, además de los servicios, la bodega, que alberga la colección privada de los propietarios de más de 3.000 botellas, se encuentran dos suites, a las que se puede acceder desde el exterior o desde la planta baja a través de la nueva escalera de hierro y piedra, que comunica los distintos niveles de la masía.