Las historias de amor más románticas entre arquitectos y diseñadores

Compartieron la misma profesión y eso les hizo también unir sus vidas. Estas 15 parejas demuestran que trabajo y vida personal casan bien (al menos entre arquitectos y diseñadores).

Ettore Sottsass y Barbara Radice, puro amor

Puede que fuera la flecha de Cupido lo que les juntó o puede que fuera la misma pasión por una profesión como el diseño, la arquitectura o el arte (en sus más variadas formas). Durante el siglo XX muchos arquitectos, diseñadores y artistas vieron unidas sus vidas no sólo por el trabajo, sino también por el amor en forma de matrimonios. Desde Annni y Josef Albers que se conocieron en la Bauhaus, hasta los Eames (quizá la pareja más famosa del mundo del diseño) hasta algunos más discretos como Aline y Eero Saarinen. Te los acercamos para celebrar este San Valentín con mucha arquitectura y diseño.

 

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Hans y Florence Knoll

Hans y Florence Knoll

Knoll representa el sello de algunos de los diseños de mobiliario para la casa y la oficina firmados por los grandes creadores del siglo XX. El fabricante de muebles alemán Hans Knoll había llegado a Estados Unidos huyendo de los nazis. Florence había sido alumna de destacados arquitectos del momento, como Mies van der Rohe, Marcel Breuer o Walter Gropius, con quienes aprendió las premisas de la Bauhaus: audacia, rigor y método. Con 24 años Florance se mudó a Nueva York con la intención de desarrollar su carrera y allí conoció a Hans, que por entonces importaba los muebles en madera de su padre. Poco después, se decide a crear su propia empresa para producir en Estados Unidos tanto a diseñadores nacionales como internacionales. En 1946, marcó el punto de inflexión en sus vidas: se casan y fundan Knoll Associates, la empresa tal y como es hoy. Florence se ocupó del diseño revolucionando el entorno del mobiliario con el estilo "knoll": líneas elegantes, sobrias, y materiales escogidos. Fue Florence quien convenció a Van der Rohe para reproducir la butaca Barcelona, creada en 1929 para la exposición universal, y a Breuer para reeditar la silla Wassily.

Chales Ray Eames

Charles y Ray Eames

Probablemente es la pareja de diseñadores por antonomasia. Un fuerte tándem creativo en lo que a arquitectura y diseño se refiere, cuyas reconocibles creaciones les pusieron a la cabeza del movimiento contemporáneo. Como relato de su amor y su capacidad creativa conjunta, han quedado su casa de Los Ángeles, uno de sus dos Case Study Houses, el proyecto de viviendas modernas y accesibles, un verdadero ejemplo de su ideario estético. De origen humilde, Charles había fundado su propio estudio con tan solo 22 años. Siendo profesor de Diseño Industrial en la Universidad de Cranbrook conoció a Ray Kaiser. Aunque por entonces Charles estaba casado, cayó rendido ante Ray. En un año se había divorciado y casado con Ray. En su casa de Los Ángeles, montaron su primer taller. Trabajando juntos, se centraron en la exploración de posibilidades con la madera contrachapada y en el diseño de muebles de líneas puras y ergonómicas. Entre sus piezas más conocidas, la Plywood Chair (1946), La Chaise (1948) o la silla Wire, además de un buen repertorio de mobiliario de oficina editado todavía hoy por Vitra.

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Charles & Ray Eames

Arine y Eero Saarinen

Aline y Eero Saarinen

Eero Saarinen, arquitecto e hijo del arquitecto finlandés Eliel, conoció al (segundo) amor de su vida en una entrevista que le hizo Aline Bernstein. Aline era entonces una reputada crítica de arte para The New York Times cuando recibió el encargo de hablar con Eero por el aclamado General Motors Technical Center, así que se fue hasta Detroit para entrevistarle en persona. Recientemente divorciada, Aline se enamoró de Eero antes incluso de verle, cuando descubrió con sus propios ojos el complejo de 25 edificiones. Dos días de entrevistas y un tour guiado por el propio Eero por su último proyecto, y así surgió la chispa. Tras el viaje, Aline publicó un artículo titulado "Now Saarinen el hijo" el 23 de abril de 1953. Un año después estaban casados. Más tarde, Aline empezó a trabajar en el estudio de Saarinen, Eero Saarinen & Associates, encargándose de la comunicación. Su relación era conocida por ser inusualmente igualitaria para la época.

Josef y Annie Albers

Josef y Anni Albers

Se conocieron en la Bauhaus, donde surgieron muchas parejas pero ninguna tan duradera como la suya. Josef había entrado en 1920 como estudiante y en seguida le propusieron formar parte del claustro de profesores. Después, en 1922, llegó Anni –por entonces, aún Annelise Fleischman- cuando Josef ejercía como profesor subalterno. Aunque se llevaban 11 años de diferencia, se casaron en 1925 en Berlín. Por aquella época, ambos exploraban la geometría a través de la pintura, el vidrio y los textiles. Tras el cierre de la Bauhaus por el ascenso del nazismo, la pareja se mudó a los Estados Unidos en 1933 invitados por Philip Johnson para enseñar en la escuela experimental Black Mountain College. En 1950 se mudaron a New Haven, cerca de Nueva York: Josef había sido nombrado profesor en la universidad de Yale. Su producción artística fue prolífica durante toda su vida. 

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Bauhaus

Man Ray y Lee Miller

Man Ray y Lee Miller

Lo que une el arte (y el amor) puede que no dure para siempre. Man Ray uno de los fotógrafos representantes del surrealismo y Lee Miller, modelo, fotógrafa y fotoperiodista, tuvieron una relación de dos años, corta pero dulce. Man Ray, reticente a tener asistentes aprendices, aceptó la solicitud de Miller que por entonces gozaba de éxito como modelo y se mudó a París para trabajar con el ya conocido artista. No sólo se convirtió en su asistente, sino en su musa, y más tarde, en su amante. Con él, Miller aprendió su técnica de la solarización, hasta el punto de que Miller firma muchas de las fotos de Man Ray entre 1929 y 32, mientras él estaba centrado en su producción pictórica. Cuando terminó su relación con el fotógrafo, Miller regresó a Nueva York donde estableció su estudio fotográfico y empezó a hacer exposiciones.

Aino y Alvar Aalto

Aino y Alvar Aalto

Los dos arquitectos se conocieron cuando Aino entró a trabajar en el estudio de Alvar Aalto, uno de los maestros de esta disciplina en el siglo XX. Licenciado en 1921, se casó tres años más tarde con Aino Marsio, que había estudiado en la misma universidad que él en 1920. Hasta hace no tanto eran más conocidas las aportaciones de Alvar a la arquitectura, por crear, entre otros, la casa de Finlandia en Helsinki o el campus de la Universidad de tecnología en Helsinki. También ha pasado a la posteridad por el jarrón Aalto para la casa Iittala, una evocación de la naturaleza finlandesa. Para la misma firma, Aino creó un set de cristalería, los “vasos Aalto”, inspirados en las ondas que genera una piedra al caer en el agua, que fueron merecedores del gran premio en la Triennale de Milán en 1936. Además de a la arquitectura, Aino se centró en el mobiliario y los textiles, y trabajó junto a su marido en el Sanatorio Paimio o Villa Mairea –suyos son los interiores–. También juntos crearon Artek, la casa centrada en iluminación y mobiliario minimalista.

Alfred Stieglitz y Georgia O'Keefee

Alfred Stieglitz y Georgia O'Keeffe

Ella tenía 27 años y era profesora de arte en Charlottesville, Virginia. Él tenía 51 y era un afamado fotógrafo, además de empresario cultural. Corría el año 1915 cuando se conocieron en la galería de él, cuando ella visitaba una exposición de John Marin. O’Keeffe se llevó consigo un número de la revista Camera Work que Stieglitz publicaba. Ahí comenzaron las cartas, primero escribió ella con sus impresiones sobre la publicación. Así empezó un amor epistolar pues O'Keeffe había aceptado un trabajo como profesora en Canyon, Texas, desde donde escribía a Stieglitz hablándole de la luna y las estrellas. Por entonces, Stieglitz estaba casado y se sentía morir en su matrimonio, pero las cartas de O’Keeffe le hicieron revivir. Stieglitz consigió que O'Keeffe se trasladase a Nueva York en 1918. Él, 20 años mayor que ella, se convierte en su mentor. Fue el primero en exhibir su obra de estilo abstracto, lo que dio un verdadero impulso a la carrera de la artista. Pero su relación siguió siendo principalmente epistolar: la pintura lleva a O’Keeffe a Nuevo México y vuelven a escribirse sin descanso cartas de amor. Siguieron casados hasta 1946, cuando Stieglitz fallece. Sus numerosas cartas, unas 20.000, han quedado recogidas en el libro My Faraway One. Cartas escogidas de Georgia O’Keeffe y Alfred Stieglitz.

Jasper Johns Y Robert Rauschenberg

Jasper Johns y Robert Rauschenberg

En un momento de invisibilidad de las parejas homosexuales, Jasper Johns y Robert Rauschenberg fraguaron algo que de cara al exterior era solo una amistad en un mismo entorno artístico. Representantes de la rama americana del Expresionismo Abstracto, empezaron a colaborar a mediados de los años 50 convirtiéndose en amantes. Una relación que no puede ignorarse debido a lo que supuso para la creación artística de ambos creadores. Johns y Rauschenberg rompieron tras seis años de relación apasionda y ambos abandonaron Nueva York. Aquello supuso un punto de inflexión en el estilo de los dos pintores.

Benedetta Tagliabue y Enric Miralles

Benedetta Tagliabue y Enric Miralles

El arquitecto Enric Miralles primero estuvo casado con la colega de profesión Carme Pinós con quien trabajó entre los años 1983 y 1990 en el proyecto del cementerio de Igualada (Barcelona). En 1991, empieza a colaborar con él la también arquitecta Benedetta Tagliabue con quien se asocia en 1994 fundando el estudio Miralles Tagliabue EMBT, de gran proyección internacional. Aunque basan sus proyectos en el respeto por la tradición del lugar donde se enmarcan, son capaces de crear una arquitectura moderna, fragmentada y sorprendente. Juntos concibieron, entre otros, el mercado de Santa Caterina, en Barcelona, o el Parlamento de Edimburgo, que ganaron en un concurso internacional. Además, tuvieron dos hijos. Miralles falleció en el año 2000 a los 45 años dejando muchos proyectos por completar, como el parlamento o el edificio de Gas Natural en Barcelona, que finalizó Tagliabue.

Charles Rennie Mackintosh Margaret MacDonald

Charles Rennie Mackintosh y Margaret Macdonald

Él arquitecto, diseñador y acuarelista, máximo representante del Art Nouveau en Escocia; ella pintura, ilustradora y decoradora. Juntos fundaron The Four, un colectivo de la Escuela de Glasgow, que promovió la industralización del movimiento Art Nouveau. Y se convirtieron en abanderados del estilo Glasgow en la década de 1890. Como cuenta la National Galleries Scotland, a mediados de 1890 Margaret y su hermana Frances establecieron un estudio y pronto empezaron a colaborar con Mackintosh y James Herbert Macnair, de ahí, el nombre de “The Four”, y pronto se granjearon una reputación artística internacional. Mackintosh y Margaret Macsonald se casaron en 1900. Debido a la delicada salud de Mackintosh, Margaret se dedicó a sus cuidados en detrimento de su trabajo, y su producción resulta casi anecdótica a partir de 1914.

Jose Selgas y Lucía Cano

José Selgas y Lucía Cano

SelgasCano así se llama el estudio de arquitectura que forman Lucía Cano y José Selgas. Con un destacado uso del color y la exploración creativa de los materiales, si ya había destacado internacionalmente, juntos se convirtieron, en 2015, en los primeros españoles en diseñar la Serpentine Gallery, el pabellón londinense de Kensington Gardens. Lucía empezó trabajando con su padre, el también arquitecto Julio Cano Lasso, y con sus hermanos Alfonso, Diego y Gonzalo. En 1997, comenzó a colaborar con José García Selgas, con quien fundó su propio estudio en 1998. Otro caso de cómo actividad profesional y matrimonio casan bien.

Belén Moneo y Jeff Brock

Belén Moneo y Jeff Brock

Aquí lo de la arquitectura queda en familia. Belén Moneo es hija del arquitecto y premio Priztker Rafael Moneo y Belén Feduchi, hija a su vez del arquitecto Luis Martínez-Feduchi. Junto a Jeff Brock fundó Moneo Brock en 1993 en Nueva York cuando colaboraban profesionalmente por primera vez en el proyecto de un loft en Tribeca. Belén había estudiado arquitectura en la Universidad de Harvard, donde cursó también las diplomaturas de Historia del Arte y Artes Visuales, mientras Jeff se había diplomado en la Universidad de Princeton. Desde 2002 su sede principal se encuentra en Madrid, aunque siguen manteniendo lazos con la ciudad de Nueva York, y desarrollan su trabajo en España, EE.UU., México y República Dominicana. En nuestro país han levantado las Termas de Tiberio, en Panticosa, y han realizado la reforma de la Fundación Telefónica, en Madrid. Además, en 2014 abrieron una galería de arte en el estudio, _2B espace to be, concebida como un lugar híbrido y multidisciplinar. Moneo y Brock comparten filosofía de vida, vida y profesión.

Ettore Sottsass y Barbara Radice

Ettore Sottsass y Barbara Radice

Los segundos amores también pueden ejercer una gran influencia en la trayectoria de un artista. Así le sucedió a Sottsass tras conocer a Barbara Radice, quien se convertiría en su segunda esposa. Como cuenta la web de Phaidon, “en su segunda esposa, el gran diseñador y arquitecto Ettore Sottsass encontró no solo un alma gemela, sino también una gran intérprete de sus talentos”. Se conocieron en 1976 cuando ambos trabajaban en la Bienale de Venecia. A pesar de la diferencia de edad –Ettore tenía 60 y Radice casi 30-, conectaron en seguida. Aun así, fue él quien insistió en que quedaran. Radice, escritora y crítica de diseño, se convirtió en un pilar fundamental para el creador. Sottsass se mudó a su apartamento en Milán y en 1980 fundó su firma Sottsass Associati. La década de los 80 fue de lo más prolífica: de aquel momento datan sus creaciones para Alessi y también entonces surge el grupo por el que ha pasado a la posteridad, Memphis. De hecho fue Radice que le dio nombre en una velada en la que discutían sobre diseño con sus amigos escuchando la canción de Bob Dylan "Stuck Inside of Mobile with the Memphis Blues Again". Radice fue editora de la revista de diseño y arquitectura Terrazzo entre 1988 y 1997. En 1993, escribió una biografía sobre Sottsass y, tras su muerte en 2008, Radice continua dando a conocer la figura y el trabajo del diseñador.

Marina Abramovic y  Ulay

Marina Abramović y Ulay

Exploradora de los límites del cuerpo y la emoción así como la relación entre el artista y el público, la serbia Marina Abramović lleva 30 años en activo. Durante este tiempo no ha parado de crear performances de todo tipo con la intención de remover sentimientos y emociones en el público. Abramović estuvo casada con Neša Paripović de 1971 a 1976. Ese año deja (la antigua) Yugoslavia y se muda Ámsterdam. Allí conoce a Ulay, Uwe Laysiepen, otro artista de performance, y empezan a colaborar formando el colectivo The Other; una colaboración intensa que se prolongó una década. Sus performances giraban en torno al ego y la identidad artística, como Relation in Space, donde corrían alrededor de la sala, o la intesa Death self, en la que, uniendo sus labios, inspiraban el aire que el otro exhalaba, a los 17 minutos de actuación ambos se desmayaron al haber cargado sus pulmones de dióxido de carbono. Su relación, aunque fructífera en lo artístico, fue tempestuosa en lo personal debido a las supuestas infidelidades por ambas partes. En 1988, rompieron y decidieron hacerlo en un viaje espiritual como forma de decirse adiós: caminaron la Gran Muralla China, cada uno desde un extremo, para encontrarse en la mitad y despedirse después.

Guillermo Santomá y Raquel Quevedo

Guillermo Santomá y Raquel Quevedo

Barcelona, cuna de creatividad desde época de Gaudí, unió a Guillermo Santomá y Raquel Quevedo. Santomá, arquitecto de formación, desarrolla su trabajo como diseñador, que le ha llevado a exponer en el Palais de Tokyo o el Museo Cerralbo.  Por su parte, Quevedo es diseñadora gráfica, de estilo disruptivo, dirige su propio estudio de diseño. Ambos crean con una profusión de color sin límites y una visible experimentación, cada uno en su campo. Y juntos también lo han hecho en un libro y en el diseño de una exposición. En su casa, familia y profesión están bien avenidos.

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