La sombra de Karl Lagerfeld, el llamado Káiser de la moda, es alargada y se extiende más allá de su obra en vida, interrumpida el 19 de febrero de 2019, a los 86 años. La firma que lleva su nombre acaba de presentar su primer proyecto arquitectónico en España, Karl Lagerfeld Villas Marbella, cinco residencias de lujo en la población costera malagueña en las que plasmará la pasión del creador alemán por la arquitectura, el diseño de interiores y la innovación.

El proyecto acogerá una estrategia de silvicultura urbana al plantar un total de 300/350 árboles, contribuyendo a la biodiversidad y a la reducción de emisiones de CO2 en la zona.

Las villas que compondrán Karl Lagerfeld Villas Marbella gozarán de una privacidad casi total, conformada de manera única por su arquitectura, que se define fundamentalmente a través del juego de sombras, reflejos, luz y color. El proyecto utilizará la madera y un material cerámico sintético reflectante, acabado con polvo de oro blanco, como los elementos escogidos para envolver cada una de las casas creando un efecto pulido y semi-reflectante que las dotará de un diseño moderno muy diferencial respecto a otras viviendas de su categoría en la región.

Las villas Karl Lagerfeld están concebidas para un mercado de lujo y son uno de los pocos proyectos urbanísticos internacionales con bajas emisiones de carbono.

El paisaje desempeñará un papel muy relevante en el aspecto general de las villas, ya que el enclave escogido para su edificación ofrecerá vistas al horizonte creado por el mar y utilizará el volumen geométrico de la vegetación circundante para crear una atmósfera idílica a ras de suelo.

Cada villa dispondrá de un depósito de recuperación de agua de lluvia para proveer las necesidades circulares de elementos como las piscinas, los tejados verdes y el sistema de riego.

Las construcciones también destacarán en la faceta de sostenibilidad. Cada una de estas exclusivas residencias estará orientada de manera que se optimice al máximo su exposición respecto al sol y al paisaje. Este principio arquitectónico determinará que cada villa tenga su propia forma, aunque todas ellas seguirán un mismo patrón de edificación que imagina las zonas habitables, situadas en la planta baja, bajo este concepto de transparencia y luminosidad, pero protegidas de la radiación solar utilizando ligeras depresiones en el suelo.

La planta baja de cada vivienda será transparente con el objetivo de eliminar los límites visuales entre el interior y la zona natural circundante.

Por su parte, las las zonas de descanso del primer nivel contarán con un sistema inteligente de modulación de ventanas que permita una "zona verde libre" constante que actúe como filtro de la luz y del calor.

Un revestimiento exterior cerámico reflectante creará un efecto pulido y semi-reflectante que dotará las villas de un diseño diferencial respecto a otras viviendas de su categoría en la región.

Otras características de la urbanización incluirán grandes porciones de tejado con vegetación y patios que permitan que cada villa "respire" de forma natural, mientras que los paneles solares ayudan a optimizar el consumo energético general. Por su parte, los sistemas mecánicos de cada vivienda, así como la domótica para gestionar y controlar el consumo de energía adicional, utilizarán la energía geotérmica. Del mismo modo, cada villa dispondrá de un depósito de recuperación de agua de lluvia para proveer las necesidades circulares de elementos como los espejos de agua de cada vivienda, las piscinas, los tejados verdes y el sistema de riego de toda la parcela.