Da igual el lugar que visites. Muy probablemente, bien cerca, habrá un establecimiento de McDonald’s esperándote. La cadena de comida rápida estadounidense cuenta con decenas de miles de restaurantes repartidos por el mundo, pero por vez primera acaba de inaugurar uno de muy especial. Advertencia: en él ni se venden hamburguesas ni se admiten a humanos.

En el interior los panales típicos de cualquier colmena.

Acaba de abrir sus puertas en Suecia el McDonald’s más pequeño del mundo. Tan pequeño que sus clientes habituales son abejas, ya que en realidad se trata de una colmena de madera que da cobijo a estos animales tan importantes de nuestro planeta.

A la colmena no le falta el más mínimo detalle: dispone de dos plantas equipadas con el mobiliario habitual de la cadena, todo tipo de carteles con el célebre logo de estos restaurantes, una terraza para poder disfrutar del aire libre e, incluso, un McAuto. Pero a todo esto, ¿por qué motivo McDonald’s ahora quiere tener esta clientela tan animal?

La respuesta en sencilla. Los McDonald’s suecos cuentan en los techos con varias colmenas, por lo que esta estrategia quiere rendir homenaje a esta característica tan particular de la cadena en el país nórdico. Del mismo modo, esta es la forma que tiene el gigante estadounidense de ayudar a prevenir la extinción de las abejas. Estos insectos, aunque algunos no lo crean, son esenciales para el ser humano porque al tratarse de unos animales polinizadores (es decir, que trasladan polen) contribuyen notablemente a que la vegetación del planeta siga creciendo y, por consiguiente, a que los animales herbívoros no se queden sin su principal sustento.

Las abejas están encantadas con el servicio del restaurante, en el que se han cuidado todos los detalles.

Tal está siendo el éxito de esta idea que ya son muchos otros los McDonald’s de alrededor del mundo que quieren contar con su propia colmena. ¿Tardará mucho en llegar la primera a España?