Nos ahorra tiempo y permite que nuestras prendas parezca que están recién compradas. La lavadora se ha convertido en un electrodoméstico de vital importancia cuyo uso hemos integrado en nuestro día a día, pero ¿sabes utilizarlo de forma correcta para exprimir todo su potencial? Los expertos advierten que realizar pequeños cambios en la rutina de lavado pueden marcar una gran diferencia en términos de limpieza y cuidado de las prendas, así como en la reducción del impacto medioambiental. De la mano de la marca alemana Miele, compartimos los mejores consejos para extender la vida útil de la ropa para disfrutarla durante más tiempo. 

 

Lavadora

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Parece una obviedad, pero es imprescindible. Antes de decantarse por un programa u otro se debe saber que entender el material que compone cada prenda es esencial ya que cada tipo de tejido demanda un tipo de lavado diferente. Una acertada elección ayuda a evitar sorpresas desagradables como encogimiento o daños inesperados en la ropa. Además, conviene prestar especial atención a las prendas más delicadas: deberías lavarlas a mano o en un ciclo delicado y meterlas en una bolsa de malla.

Separa por colores

Es importante no mezclar las prendas de color con las blancas para maximizar los efectos del lavado. Cuando se trata de prendas con tintes, la recomendación es optar por ciclos de lavado más cortos y temperaturas más bajas, incluso utilizando agua fría, puede resultar en un enfoque más eficiente. Esta práctica no solo asegura la limpieza de las prendas de colores, sino que también conlleva un ahorro energético significativo. La temperatura óptima para este tipo de lavado se sitúa entre los 30 y 40ºC, lo que combina eficacia y cuidado en un equilibrio que beneficia tanto a las prendas como al medio ambiente. Por su parte, las prendas blancas admiten temperaturas más elevadas de lavado, entre 40 y 60º. Es uno de los errores más comunes al poner la lavadora

No mezcles colores

Combate las manchas a tiempo

Cada mancha conlleva un cuidado diferente, pero por lo general, los expertos de Miele recomiendan actuar rápido y no frotar. Existen manchas especialmente difíciles de quitar como las de aceite, que pueden impregnar la ropa y ser complicadas de quitar si no se tratan correctamente la primera vez, por ello deben lavarse a en ciclos largos, a alta temperatura e incluso añadir un tapón potenciador para eliminarlas con éxito.

En el caso de las manchas de café, es recomendable aplicar detergentes específicos sobre la prenda antes de lavarla. También las manchas de sudor son también especialmente difíciles de eliminar, y un truco para limpiarlas consiste en poner las prendas a remojo durante la noche.

Lava solo cuando sea necesario

Es importante diferenciar las prendas sucias de las manchadas, ya que la ropa se debe lavar cuando está realmente sucia o no huele bien.

No sobrecargues la lavadora

Independientemente de la capacidad de la lavadora, no se debe llenar más del 80%, debido a que, cuando no hay espacio para que la ropa gire ni para que el agua llene adecuadamente el tambor, las prendas no se limpian, ni se aclaran bien, y pueden, de hecho, salir sucias o con manchas de jabón.

Deja la puerta abierta

Es muy importante que después de utilizar la lavadora dejes la puerta del tambor abierta, para facilitar que el electrodoméstico se seque por dentro. Con este sencillo gesto se evita que se acumule la humedad al mismo tiempo que se evita el mal olor de la ropa.

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