Hay hoteles que tienen la capacidad de hacernos sentir como en casa, y parte de ese encanto radica en el olor. No en vano, la aromacología, que es una rama de la ciencia que estudia el impacto psicológico de los distintos aromas, presenta diversos estudios científicos que muestran que el sentido del olfato está conectado con las partes del cerebro que procesan las emociones, influyendo en el sistema nervioso central.

Así que un buen olor y la plenitud de bienestar van de la mano. Los bollos de mamá, el suavizante para la colada, las flores de la ventana, todo eso es casa. Pero también, no vamos a negarlo, las zapatillas de deporte, las habitaciones sin ventilar, la ropa tendida en interior y hasta los cacharros de la comida sin lavar. Para que exista el equilibrio entre unos y otros, te vamos a dar unos trucos para que tu casa huela como un hotel de cinco estrellas, ¡que esos no fallan!

Aireando que es gerundio

Por supuesto la primera regla del buen olor es ventilar la casa, a ser posible cada mañana y no menos de diez minutos. Que entre bien de aire fresco y renovado, y si puede ser cruzado, mejor. Es el mejor truco del mundo y el más infalible.

Flores o hierbas, manido pero efectivo

Unas hojas de tomillo, hierbabuena, en los hoteles suelen dejarlos encima de la cama o sobre las toallas de baño. Puedes hacer lo mismo por toda la casa. Además de oler bien, será un elemento decorativo precioso.

Perfumes DIY.

Difusores de aceite

En la redacción preferimos los aromas naturales a los ambientadores artificiales, por eso creemos firmemente en los difusores de aceite. Se trata básicamente de una vela que calienta una base en la que se vierten los aceites esenciales.

Empezamos por la cocina

Si bien es cierto que en los hoteles de cinco estrellas no habrá cocina en nuestra habitación, aquí se trata de buscar que huela igual de bien toda la casa. Y para este espacio tan transitado y cúmulo fácil de malos olores, tenemos dos trucos infalibles. Para el fregadero, calienta una taza de vinagre, añade sal gorda y bicarbonato y lo viertes. Deja que actúe durante media hora y enjuaga con agua caliente. También puedes echar agua caliente en la que hayas hervido cáscaras de cítricos, va genial para las tuberías. Y para el cubo de basura, humedece algodón con aceite esencial y lo extiendes por toda la superficie.

Lo mejor siempre son los aromas naturales.

Una cama que invita al descanso

Para dormir a pierna suelta lo mejor es que la cama te invite al descanso, y ya sabemos que un buen olor, es el perfecto reclamo, además del sueño. Para que tu cama huela bien, prueba a lavar la ropa con detergentes y suavizantes con olor a colonia, y además, en el colchón, pasa un aspirador pequeño para que se lleve cualquier resto. Después, humedece un paño con un aceite esencial y pásalo por la superficie, sin necesidad de diluirlo en agua. Pones las sábanas, y esparces unas gotas del mismo aceite. Felices sueños.

Jabón en el armario

Un truco tan viejo como efectivo, poner pastillas de jabón entre la ropa del armario. Esos que a veces te llevas"prestados" de los hoteles, ya puedes darles una segunda vida.

Ordenado y perfumado, sin duda el armario perfecto.

Haz del baño un oasis del olor

Para hacer que el baño sea la envidia del perfumista más avezado, puedes aplicar varios trucos: añadir gotas de aceite esencia en una esponja que tengas de adorno; verter esas mismas gotas en el recipiente de la escobilla o en el cartón del rollo de papel higiénico o pulveriza las toallas de baño, sobre todo las de las manos, con una mezcla de agua y suavizante o de tu perfume favorito.

 

Un spa particular.

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