La puesta en escena y un interiorismo a la altura de la cocina que se ofrece se ha convertido en una pata crucial en la hostelería. Con su trabajo, arquitectos e interioristas pueden conseguir ensalzar las propuestas de los chefs y hacer que el arte de la mesa se convierta en todo un espectáculo.
La tendencia apunta por no dejar nada al azar en el diseño y la decoración de los restaurantes para contribuir a crear un concepto con sentido. Por eso, tanto los colores elegidos, como la iluminación, el mobiliario o el ambiente que se recrea en cada local, contribuyen a elevar el placer de la experiencia culinaria en sí misma hasta convertirla en una auténtica experiencia. Desde contenedores brutalistas, hasta espacios que son un alarde de maximalismo, descubrimos siete restaurantes en los que diseño y gastronomía compiten a partes iguales.