Decir mucho con pocos trazos es una tendencia entre los ilustradores contemporáneos pues parece que hoy en día, cuando la sobreinformación y la sobrevisualización inundan nuestras vidas, la reducción nos resulta más comunicativa que la extensión. Philippe Laureau, desde su estudio en Quebec, donde también reside, realiza una obra que es inconfundiblemente moderna, con formas mínimas de luz imbuidas de emociones y un gran sentido del humor. Se graduó en artes visuales en la Universidad de Sherbrooke, así como en Producción de Televisión en la Universidad Cégep de Jonquière, ambas en Canadá. Sus obras se pueden encontrar en muchas colecciones privadas en Canadá, Estados Unidos y Europa.

Emociones positivas

La inspiración que da vida a la hermosa obra artística de Philippe Laureau la encuentra en esos simples objetos cotidianos que son una parte tan integral de los rituales que realizamos, objetos que son inmediatamente reconocibles a partir de la síntesis que hace de cada uno de ellos. En su obra, la silenciosa y tranquilizadora presencia de lo ordinario se eleva con su forma, color y textura, transformándose en personajes que llaman nuestra atención y nos hacen "cosquillas" en los ojos, a la vez que nos transmiten emociones positivas, algo que sucede también cuando se centra en la figura humana. El trabajo de Laureau nos abre perspectivas optimistas en estos tiempos algo oscuros.