Sabine Finkenauer nació en Rockenhausen (Alemania) y estudió Bellas Artes en Múnich. Se trasladó a Barcelona en 1993, donde vive y tiene su estudio, aunque ahora divide su trabajo y su vida entre la capital catalana y Madrid. Para entender su obra resulta clarificadora una definición de la crítica: "Una estrategia de simplicidad dentro de unos límites complejos". Y es que detrás de la aparente sencillez formal de Finkenauer hay un trabajo de síntesis que se desarrolla en el campo de la ambigüedad, entre la representación y la forma.

REJA, 2013. En palabras del artista y crítico de arte Joaquín Escuder, Sabine Finkenauer “describe motivos del mundo infantil, la feminidad y el kitsch para configurar un universo silencioso, un clima lleno de sensibilidad”.

OBJETOS QUE TRASCIENDEN

"La base de mi trabajo es el dibujo", cuenta, "un ejercicio para desarrollar ideas que luego se aplican a otra escala y otros materiales, en pinturas, esculturas o instalaciones. Mi obra antes era más figurativa, inspirada en un imaginario relacionado con la infancia, lo doméstico y la feminidad, pero en mis trabajos recientes hay un creciente interés por el ornamento y los elementos geométricos".

ÁRBOL, 2013.

Los motivos de sus obras son primordiales, aunque, como ella asegura, "liberados de su contexto quedan reducidos a su esencia formal y transformados en un orden plástico autónomo. El objeto trasciende su propia condición para formar parte de un sistema representativo con múltiples significados".

5 FORMAS, 2010, madera pintada.

Además de su colaboración habitual con la galería Miquel Alzueta, una muestra en la galería Alegría de L’Hospitalet (Barcelona) este otoño nos ofrece la oportunidad de acercanos a su universo creativo.

VESTIDO, 2008, óleo sobre tela. Esta obra formó parte en 2016 de la exposición Summer Time en la galería Aina Nowack/AAC.