Si hay algo que nos encanta de las piedras preciosas es que, además de contar con un inmenso valor espiritual, que nos permite, entre otras cosas, limpiar el aura de nuestros hogares, son unos elementos decorativos muy vistosos. Desde los deslumbrantes diamantes hasta las vibrantes amatistas, estas gemas han fascinado a la humanidad durante siglos, adornando joyas y estancias, y simbolizando la belleza y el lujo. En esta ocasión, hemos querido destacar a los rubíes con su intenso color rojo y su brillo deslumbrante.

Origen y significado

La palabra rubí proviene del latín ruber que significa rojo. Estas piedras son una variedad del mineral corindón, compuesto principalmente de óxido de aluminio. Lo que distingue a los rubíes de otras piedras preciosas es la presencia de cromo en su composición química, lo que les otorga su distintivo tono rojo. Cuanto más intenso sea su color rojo, mayor será su valor. Los rubíes son considerados piedras preciosas debido a su rareza, belleza y la demanda que generan en el mercado. 

Los rubíes tienen su origen en la formación geológica de yacimientos en diferentes partes del mundo. Las ubicaciones más destacadas donde se encuentran y se han extraído rubíes incluyen Myanmar (Birmania), Tailandia, Sri Lanka, Kenia, Madagascar y Camboya. Myanmar ha sido históricamente reconocido como el principal productor de rubíes de alta calidad.

 

Estas piedras simbolizan, entre otras cosas, la pasión y el amor

Valor espiritual

El rubí ha sido venerado espiritualmente a lo largo de la historia. Se le han atribuido propiedades significativas como la pasión, el amor y la energía vital. Se cree que posee poder de protección contra las fuerzas negativas y estimula el chakra que fortalece la conexión con la tierra. Además, equilibra las emociones, promueve la sabiduría y la espiritualidad, y facilita la búsqueda de la verdad interior.

Sin embargo, su valor espiritual varía según las creencias individuales y las tradiciones espirituales. En la antigua India, se consideraba al rubí como el rey de las gemas y se creía que otorgaba protección y poder a quienes lo poseían. En la cultura china, se relacionaba con la buena fortuna y la longevidad

Características

Los rubíes son conocidos por su intenso color rojo y brillo deslumbrante. Mientras que el color primario es el rojo, pueden variar en tonalidades desde rojo oscuro y profundo hasta tonos más claros con matices rosados. Además, estas piedras pueden contener inclusiones que pueden contener cristales, fracturas o líneas. Respecto al corte, este puede influir en su brillo y apariencia general. Un buen corte permitirá que la luz se refleje y refracte de manera óptima, maximizando el brillo y la belleza de la gema.

Los rubíes de mayor tamaño y peso son más raros y, por lo tanto, más valiosos. Los de mayor calidad suelen encontrarse en tamaños más pequeños, y aquellos que superan el quilate son considerados excepcionales.

 

Los rubíes poseen propiedades medicinales

Propiedades y usos

Además de su belleza y significado cultural, los rubíes también tienen propiedades místicas y curativas. Antiguamente, se creía que esta piedra era capaz de proteger contra el mal y promover la salud y la vitalidad. Algunas leyendas antiguas incluso afirmaban que el rubí tenía la capacidad de prevenir el envenenamiento.

En el ámbito de la joyería, los rubíes son ampliamente utilizados en la creación de anillos, collares, pulseras y pendientes. Debido a su durabilidad y su alta clasificación en la escala de dureza de Mohs, que se basa en un rango del 1 al 10 y en el que se encuentra superado solo por el diamante, el rubí es una opción popular para las joyas que se usan con frecuencia.

Trucos para cuidar tus rubíes como todo un experto

 

  1. Evita utilizar las joyas de rubí en actividades físicas intensas, deportes o tareas domésticas que puedan exponer la piedra a daños.
  2. Evita golpear o dejar caer tu joya de rubí y protégela de objetos duros.
  3. Guarda tu rubí en un estuche para joyas, separado de otras piezas, para evitar arañazos o daños por fricción.
  4. Límpialo utilizando un paño o un cepillo de dientes de cerdas suaves.
  5. Evita el uso de productos químicos agresivos o abrasivos.
  6. Mantenlo alejado de fuentes de calor excesivo.
  7. Realiza revisiones periódicas de tus joyas de rubí de la mano de un joyero profesional.