La Navidad de 2024 viene cargada de estilo, pero también de contradicciones. Entre luces centelleantes y árboles decorados hasta el techo, emerge una nueva visión que apuesta por lo sutil y lo funcional sin renunciar a los clásicos navideños que no podemos evitar.
Y es que, sí. Mantener un look elegante en Navidad es casi una misión imposible. Lo primero, es saber exactamente cuándo poner el árbol. Y lo segundo, sobrevivir estéticamente a una temporada donde el brillo y el espumillón parecen ser las estrellas absolutas. Los amantes de los espacios en calma empiezan a sonar como "El Grinch", ¿es posible decorar sin caer en la exageración?
Parece que sí. Justo esta Navidad 2024-205, las tendencias navideñas nos dan la respuesta (y es positiva). Existe una solución que promete reconciliar elegancia y festividad. Y lo mejor, no necesitarás grandes artificios para conseguirlo.
Empecemos por la gran noticia de la temporada: el maximalismo ha sido reemplazado por algo más sutil y anecdótico. Si el año pasado nos lanzábamos de lleno a saturar cada rincón de la casa con decoraciones llamativas, este año la palabra clave será intención. Es decir, menos adornos, pero mejor seleccionados. El ¿denostado? concepto de "menos es más" encuentra un nuevo terreno. Te contamos algunas tendencias que debes tener en cuenta este año.
1. Navidad natural: el retorno a lo orgánico
Los materiales naturales serán los grandes protagonistas este año. El auge de la sostenibilidad se traslada al diseño y la deco navideña, y materiales como el lino, el ratán, la madera y la cerámica se apoderan de las mesas y estanterías. Este retorno a lo orgánico era más que evidente siguiendo las tendencias de los últimos años en interiorismo. Además de conciencia medioambiental, también aporta una sensación de calidez y autenticidad.
El árbol de Navidad, por ejemplo, está cambiando. Cada vez son más los que apuestan por opciones más ecológicas, como árboles de materiales reciclados o adornos minimalistas hechos a mano. Lánzate. Piensa en un árbol adornado con piezas de cerámica y textiles naturales. No, el estilo escandinavo no tiene por qué ser aburrido si lo mezclas con piezas originales hechas en casa.
2. Colores: hay vida más allá del rojo y el verde
¿Rojo y verde? Sí, pero por favor, no son los únicos colores que existen cuando llega diciembre. La paleta navideña se diversifica y apuesta por tonos más originales y menos manidos en Navidad. Apuesta por uno o por una combinación y vuélvete loco, la Navidad es para divertirse. También veremos colores metálicos, pero en versiones más apagadas, como el oro envejecido y el bronce, un toque de lujo sin caer en lo ostentoso.
3. Iluminación: cálida y estratégica
Entre las luces del árbol de Navidad, las luces del balcón para que los vecinos vean que tenemos espíritu navideño y los leds del Belén, al entrar en casa tenemos que ponernos las gafas de sol. Por eso, la iluminación es clave para crear una atmósfera mágica y relajada. Olvida las luces de colores parpadeantes en todas direcciones. Las guirnaldas de luces cálidas en tonos ámbar o blanco suave serán las más utilizadas porque aportan una luz acogedora y tranquila, ideal para generar ambientes íntimos.
También, por supuesto, veremos una creciente popularidad de las velas (¡bien!), tanto distribuidas estratégicamente por la casa para crear rincones especiales. Eso sí, siempre con mucho cuidado.
4. Mesas de Navidad: menos ornamento, más emoción
La prueba de fuego cada año llega con las reuniones familiares. Nochebuena, Navidad y Nochevieja y Año Nuevo son los momentos en los que queremos lucirnos y cuando tendrás visitas que juzgarán tu decoración navideña (siempre con cariño). Este año, veremos un gran cambio en las mesas de Navidad. Adiós a los manteles recargados y centros de mesa imposibles. En su lugar, la tendencia es simplificar: vajillas en tonos neutros, servilletas de lino, detalles minimalistas y algunos toques de naturaleza, como ramitas de pino o piñas, que darán un aire festivo pero sin exagerar.
Lo importante será resaltar los materiales y texturas. Después de un año como este, el menú y la compañía tienen que tomar el papel principal.
5. Los detalles personalizados siempre funcionan
¿Papel de regalo con el mismo reno repetido hasta el cansancio? No, gracias. El papel reciclado es la base, pero lo divertido es decorarlo con garabatos, sellos o pegatinas que parezcan hechos por ti... aunque probablemente los compraste online. Nadie tiene que saberlo.
El resultado: regalos con pinta de "pensados con amor", cuando en realidad lo que hiciste fue un maratón de manualidades de última hora. ¿La magia navideña? Está en el truco, no en el tiempo invertido.