Superado el bum del minimalismo y los espacios funcionales, se imponen los interiores vibrantes y coloristas y una arquitectura capaz de emocionarnos, que nos traiga recuerdos o que nos permita disfrutar de lo que más nos gusta solos o en compañía de las personas que queremos. De poco vale una vivienda bien pensada pero incapaz de provocarnos emoción alguna. Por eso, muchos clientes que encargan su casa a un arquitecto o un interiorista demandan espacios "con alma", como los define brevemente el arquitecto Javier San Juan, de lado blanco arquitecturas.
En este artículo vamos incluso un poco más allá. Le hemos preguntado a dos estudios de arquitectura sobre los encargos más curiosos que les han hecho. Te vamos a sorprender con algunas propuestas fuera de lo común.