Las regaderas más bonitas (y de diseño) para cuidar tus plantas con estilo

Las regaderas metálicas son las más comunes en los diseños actuales. Existen de multitud de tamaños, formas, estilos y tipos de metal. Aquí tienes este modelo, disponible en tres capacidades distintas en dorado, plateado y bronce. Lo bueno es que tiene una boquilla alargada y fina que permite llegar a mayor distancia y lugares más complicados, y la apertura por la que se carga está parcialmente tapada para que al inclinarla no se caiga el agua.

Como te decíamos, la regadera puede ser un elemento más de decoración. Para que combine con el resto del entorno en el que vayas a guardarla, algo muy importante es el color. Ahora hay muchas disponibles en los tonos de moda, como los colores pastel, pero también en otros menos comunes como el mostaza o el verde oliva. Puedes comprar estas, hechas a mano en acero con un litro de capacidad y disponibles en una gran variedad de colores.

Los diseños que puedes encontrar hoy en día suelen seguir un patrón común: son modelos con una estructura sencilla y funcional, pero con ese toque original y moderno que las diferencia de las que estábamos acostumbrados a ver de plástico. Esta es un ejemplo de ello, su diseño no tiene nada exclusivo, pero resulta perfecto para cuidar las plantas por la boquilla alargada, fina y la apertura superior parcialmente cubierta. El toque diferente en este caso es el color verde con motas blancas. Puedes conseguirla aquí. 

También hay opciones que emulan a la forma de las tradicionales regaderas, como esta de Haws. Esta empresa crea modelos inspirados en el clásico, pero traídos a la actualidad con un diseño más moderno e innovador, además de multitud de colores actuales. También cuentan con una boquilla muy larga que permite hacer menos esfuerzos para llegar a las plantas y una apertura con volumen en altura para evitar la caída del agua. Los detalles en dorado le aportan elegancia, y en este caso, el cabezal que tiene es perfecto para regar exteriores, ya que alcanza más plantas a la vez. Hazte con ella aquí.

Las regaderas con forma de lechera son una opción muy estética y vintage que ahora están muy de moda. Suelen ser de metal y disponibles en muchos colores, solo que hay que tener más cuidado a la hora de usarlas porque la apertura está completamente abierta y el agua puede desbordarse. Son el elemento perfecto si quieres que tu regadera también sirva como decoración, ya que incluso parecen un jarrón. Puedes conseguir estas en tres tonos de azul aquí.

También hay regaderas de cerámica, como estas hechas a mano en distintos colores con una técnica de esmalte reactivo que crea un efecto degradado que acaba en blanco en la base. A pesar de ser de cerámica, también tienen la boquilla fina y alargada para llegar a todos los rincones de la planta y una apertura superior medio cubierta para no derramar agua. Puedes conseguir el color que más te guste aquí.

Las impresiones en 3D cada vez se cuelan en más aspectos de la vida cotidiana. Estas pequeñas regaderas, que por su amplia apertura también pueden servir de jarrón, están impresas con PLA, un plástico biodegradable y no tóxico creado a partir del procesamiento de productos vegetales como maíz, patatas o remolacha. Aunque se trata de un material muy resistente, se recomienda no dejarlas mucho tiempo con el agua dentro ya que puede crear fugas. Aquí puedes conseguir este pack en blanco y gris.

Las regaderas de plástico no han desaparecido, pero se han actualizado. Ahora presentan diseños más funcionales con una boquilla más alargada y estrecha, y el agujero por el que se echa el agua está posicionado en una posición mejor para que no se derrame. En este modelo, el asa antideslizante de otro color y aparte de la estructura las diferencia de otros modelos más simples. Puedes conseguirla en azul o gris oscuro aquí. 

Una forma más diferente para una regadera es la redonda, que casi recuerda a una tetera. Independientemente de la forma, vemos que se mantiene la boquilla larga y estrecha y el hueco para echar el agua parcialmente cubierto para facilitar su uso. Si quieres hacerte con esta de acero inoxidable y un mango grueso, pincha aquí. 

El dorado es el complemento perfecto para muchos estilos de decoración. Por eso, si tienes detalles en dorado o es un color que combina bien con la estancia en la que dejes la regadera, esta opción de acero inoxidable con diseño minimalista es ideal. Hazte con ella aquí.