“Un jardín sensorial bien diseñado es un refugio natural que regula las emociones y mejora nuestra calidad de vida casi sin darnos cuenta”, dice Fernando Pozuelo, fundador de Fernando Pozuelo Unique Landscapes, que lleva años diseñando jardines centrados en los sentidos: “espacios inclusivos y terapéuticos con beneficios físicos, emocionales y sociales pensados para estimular los cinco sentidos”. A través de la combinación de especies que cambian estacionalmente; de espejos y esculturas; de plantas aromáticas; de vegetación “que cruje” (álamos, bambúes) y diversas texturas vegetales (helechos, gramíneas, césped), crea experiencias memorables. Pero hay más. Mucho más. Zonas de cocina al aire libre, aromáticas comestibles (menta, albahaca, fresas), fuentes y otros elementos invitan a disfrutar del jardín con los cinco sentidos. Hablamos con él sobre los beneficios de los jardines sensoriales, las tendencias en jardines sensoriales o qué le piden los clientes que acuden a su estudio.

Un jardín sensorial es un especio terapéutico que mejora nuestra calidad de vida
Luis Benolier / cortesía Fernando Pozuelo Unique Landscapes
- ¿Cuál es el impacto de un jardín sensorial en nuestro estado de ánimo?
“Los jardines sensoriales no solo son estéticamente agradables, sino que proporcionan un refugio terapéutico y mejoran significativamente nuestra calidad de vida porque ofrecen una experiencia holística que nutre el cuerpo y la mente. Al estar diseñados para estimular los cinco sentidos, crean una experiencia inmersiva que puede transformar nuestro bienestar emocional y mental. Son especialmente enriquecedores para personas con diversidad funcional, mayores o quienes conviven con algún tipo de deterioro cognitivo, aportando bienestar, estimulación y conexión con el entorno”.

"En jardín sensorial es un espacio que no solo se disfruta en el presente, sino que se transmite a las siguientes generaciones como un lugar de encuentro, de conexión con la naturaleza y de crecimiento personal", dice el paisajista Fernando Pozuelo.
Luis Benolier / cortesía Fernando Pozuelo Unique Landcapes
- ¿Por qué recomendarías a un cliente diseñar un jardín sensorial?
“Mi principal argumento es que es mucho más que un proyecto estético. Se trata de una inversión en bienestar, en valor patrimonial y en legado familiar. Un jardín sensorial no solo mejora su atractivo visual, sino que también refuerza su exclusividad y posicionamiento en el mercado. Apostar por un jardín sensorial es construir un legado. Es un espacio que no solo se disfruta en el presente, sino que se transmite a las siguientes generaciones como un lugar de encuentro, de conexión con la naturaleza y de crecimiento personal. En definitiva, un jardín sensorial transforma un espacio en una experiencia de vida, que es la verdadera esencia del paisajismo”.

Este jardín diseñado por Piet Oudolf en el Campus Vitra en Weil am Rhein (2020) juega con el color, el olor y los senderos para construir un recorrido estimulante.
Dejan Jovanovic / Vitra Design Museum
- Aseguras que un jardín sensorial ayuda a liberar estrés y a que nos sintamos mejor. Concretamente, ¿cómo lo consigues?
“Conseguir que un jardín sensorial nos haga sentir mejor parte de un diseño consciente, donde cada elemento tiene un propósito. Nosotros utilizamos aromas naturales que actúan sobre el sistema nervioso. Plantas como la lavanda, el jazmín o la menta generan una respuesta inmediata: al respirar sus fragancias, el cuerpo empieza a producir serotonina, dopamina y oxitocina, hormonas que reducen el estrés y favorecen la sensación de bienestar. Además, incorporamos sonidos relajantes de manera sutil. El murmullo de una fuente de agua o el viento moviendo las hojas de un bambú disminuye la frecuencia cardíaca y ayuda relajarse. También trabajamos la cromoterapia en el paisajismo. Los tonos verdes favorecen la calma mental, mientras que los azules profundos refuerzan la sensación de serenidad. Colores más vivos como los amarillos suaves o los lilas pueden ser utilizados en zonas específicas para levantar el ánimo sin generar sobreestimulación”.

Los clientes que piden jardines sensoriales buscan una experiencia que vaya más allá de lo meramente estético
Luis Benolier / Fernando Pozuelo Unique Landscapes
- ¿Qué piden los clientes que quieren un jardín centrado en los sentidos?
“Los clientes piden una experiencia más allá de la estética. Partimos de un deseo de conectar con la naturaleza y disfrutar de momentos de paz y relajación, pero a partir de ahí quieren que diseñemos espacios únicos y exclusivos que representen su personalidad, que evoquen recuerdos, que conecten con distintas personas; incluso de distintas generaciones. Muchas veces la propia personalidad de los propietarios, sus aficiones o el cómo quieren ser recordados ayudan a crear el discurso del proyecto. En ocasiones, partimos de una obra de arte que les gusta, de alguna planta, de unas vistas o un rincón significativo que quieren resaltar. Nuestro trabajo es escuchar y entender lo que el cliente busca”.

Un arco lleno de flores de lila en el Pazo de Pegullal, Pontevedra, Galicia
Nicola Brown
- ¿Es compatible un jardín sensorial con conceptos importantes en el paisajismo contemporáneo, como la sostenibilidad?
“No solo es compatible, sino que enriquece la experiencia. Por ejemplo, la implementación de sistemas para recolectar y utilizar el agua de lluvia mediante sistemas de riego inteligentes, o el uso de sensores que miden la humedad del suelo y la temperatura ambiente, optimizan el uso de los recursos hídricos y pueden ser canalizadas mediante fuentes que aportan sonidos agradables, refrescan el ambiente y garantizan que las plantas reciban la cantidad adecuada de hidratación. Las especies autóctonas adaptadas al clima local requieren menos recursos para prosperar, se mimetizan con el entorno y promueven la biodiversidad y la conservación de los ecosistemas locales”.
- El paisajismo apuesta hoy por espacios interactivos más que contemplativos. ¿Es ese el futuro del diseño de jardines?
“Efectivamente, la tendencia actual se inclina hacia espacios interactivos. Refleja una evolución en la manera en que las personas desean cohabitar con su entorno natural, buscando experiencias más dinámicas y participativas. Esta interacción fomenta una conexión más profunda y significativa con la naturaleza”.

Los jardines sensoriales son estéticamente agradables y proporcionan un refugio que mejora la calidad de vida de las personas
Luis Benolier / cortesía Fernando Pozuelo Unique Landscapes
¿Qué dos o tres tendencias destacarías de los jardines sensoriales?
En el futuro del paisajismo sensorial destacan tres grandes tendencias que redefinirán nuestra manera de convivir con la naturaleza:
- La integración consciente de la tecnología: Sistemas de iluminación, riego y gestión inteligente que respetan los ritmos naturales y reducen la huella ecológica.
- La vuelta a lo esencial: Valorar especies nativas y materiales sostenibles, reconectando los jardines con su identidad local.
- El diseño basado en la neurociencia: Crear espacios que, a través de estímulos controlados —colores, aromas, texturas, sonidos—, mejoran la salud emocional, reducen el estrés y enriquecen la vida cotidiana.