Si la alfombra es una pieza clave en cualquier estancia de la casa, en el salón lo es aún más. Este debe ser acogedor, invitar al relax y ser cálido, y todo ello puede ser proporcionado por este textil. Además, decorativamente hablando, también cumple una importante función al delimitar ambientes, por ejemplo cuando el salón y la cocina o el comedor comparten ubicación.
Respecto al estilo, hay un truco con el que es difícil equivocarte. A la hora de elegir una alfombra tienes dos opciones, que pase desapercibida o todo lo contrario. En el primer caso, decántate por un modelo de un tono similar al suelo o al sofá. En el segundo, haz todo lo contrario, es decir, si el sofá o el mobiliario son neutros de estilo escandinavo, por poner un ejemplo, puedes utilizar sin problema una alfombra de prácticamente cualquier color ya que funcionará como pieza de acento.
¿En qué más cosas hay que fijarse antes de comprar una alfombra para evitar equivocaciones (y devoluciones)? El siguiente paso sería el más técnico: la toma de medidas. Una vez que tengas claro dónde vas a colocarla, toca hacer uso de la cinta métrica. Para ello, mide el espacio y réstale unos centímetros a cada lado a fin de que el suelo quede visible y no dé sensación de ahogo o saturación. Además, si queda demasiado pegada a la pared o a los muebles podría empequeñecer la estancia.
Si, por el contrario, ya tienes un modelo en mente puedes aplicar cinta de carrocero en el suelo para hacerte una idea de cómo quedaría en tu salón. Ten en cuenta que hay modelos como los anudados a mano que pueden variar ligeramente de tamaño.
En cuanto a su colocación, lo deseable sería que la alfombra no solo abarcara la zona de la mesa de centro sino que quedara debajo del sofá y las butacas, aunque fueran unos centímetros. Haciéndolo así, por un lado engañas al ojo ya que percibirá la estancia más grande y, por otro, reduces el riesgo de sufrir tropezones a la vez que proteges las esquinas y evitas que se deformen hacia arriba.
Además, también tendrás que tener en cuenta tus circunstancias personales. Por ejemplo, si sois muchos de familia o si hay niños o mascotas en casa, la alfombra sufrirá más que otra que apenas se utilice así que procura que no sea demasiado delicada. Antes de materializar la compra también deberías comprobar si su limpieza es fácil o requiere algún tipo de mantenimiento.